La “revolución cubana”: La mayor mentira del Siglo XX.




Como he dicho infinitas veces la revolución que inventó Fidel Castro en Cuba, y que según los estudiosos comprometidos con la historia revolucionaria “triunfó” el 1 de Enero de 1959, es una reverendísima mentira, un embuste social, baños de asiento con agua de manzanilla para quitar los oxiuros, una estafa piramidal ideológica y una porquería existencial que ha destrozado la infraestructura de todo un país y la vida de la mayor parte de sus habitantes.
La destrucción provocada por el castrismo en Cuba empezó por la mente de los cubanos, un lavado de cerebro a to’ meter, a la trompá’ y terminó por las construcciones, la producción agropecuaria, las noches buenas, los hasta luego, las industrias, la limonada con hielo, las exportaciones e importaciones, los créditos bancarios, el turrón de Jijona, el desarrollo económico del país, la prosperidad y una matica de plátanos que tenía sembrada en el patio de mi casa.
Definitivamente nadie puede ni podrá explicar nunca cómo ha sido esto posible, cómo un pequeño grupo de hombres, guiados por un solo “cerebro”, han podido causar tal destrucción, hacer tanto daño, ahogar a tantas personas y a la vez ponerlas a cantar a capela en dúos, tríos, coros y coros gigantes: “Soy comunista, toda la vida,
oh bella ciao bella ciao bella ciao ciao ciao,
soy comunista toda la vida y comunista he de morir…”, sin que muchos ni se supieran siquiera la letra y la mayoría lo hiciéramos totalmente desafinados.
Bueno, dice mi amiga la cínica que este sí es uno de los “tantos logros” de la dictadura y que tanto cacarean los revolucionarios castristas, convirtieron la belleza en “trincheras de ideas” con tremenda peste a mierda y nos metieron la muela del imperialismo y los americanos tan adentro que muchos salimos a comprobar, con nuestros propios ojos, si el león de verdad es tan fiero como lo pinta el socialismo. A mí no me crean.
Pasa que el único “león” esta en Cuba y es ese maldito, miserable, destructivo, insolvente, ruinoso y croquetero sistema socialista que en más de medio siglo, por ejemplo, no ha podido poner un bistec de res con cebollitas, sus papitas fritas y su arrocito “desgrana’o”, como la cosa más normal del mundo, sobre la mesa de los cubanos.
Yo invito a los castristas, no a almorzar, los invito a que me desmientan públicamente y digan si todo cuanto digo es mentira, si la pobreza que había en Cuba antes de 1959 esa horda de facinerosos no la ha multiplicado y generalizado y ha convertido el hambre, el racionamiento, la bolsa negra, las ilusiones, el optimismo y a mi matica de plátanos en una manera de controlar y subyugar a los cubanos, y a los bisteces en una fantasía tan difícil de alcanzar que Walt Disney, si resucita, se queda medio trastornado ante tanto “derroche” de imaginación.
Por cierto quiero decir y denunciar públicamente que, aunque parezca un disparate y algo trivial, existen muchos niños cubanos que ni siquiera conocen el sabor de la carne de res. Esto se lo dejo a los comunistas de estudio individual para la casa.
Y en definitiva esa fue la revolución que inventó Fidel Castro y que al principio de los 60s aplaudimos muchos cubanos, promesas y mas promesas de todo tipo y a llenarnos la barriga con imaginación, con mucha imaginación. Recuerdo a mi madre inventando en la cocina o sentada frente a una máquina de coser para que la vida se me pareciera un poquito a los muñequitos de Disney o a esas películas donde el personaje principal anda vestido cuqui y cuando lo invitan a almorzar dice: “No gracias, acabo de comer como un cerdo…”. La pobre, mi madre, quiero decir.
Yo siempre digo que al principio los cubanos seguimos a Fidel Castro por embullo, después por miedo y al final porque estábamos más ocupados en sobrevivir que en pelear contra el demonio. Pero en la medida en que pasaron los años y las locuras, la mediocridad, el egocentrismo y la maldad de este hombre se fueron haciendo visibles muchos, la mayoría, dejamos de apoyar al Bucanero del Socialismo y fuimos, de una forma u otra, abandonando la bandera del infortunio y partimos en busca de nuevos horizontes, fundamentalmente al capitalismo salvaje y brutal.
Estoy seguro que hasta el hermano heredero, el que está ahora usurpando la democracia en Cuba, víctima número uno del desprecio, del despotismo y los abusos de “Castro el Grande”, hace mucho tiempo también dejó de ser castrista pero mantiene el nombrecito porque no le queda más remedio…
Ricardo Santiago.




