¿Es necesario emigrar de Cuba, escapar, huir de aquel maldito infierno?
Yo siempre he dicho que si nosotros los cubanos tuviéramos en Cuba, gozáramos y disfrutáramos, de las libertades económicas, políticas y sociales, a las cuales accedemos, por derecho propio, aquí en nuestros rincones de este exilio bendito seas, yo nunca me hubiera marchado de mi país, no tendría una segunda ciudadanía y no viviría lejos, muy lejos, de ese pedazo de mar que tanto me cautivaba igualitico a los buenos olores de una mujer, como la brisa de esta primavera nórdica o como el mejor y más brillante azul de entre mar y cielo no hay nada oculto. Así de simple.