Vergüenza contra castrismo.



Quiero empezar diciendo, es más, estoy muy convencido, de que el castrismo trascendió el concepto de filosofía dictatorial social-demagoga, dejó de ser la alevosa y malévola estrategia de un fulano para dominar a una nación y a un pueblo y sobrepasó ser una ideología que justifica el accionar de un régimen tiránico y totalitario para convertirse en una expresión de vida que desgraciadamente contaminó al 97 por ciento de los cubanos nacidos después de 1959.
Muchos de los que conformamos ese 97 por ciento, aun cuando nos dimos cuenta que esa revolución era una gran estafa y decidimos combatirla con “nuestras propias armas”, nunca hemos logrado desprendernos de la maldita agonía que significa cargar sobre nuestras espaldas, a nivel de pensamiento y actitudes, digo, esa malformación espiritual e, increíblemente, pretendemos enfrentarnos a tal maquinaria de muerte, destrucción e intolerancia, con los mismos argumentos que ellos utilizan y que heredamos de nuestra formación como hombres nuevos-nuevecitos.
Porque cubanos, no nos engañemos, quienes nos graduamos en las Universidades del castrismo, para poner un solo ejemplo, bajo el lema de la Universidad para los revolucionarios, como fue siempre en Cuba después de Enero del 59, nos guste o no, nos inocularon en vena la esencia de ese dogma antinatural, de esa demoledora maquinaria de la lógica, de la incomprensión totalitaria a la idea ajena, de la ceguera política y del unipartidismo “insolidario” y hoy, inconscientemente, nos manifestamos igualitico a como lo hacen los más ridículos exponentes del “yo soy fidel”.
Porque en la vida real no tenemos que ir muy lejos para entender cuánto estoy diciendo, baste con que usted le haga una crítica, un mínimo señalamiento, una simple observación a cualquiera de los que hoy se dicen ser opositores al castrismo, líderes de opinión o barítonos de los facebook live, para que enseguida te bloqueen, te borren o, en el mejor de los casos, te agredan con una sarta de improperios como lo hacen los puti-ciberguerrilleros del odioso e intolerante aparato contestón castrista.
Mi punto es que el castrismo nos lleva ventaja, mucha ventaja. Esos degenerados tienen más de 60 años de experiencia creando héroes y mártires para reventar aplausos o lagrimear multitudes, líderes a favor o en contra de sus intereses, estados de opinión, campañas de desprestigio contra los disidentes, malas ideas, chismes, violencia ciudadana, lenguaje grosero, desacreditaciones contra un individuo o grupo de ellos, mala intención, falsos profetas y toda una parafernalia de actitudes que van desde la agresión verbal, con sus consabidas mentadas de madre, hasta los fascistas mítines de repudio que han trascendido las calles de Cuba y se han posicionado, para vergüenza ajena de los cubanos decentes, en las redes sociales.
Muchos nos desgastamos hoy criticando a la oposición cubana por asuntos netamente “bodegueros” y es una pena. Yo soy del criterio de que la oposición al régimen castrista es muchísimo más fuerte que diez, veinte y treinta años atrás porque sencillamente hemos crecido en número, nos hemos quintuplicado porque hoy muchísimos cubanos nos quitamos la venda que nos amarraron a los ojos y, desde la posición personal de cada cual, esgrimimos nuestra negativa a seguirle el juego a esos rompequijá de la decencia y de la verdadera cubanía.
Atención cubanos, los lideres no se hacen, no se fabrican, no se improvisan ni podemos permitir que nos los vendan porque “tiran” discursos pompeyanos, recitan poesías patrioteras, ponen caritas de yo no fui pa’ salir en los videos “feisbuleros” o se deshacen en griterías insustanciales de más alto que no se oye para llamar la atención y cautivar nuestras simpatías.
Hoy son muchas las figuras en el panorama de la oposición cubana que le están mostrando de frente la cara a la dictadura castrista, algo que yo nunca hice, y eso merece todo nuestro respeto estemos de acuerdo con los métodos que utilizan o no.
Dejemos de instigar, desde la comodidad del exilio, acciones violentas con tiros, escopetas y AR-15 para que otros pongan los muertos cuando se sabe que la agresividad del castrismo no conoce límites y no va a medirse para tirar los tanques, las brigadas especiales y las bandas paramilitares a reprimir y matar por tal de preservar un “orden” que les representa su única forma de subsistencia pues no tienen otro lugar en esta bendita y tolerante tierra donde ir a esconderse.
Soy del criterio, y lo defiendo con todas mis fuerzas, de que hoy por hoy nadie tiene la verdad absoluta para derrotar a la bestia, pero, si nos fijamos un poquito, en la actitud de cada uno de nosotros puede estar el punto de partida para desenmarañar la madeja de esa desgracia que se llama dictadura castro-comunista, y es la vergüenza cubanos, la VERGÜENZA.
Ricardo Santiago.



1 comentario en «Vergüenza contra castrismo.»

  1. Tu no eres Chivas ni tienes verguenza, tu eres un fracasado lleno de odio que denigra su pais y una revolucion que pase lo que pase ya hizo mas por su pueblo que todos los gobiernos anteriores juntos …. date un tiro hijo pero no por ideas patrioticas sino por fracasado y por verguenza con tu pais al que profesas un profundo odio tus comentarios solo sirven para enfermar mas a personas ignorantes, ambiciosas y resentidas que solo hacen daño.

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