6 comentarios en «La “revolución cubana”: La mayor mentira del Siglo XX.»

  1. Sabes analizando estos comentarios tu hablarias en la Seguridad de estado hasta de lo que no sabes porque eres de esos tipos bajos y cobardes que hablas hasta de lo que no sabes no haria nada que sea contigo ni loco a mi los tipos chismosos y breteros me huelen a flojitos tu debes ser asi me lo imagino y no tepongas bravo pero cada cual es como es y tu eres asi flojon pero eso es lo de menos te la pasas baboseando y chupandole el rabo a los poderosos para mamar un poco de dinerito eso es feo loca

    Responder
  2. Tus articulos son trincheras de peste a podrido palabras retorcidas, mucho resentimiento y pendejismo si eres tan acerrimo enemigo del «castrismo» porque te dedicas a reciclar esas frasecitas que el que te lee encuentra siempre la misma porqueria en diferente posicion y con diferente titulo sin encontrar contenido real solo sentimientos negativos, vaciedad y ofensas entre ellos dejas un sabor amargo de frustracion en muchos coterraneos que ven como denigras su pais al paso que solo se demuestra que eres un «tio» muy parcializado y extremista capaz de empujar sin darse golpe a muchos desinformados y tontos unicos capaces de caer en este embuste diario cuidate hijo no te indigestes con tu propio mejunje de cacas y seria bueno para ti emplearte en algo de verdad util y dejar a tu pais en paz si un dia te fuistes por pendejon ahora no sigas jodiendo superaloooo yaaaaa viejo de basura …

    Responder
  3. El Monumento al Engaño y el Premio Nobel a la Mentira, les son otorgados a aquel que se erigió defensor de los derechos del pueblo y también juez y parte.
    Se apropió de todos los recursos del país, mientras imponía sus criterios a ultranzas sin permitir críticas ni desacatos.
    Castro eliminó la propiedad privada en todas las esferas, así como las estructuras e instituciones democráticas, dando lugar a un poder hegemonico y totalitario de las leyes y personas.
    Ricardo Santiago, sólo los comunistas son capaces de imponerse y destruir todos los valores, costumbres, culturas..
    No olvidar la famosa URSS, y de todos los países donde aplicó las estructuras de poder. Observar a China, Vietnam, Korea del Norte. Sólo se diferencian con Cuba en su geografía.
    Para desmentir ya veremos algunos y además con la retórica de siempre «gusanos, traidores, que abandonaron la Patria para vivir en el Capitalismo «.
    Ni tan gusanos (alguna la palabrita me gusta), y mucho menos traidores. Todo lo contrario. En el exilio tenemos todas las comodidades requeridas e invidiables por los castristas.
    Sin embargo tomamos de nuestro tiempo para defender a un pueblo que yace en las ruinas, mientras aquellos sólo pregonan a favor de los tiranos.
    Miramos de frente al espejo de la Historia, porque nos da la razón. Al denunciar al castrismo y sus engaños, defendemos a la Patria mirándola con perspectivas de FUTURO, de JUSTICIA y LIBERTAD.

    Responder
    • Virginia la verdad no se puede tapar, todo los que defienden esa dictadura es porque de ella está viviendo, pero aunque no lo reconozcan públicamente por miedo a perder los beneficios, no tenemos que decirlo los que dicen las verdades el, todos los que conocen, han visitado, leen la prensa no la de Cuba saben la verdadera historia no la que cuentan sus tracatanes

      Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Translate »