Los nombretes del General.

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Para la mayoría del pueblo cubano Raúl Castro es “cherna”. Yo no tengo esta verdad absoluta y mucho menos algo en contra de la homosexualidad, pero si se que desde que soy un niño estoy oyendo esta afirmación en la boca de muchísima gente.
En una entrevista que le realizaron a ese gran cubano llamado Huber Matos, este declaró que él tampoco podía afirmar tal aseveración pero que estaba convencido de que este criterio surgió en la Sierra Maestra y que estaba fundado en el aspecto lampiño de este personaje, su carita afeminada, en la colita de caballo que portaba y que cuando iba a su comandancia siempre estaba rodeado de jovenazos y “muchos juegos de manos” entre ellos.
A mí no me crean.
Por todos es sabido que Fidel Castro lo maltrataba de palabras y Dios sabe si físicamente también, era el clásico hermano mayor abusador y “protector” que lo tenía a su cuidado por orden expresa de su madre para: “ver si me lo encaminas y lo conviertes en un hombre hecho y derecho”.
Dicen las malas lenguas que Raúl Castro es un tarro, es decir, el resultado de una relación adultera de su madre con nada más y nada menos que con Fulgencio Batista. Yo creo que esta historia surgió de una fotografía que anda por ahí donde el pequeñuelo reposa en el regazo del otro dictador. ¡Ustedes saben cómo somos los cubanos!
Los más viejos siempre comentaron que Fidel Castro lo obligó a casarse con Vilma Espín. Las malas lenguas dicen que para tapar un poco la bola de “ya tú sabes” que estaba alcanzando proporciones nacionales y para darle algo de respeto ante la tropa. Algunos historiadores citan que esta mujer traicionó a Frank País, su anterior novio, traición que le costó la vida al maestro.
Raúl Castro es uno de los artífices de los fusilamientos masivos contra cubanos en la Sierra Maestra y en los primeros años de la década de los 60s. Este dato es importante y no debemos olvidarlo porque convirtió su pequeñez y mezquindad en violencia y odio contra el pueblo de Cuba.
Raúl Castro es el tipo más stalinista del mundo, ni los rusos quieren tanto al hijo de puta ese, pero nuestro Raulín si, adora a Stalin con un extraño fervor, abrazó sus ideas desde el principio y las puso y pone en práctica con mucho orgullo en cada uno de sus actos sin que le importe el daño que le hace al pueblo de Cuba. Yo estoy seguro que nunca leyó a otros teóricos del comunismo menos aberrantes o a pensadores que le dieran otra dimensión de la vida menos malsana.
Por otra parte dicen que es un tipo hogareño, dado a la familia, que le gusta el dólar, gran bebedor de whiskey o vodka, ¡vaya usted a saber!, dado a su círculo de amigos, grandes degustadores de carnes finas y del “alcoholifan” (los monjes cerveceros tropicales), fanático a las peleas de gallos, enemigo implacable de sus “enemigos” y padre y abuelo de una casta que, a su imagen y semejanza, le han salido como hienas leales, oportunistas, traicioneras y letales. No quiero ni nombrarlos.
En la vida real Raúl Castro es un personaje anodino, insignificante, sin historia e historias, fíjense que ni siquiera la historiografía manipulada de los castro-comunistas recoge alguna frase célebre o hazaña importante o pasajera de este “General de cuatro estrellas”, nada, nada por aquí y nada por allá. Siempre me he preguntado: ¿Cómo este tipo puede ser Presidente de Cuba? ¿Qué batalla importante dirigió y ganó? ¿Con quién se fajó y le dieron unos cuantos trompones? Si alguien sabe por favor…
Al final, y al principio, esta es otra de las tantas desgracias que tenemos los cubanos, un “Presidente” impuesto a lo descara’o, a golpes de promesas y vasos de leche, a la imposición a la fuerza de un apellido maldito para lograr la continuidad del robo, la extorsión, los abusos, la idolatría trasnochada, las sinvergüencerías y la represión indiscriminada y brutal a lo más noble del pueblo cubano.




10 comentarios en «Los nombretes del General.»

  1. No te puedo decir que tan bueno es tu artículo, quizás para los más entendidos, solo es especulación, a mí me pareció muy bueno, porque es el claro reflejo de lo que pienso, es muy difícil presentar pruebas que delaten la vida »De esos culos rotos» ya que esconden su mierda muy bien, no sabemos donde tienen su mierda escondida, pero si sabemos que huele a mierda.
    Eres muy buen redactor, hay veces que la metatranca, no trasmite nada, este tipo de redacción es muy buena, por ahí vi el comentario de un tortillero, que no le gustó tu Post, pero se lo metió completo, gracias por un buen rato de lectura, después de 12hr de trabajo

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  2. Lamentable el artículo todo basado en suposiciones y chismes del dime que diré. Muy mal pues si no tienes nada en contra de los homosexuales no tiene caso escribir un artículo tan vanal. Considero un orgullo para los cubanos el hecho de que te hayas ido de Cuba y yo de bobo leyendo esa babosada

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  3. En mi comentario anterior me equivoqué, le estaba respondiendo a Bernardo Luna en relación al Parque Trillo. Ésta artículo me parece muy bueno y espero que aparezcan muchos otros sobre los pasajes desconocidos de éstos sátrapas.

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    • No estás muy lejos de la verdad. En estos momentos tengo 65 años y yo también escuchaba ese comentario desde pequeño en mi casa, claro, con una diferencia; mi padre fué capitán del ejército constitucional y como otros muchos se unió al ejército del 26/7. Se desempeñó como primer ayudante, (algo así como administrador) de Palacio Presidencial a partir de Enero de 1959 y estuvo muy cerca de toda esta gente. Claro, como había sido militar hasta quisieron fusilarlo después. Comisión de depuración de la Cabaña y al mando nada más y nada menos que del asesino Ché Guevara. No les importaba lo que había hecho, sus estrechas y diabólicas mentes solo les decía que había estado al servicio de Batista.
      Bueno, por otro lado mi familia paterna es de Santiago de Cuba, reparto Sueño, y recuerdo que mi abuela incluso le hiso en una ocación unas guayaberas a Fidel. Mi tio trabajaba en el Cuartel Moncada, (estaba allí el día del asalto). O sea yo tuve acceso a información de primera mano y no a rumores.
      Pues resulta que en los años de estudiantes universitarios en La Habana, ellos solian reunirse en el parque Trillo, (todo el que es de La Habana lo conoce, está en el Vedado) y por ese entonces a Raúl se le conocía como «La China del parque Trillo».
      Lo salva la censura ferrea del sistema, de lo contrario se sabrían muchas más cosas ocultas hoy día.

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