Miguel Díaz Canel: Un condón para el reciclaje “revolucionario”.





De verdad, se los juro, en la vida real yo no sé quién es este tipo, este sujeto que siempre aparece a la siniestra del General sin historias, del dictador a lo descara’o y a pepe de Cubita la triste.
Yo no sé de dónde salió, de dónde lo sacaron, si lo trajeron en barco, en tren, en la guarandinga se te salió la…, en un fotingo que mañana es domingo o lo tiró una cigüeña medio tuerta y paticoja que, por estar cansada de “repartir encargos políticos” en este Siglo XXI, dijo: “aquí mismo lo suelto, total, un mierda más nadie lo va a notar…”.
No sé si este fulano ya desayunó, si era un pionerito de avanzada o un estudiante modelo de esos que siempre están en los actos políticos meneando la cinturita, perdón, la banderita cubana, en las bachatas ideológicas de la dictadura con la histeria y la gritadera revolucionaria pa’ cambiar al mundo y ponerlo “más bonito”, en los mítines de repudio a los vivos, en los homenajes a los no tan vivos, en los minutos de silencio que parecen horas o en los para decir el lema: uno, dos y tres…
No sé si este “compañero” era de los militantes muy ocupados con las “tareas” de la revolución, de esos alumnos que nunca iban a clases por sus “compromisos” con la patria pero que siempre sacaban “buenas notas”, las mejores, sobresalientes pa’ comer y pa’ llevar porque: “ni se te ocurra suspenderlo que el chiquito es de la gente de quien tú sabes…”.
También desconozco si este ser era un miliciano de fango, trincheras, botas rusas y cantimploras vacías, un tira tiros profesional del ejército fidelista, un sobreviviente trastornado de las guerras africanas que eran la pasión y el éxtasis del polvo de Santa Ifigenia, un brigadista de respuesta rápida cabilla en mano pa’ defender lo indefendible, un cederista tras las hendijas observando “el futuro”, un comecandela sin aliento o un “pepillo” raya en medio desquiciado tras la “guapería” revolucionaria.
No sé, lo ignoro, me declaro un total desconocedor de este tal Miguel Díaz Canel. ¿Alguien ha leído u oído algo importante escrito o dicho por este “compañero”? ¿Alguien conoce su pensamiento político? ¿Alguien sabe si es un economista, un excelente administrador, un pensador importante?
Lo que sí sé es que el tipo es Vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros de la República de Cuba y que, según los conocedores, los especialistas, los entendidos en la materia, podría ser el próximo Presidente de nuestro país el venidero 2018 cuando el General multicolor convoque a elecciones presidenciales en Cuba.
Para empezar esto de las elecciones del 2018 es otra farsa más de la dictadura raulista, de esa cúpula crápula, una burla, a mi juicio la mayor, de estos criminales y controladores a la fuerza de los destinos de un país donde, como todo el mundo sabe, nada sucede de manera espontanea, por sorpresa y con transparencia pues todo, absolutamente todo, está pensado, organizado y dirigido desde las tenebrosas entrañas de un poder que sólo le interesa la perpetuidad de un apellido, de una familia y mantener los mismos intereses que por la fuerza, y mediante asquerosas mentiras, nos impusieron a los cubanos el 1 de Enero de 1959.
Para continuar estoy convencido de que nadie llega a “bailar” entre tantos Castro por ser un defensor de la verdad, de la decencia, de la justicia que necesita la democracia para desarrollarse y crecer, de los derechos universales del hombre, las mujeres, los niños, las niñas y los ancianos, de la organicidad que precisa un país para desarrollar su economía, su mercado, las iniciativas individuales y las alternativas sociales que son, a mi juicio, quienes marcan la prosperidad de una nación y sus gentes.
No. Este Miguel Díaz Canel tiene que ser un hijo de puta profesional, un lacayo servil de Doña Rosita la soltera, un chupa culo graduado con honores en las aulas del relajo dictatorial, un tracatán sobresaliente de la dictadura porque nadie llega a ocupar tan alta posición dentro de esa banda de buitres sin antes darse un buen atracón de carroña.
De todas formas su suerte está echada. Sean ciertas o no las lucubraciones de que es “el elegido”, el muy infeliz es y será sólo un monigote, un títere, una marioneta que únicamente pondrá la jeta mientras el poder real, el siniestro, el abusador y el ladrón bajará como memorándums revolucionarios caídos del cielo, es decir, “de arriba”.
Miguelito, Míguelón, repugnante papel el que estas y vas a desempeñar, pero, como la historia lo ha demostrado, sólo los muy “revolucionarios” como tu están dispuestos a servir a esos asesinos aunque tengan que convertirse en verdaderos condones para el reciclaje del comunismo.
El que nace pa’ tamal…
Ricardo Santiago.




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