Raúl Castro salta, gime, llora, grita y se le salen los mocos porque el guapetón del barrio le quiere quitar su chambelona y ya no está el “bárbaro” de su hermanito para defenderlo.
Raúl Castro ordena más y más represión contra los opositores y la disidencia pacífica. Tiene miedo. Es natural. Sabe mejor que nadie que debe morirse de viejo, o de una “larga y penosa enfermedad”, para evitar que el pueblo le haga pagar por todo cuanto nos hace y, de paso, no le cobremos por lo que hizo el otro también, el muerto, el “bárbaro”.
Raúl Castro se visualiza sólo, desnudo, indefenso, emitiendo súplicas y sollozando los mil perdones, intuye que será arrastrado por las calles, enjuiciado públicamente por cientos de miles de cubanos que quieren hacerle lo suyo: mordidas, escupidas, bofetones, patadas, pellizcos, jalones de pelo y cuanto agravio ayude a aliviar en algo las injurias cometidas por esa tiranía a un pueblo noble, nada vengativo, pero necesitado.
El cubano sabe perdonar y quiere hacerlo, pasa que la maldad de estos tipos es demasiado grande y extensa. Al menos uno de ellos tiene que enfrentar físicamente la rabia y el dolor acumulados en un país donde estos sujetos han desgobernado y han ejercido por casi 60 años la más cruel dictadura en la historia de la humanidad. Los otros, los muchos otros, deberán ser procesados judicialmente y sancionados de acuerdo al tamaño de sus maldades, estos crímenes no deben ni pueden quedar impunes.
Cuba sufre y agoniza.
Raúl Castro sabe que está asfixiado económicamente, es consciente que heredó un cadáver, que él también ayudó a asesinar, pero que hoy es su única responsabilidad. La crisis eterna que sufre Cuba es irreversible mientras él y “ellos” estén irresponsablemente, ilegalmente, forzadamente y delincuencialmente manejando los destinos de la nación cubana.
La historia de violencia contra el pueblo se repite una vez más. Tras los discursitos de: apriétense los pantalones, la cosa esta mala, los créditos internacionales nos esquivan, nadie quiere invertir en mi peluquería, la crisis en el sudeste asiático esta del cara’, mira la batea como se menea y el bloqueo norteamericano es el causante de todas nuestras desgracias…, tras toda esa muela cancina, vacía, repetitiva y justificadora de la ineptitud administrativa del apellido Castro: prepárense cubanos que vienen los galletazos, las detenciones arbitrarias, el estado de terror, los juicios sumarios, la cárcel, los mítines de repudio, el desconsuelo, la arbitrariedad, la muerte y: “al que se me haga el gracioso le parto las patas…”.
Ese es en definitiva el modus operandi de la dictadura de los Castro y ya todo el mundo lo sabe.
Hace unos días un amigo me comentó que la maquinaria represiva castro-dólar-cuc tiene una plantilla de hombres y mujeres “escuchas”, adscrita al Consejo de Estado, y que la función de estos tipos y tipas, entre otras cosas, es medir la opinión pública nacional con respecto a los temas más candentes del momento, así como monitorear el estado de ánimo del pueblo para que los esbirros en el poder pueden apretar o aflojar a su antojo “el lazo inocente y dulce de la revolución”.
De todas maneras la fórmula empleada por la dictadura castro-comunista es bien conocida, o “abren las fronteras” y permiten el éxodo masivo de cubanos hacia los Estados Unidos, culpando a la Ley de Ajuste Cubano, por supuesto, o desatan una ola represiva encarcelando con cualquier pretexto de delito común a los opositores, resistencia pacífica, disidentes o sencillamente cuando “haya más de tres cubanos conversando en una esquina”.
Dice mi amiga la cínica que la chambelona de Raúl Castro la ha chupeteado tanta gente que no se sabe quién la contagió con esa terrible bacteria, y ese es su gran problema, el tremendo final que se le avecina.
Raúl Castro está aterrorizado porque sabe que de un momento a otro “eso” que heredó le va a explotar en la cara.
Que Lucifer se apiade de lo que tenga metido en el hueco donde va el alma…
SOLO deseo que buelva la felicidad a toda las familias cubanas,que la diviciòn que creo fidel termine que las familia que esten peliados o resentidos se perdonen y todo buela hacer como antes…que ningun cubano tenga que pedir permiso para entrar a su tierra..ser feliz es un derecho, fuimos manipulado unos en contra de otros y al final todos somos uno, un solo pueblo una sola naciòn,que dios ilumine mi pueblo y que conseda su mayor deceo que es ser libres de castroscomunismo……………. deseo que pasen un maravilloso domingo.. mi saludos y que dios los vendiga a todos inclullendo los que luchan por una cuba mejor…… «patria es libertad »
Alberto ramirez.12/3/2017
Buena descripción de la situación…desde hace unos 50 (del total de casi 60) esa descripción va siendo la misma… aliviada de vez en cuando por salvavidas externos…pero creo que se acabaron…la temporada es de «aprietame el zapato» porque el mundo no resiste más el desastre en que lo han metido y poco a poco vuelve a la lógica, lo que es alarmante para esa jauría internacional a la que ellos pertenecen. Ya no hay brujería que valga, discirditos trasendentales en algún foro, o robolucionarios amigos en alza….aprietense la peluca que el viaje es largo…..!!!!
Muy de acuerdo, ojalá que llegue pronto el final de los Castros