“Dice una voz popular…” que el comunismo no existe, nunca existió y nunca existirá porque no hay Dios, perdón, no hay Lenin, no hay chino, no hay norcoreano, no hay castro, no hay bolchevique ni “menchevique” que sean capaces de llevar a la práctica física, a la concreta, al supositorio con envoltorio y a la vida de cualquier ser humano, la cantidad de teorías mierderas que “ensamblaron”, en unos cuantos libros, aquellos dos “burgueses” traidores que querían vivir sin tener que trabajar.
Aun así, visto y comprobado por la inmensa mayoría de la humanidad y que “vox populis” tiene toda la razón, yo soy de ese poquito porciento de mortales que dice que el comunismo sí existe, que aun hoy está impuesto con sangre en algunas partes del mundo, que es el nombre de muchos partidos políticos inscritos “legalmente” en diferentes países, que cuentan con su “buen” material de estudio y, sobre todo, y es a lo que en realidad quiero referirme, tiene un montón de imbéciles que todavía cantan con “orgullo” la ridícula cancioncita morcillera de: “Soy comunista, toda la vida, oh bella ciao bella ciao bella ciao ciao ciao, soy comunista, toda la vida, y comunista he de morir…”.
En mi caso cuando me hablan de comunismo, cuando intentan involucrarme en esas discusiones bizantinas de que sí pero no, pero mira muchacho, no te hagas el gracioso, no seas tan autosuficiente, mira que el “tipo” es una falacia, una falsedad, un cuento pa’ engañar bobos, una maricona’ política, una palangana con tremendo perro hueco, lo más grande con lo mas chiquito o una jugarreta ideológica para enmascarar y justificar el totalitarismo, la eternización de los jerarcas, el bayú del proletariado, un estancamiento social, la paralización de las ideas, se te queman los frijoles, prohibido opinar, mear de pie y mucho sacrificio y toneladas de abnegación, a mí, irremediablemente e inmediatamente, me viene a la cabeza el ejemplo de Cuba, mi país.
Digo esto porque el castrismo, y esta idea mía les puede gustar o no, institucionalizó a la cañona en Cuba el comunismo y ante la incredulidad, la boca abierta o el aplauso de los cubanos, nos ha endilgado un partido comunista, que hoy preside el general partido, como la fuerza rectora y superior de la sociedad cubana, incluso, por encima de la “carta magna” de la nación. Un disparate pero una realidad.
Yo digo que quienes ejercen el control de la vida en Cuba, y con esto abarco los renglones políticos, económicos, sociales y culturales de la nación, se autodenominan comunistas, lo justifican todo con el comunismo, dicen que es lo máximo, lo mejor que se ha inventado y que es por eso que la “revolución” siempre le dio comunismo a fidel y socialismo pa’ los cubanos.
El caso es que esos criminales, porque para mí es lo que son, pudieron llamarse de otra manera, escoger otro nombre y otra teoría para sustentar su “partido”, seleccionar un color menos universal para sus andanzas, pero no, después de más de 50 años en la cima de la pirámide “alimentaria” en Cuba persisten en ser comunistas, rojos y “comunista he de morir”.
Dice mi amiga la cínica que el comunismo es la cosa más desprestigiada del mundo, que nadie cree en esa mierda, que incluso en los países “inteligentes” los dejan pernoctar porque son inofensivos y ni los subversivos de izquierda se les acercan para no deshonrarse, que solo los castristas persisten en hacer el ridículo pues son tan imbéciles y tan prepotentes que se niegan a reconocer su fracaso y continúan con su orgullo gay, digo, perdón, con su orgullo político de uno en fondo, baboseando el cambolo y cantando cancioncitas chambeloneras.
Por eso creo que el comunismo sí existe aunque la práctica demuestre lo contrario. Si esos degenerados se empeñan en llamarse de esa manera que se jodan, yo les creo.
Porque los cubanos no podemos olvidar, nunca tenemos que olvidar que en nombre de esa maldita ideología, de ese pérfido partido y de sus cómplices militantes, se asesinaron a cientos de miles de compatriotas, murieron cientos de miles de compatriotas y nos exiliamos millones y millones de cubanos.
El socialismo es blanco fantasma porque ese sí que no existe, el socialismo es el cuento de la buena pipa donde el hambre es pa’ hoy y pa’ mañana mientras quienes ostentan el poder viven como parásitos barrigones obligando al pueblo a gritar socialismo o te mueres.
Yo digo que el comunismo, teoría o práctica aparte, también “existe” para que las personas no olvidemos nunca que es la “ideología” que más victimas carga sobre sus asquerosas espaldas en toda la historia de la humanidad.
Ricardo Santiago.