¿Nos merecemos los cubanos tanta miseria y sufrimiento?





Aquí sí hay tela por donde cortar. Aquí son más grandes las interrogantes que las respuestas a las trágicas vidas “vividas” por todos nosotros sin que pudiéramos entender por qué tanta miseria, qué hicimos para merecerla o tener que soportarla, sufrirla, padecerla y dónde fue que nos equivocamos al aceptarla.
A mí este tema me provoca mucho dolor, mucha angustia y mucha tristeza porque sé, con conocimiento de causa, de lo que estoy hablando.
Contar la cotidianidad de Cuba, de los cubanos de a pie, hablar de las vicisitudes, de la escasez, de las colas, de los zapatos apretados, la ropa prestada, de la subsistencia y las penurias de la vida diaria, sólo uno de nosotros puede hacerlo y entenderlo porque, en la vida real, nadie como alguien que lo ha sufrido en carne propia para saber qué se siente al contemplar a nuestros hijos masticar un mísero pan vacio, atragantado en medio del pecho, bajo un calor absurdo, asfixiante y mirando la clara Luna debido a la ausencia de electricidad o por culpa de apagones eternos, desatinados e inexplicables.
El padre o la madre que haya estado en esta situación sabe a qué me refiero exactamente.
Aquí nada tienen que ver el capitalismo, ni el socialismo, ni el “invencible”, ni los croqueteros ni la madre que los parió a todos juntos, aquí sólo cabe la rabia, la frustración y un dolor inmenso, de ese que nos aprieta el alma y nos marca para toda la vida provocando que sea muy difícil entender por qué los cubanos hemos tenido que soportar tanta injusticia.
Un gobierno está obligado, imperativamente obligado, incluso anteponiendo sus políticas presidenciales, las negociaciones de estado, los intereses partidistas, la diplomacia internacional, el mercado, las chancletas de la primera combatiente, los retratos del líder y todas las otras mierdas normales de una administración, a solucionar los problemas que aquejan a sus ciudadanos, sea por la vía que sea, pactando hasta con el mismísimo si es necesario, pero proporcionar el bienestar a su pueblo como primera y única ley a cumplir por todos y para todos, porque no hay justificación alguna, ni bloqueo o embargo económico, ni la crisis mundial, ni los americanos son unos hijos de puta, ni el cuc es más fuerte que el dólar, ni los vaivenes de la bolsa y ni el cambio climático para que un sólo niño, escúchenme bien, un sólo niño, se acueste con hambre, juegue descalzo, añore algo tan básico como un juguete, un dulce, “pasear en coche” o sólo pueda tomar leche hasta los siete años de edad.
La dictadura cubana, la nefasta tiranía totalitaria, criminal e ilegal que campea por su respeto en nuestra patria desde el 1 de Enero de 1959, ha tenido suficiente tiempo para solucionar todos estos problemas, casi 60 años, un tiempo enorme, descomunal e impensado hasta para las más estúpidas e ineptas administraciones, pero: ¿Por qué no lo ha hecho? ¿Por qué mantiene la misma política ineficaz, retrograda y probadamente improductiva? ¿Por qué es tan indolente ante los horrores que vive el pueblo día tras día? ¿Por qué se empeña en mantener a los cubanos pasando tanto trabajo? ¿Cuál es el objetivo de mantener a Cuba como uno de los países más atrasados del mundo?
La manipulación del cuento de la isla “bloqueada” por parte de la potencia bla, bla, bla, le ha servido a la tiranía castrista para justificar su inoperancia, su bochornoso fracaso, su improductividad y, sobre todas las cosas, el robo, el enriquecimiento ilícito, las cuantiosas fortunas de una dinastía familiar y la de sus más fieles sirvientes y “migajeros” oportunistas.
Pero todos estos hijos de puta tienen que pagar por lo que nos han hecho, no nos valdrá entonces el cuento de que la culpa es del enemigo de afuera, yo estoy seguro que la mayor parte de los cubanos no quisimos ni pedimos esta miseria ni a esta dictadura, no apoyamos sus dimes y diretes gubernamentales ni sus perretas internacionales pues antes que todo eso preferimos que nuestros hijos coman, se vistan y jueguen con decencia, con alegría y sin la Luna como único candil.
Les ruego perdonen mi rabia y mis exabruptos pero no puedo contenerme, les juro que me duele profundamente ver a tantos cubanos padeciendo innecesariamente esta situación a la que nos han obligado a vivir, sin merecerlo, porque somos un pueblo noble, trabajador, sacrificado y emprendedor, somos, en definitiva, un pueblo lindo y grande que siempre soñó, y aun lo hace, con un país próspero y de muchas oportunidades para todos.
¡Maldita dictadura castrista!
Ricardo Santiago.




4 comentarios en «¿Nos merecemos los cubanos tanta miseria y sufrimiento?»

  1. Ya es hora que el pueblo cubano despierte. Porque no puede ser posible que un pais tan hermoso viva aun en el siglo pasado. Y con tanta escasez. Ojala vengan mejores tiempos

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    • Claro que nosotros ni ningún pueblo se merece la pobreza. Pero nosotros nos la hemos buscado. Digo esto porque nosotros fuimos los que en gran mayoría permitimos que los castros hicieran con cuba lo que han querido.El pueblo no protestó nunca cuando mentía y nos trataba como carneros.y fuimos nosotros los que repudiados a nuestros hermanos que se dieron cuenta muy rápido de lo que nos venia encima. Hermanos cubanos que dieron sus vidas y muchos sacrificios para salvarnos de la dictadura.Nosotros los cubanos somos muy confiados y le creemos el cuento a cualquier tipo que nos hable bonito.Pero lo más triste de todo es que después de 59 años todavía aya tanta jente que aguanten tanta miseria y mentiras.Y lo peor de todo es que siempre estamos esperando a que nos den una ayuda. Los cubanos siempre estamos esperando a que alguien nos ayude. Obama lo dijo bien claro.Los cambios en Cuba solo lo puede hacer el pueblo cubanos.pero alparecer sus palabras no han caído en tierra fértil.

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