Dios me perdone pero: ¡Qué mal me cae el Delegado “Alarcón”!



No me lo trago, no me pasa por el gaznate ni aunque intente bajarlo con un garrafón de jugo de naranja, y miren que el jugo de ese maravilloso cítrico es mi debilidad pero qué va, el tipo se me atraviesa en la boca, como gato que lo quieren tirar pa’l agua, y solo me deja oír sus gritos y sus pataletas para que le coticen los cinco, los diez o los veinte fulitas por cabeza para cambiar, según él, a la revolución del picadillo por su revolución del “bistec” con leche, digo, con papitas fritas.
Pasa que a los cubanos hace 60 años nos mordieron con esas mismas muelas, con esos mismos dientes y nos dejaron tantas marcas en el cuerpo y en el alma que ni siquiera un tiempo tan “descojonantemente” largo nos las ha podido aliviar y hacer desaparecer.
Como siempre digo, cuando me refiero a este Delegado del poder popular, mi opinión está sustentada sobre mi percepción y la muy mala impresión que me provoca cada vez que he pasado, de refilón, por algunas de sus “directas presidenciales” y no por los “cuentos de horror y misterio” de que si es un guarapito meaposte de fidel castro o, como le escuché a alguien decir una vez, un “teniente” de los órganos represivos de la dictadura castrista.
El único video que sí me disparé completico, para entender el origen o cómo se inventó el pirulí tunero, fue el “famoso” encuentro con el tristemente célebre “compañero” alarcón en las dependencias de un centro estudiantil que, como todo el mundo sabe, fue creado por la “computadora” 485 de Birán, para combatir al “enemigo” pues fidel, seguro, a los yanquis…
Yo siempre he dicho que los cubanos, en este tema del castro-comunismo, tenemos que tener los ojos y la memoria bien abiertos. Hoy nos puede parecer, desde aquí desde el exilio, una tontería y una imbecilidad las cosas que este militante bien combativo le planteó, en aquel “encuentro”, como preocupación general de los jóvenes revolucionarios que querían un mejor país y una mejor revolución, una osadía cándida, pero si nos ubicamos en la fecha y en el lugar en que sucedieron los hechos, no es ni tan simple ni tan ingenuo.
Por mi experiencia en la Universidad, y nada que ver la Facultad de Filología con el cuartel general de los “Zuckerberg” de las ciencias informáticas, por mucho, pero muchísimo menos que esas “preocupaciones” de este joven “mambí” cibernético, los comisarios políticos defensores de la integridad de la patria socialista, que son unos cuantos, le hubieran propinado una buena patada en el c… para mandarlo directico pa’ Las Tunas, le habrían quitado hasta los lápices y las libretas, porque como todo el mundo sabe en Cuba todo es propiedad del partido comunista, y ese infeliz no hubiera podido levantar cabeza ni ser persona en toda su “preocupada y revolucionaria” existencia.
Dice mi amiga la cínica, porque vimos el susodicho material audiovisual “together”, que en la vida real “dejar sin palabras” o sin respuestas a un funcionario castrista es la cosa más sencilla del mundo, que ni siquiera el mismísimo mambrú fidel castro podía soportar el más simple cuestionamiento sobre su mierda de revolución pues el tipo no tenía ni el más mínimo argumento creíble para justificar el tremendísimo desastre que le había causado a Cuba y a los cubanos sin que la gente se burlara de él.
Pero a lo que voy, y es al nuevo “comandante” de algunos cubanos ingenuos que se están prestando para validar otra farsa “democrática», que en realidad no son muchos pero que los están haciendo parecer como el pueblo, unido, jamás será vencido luchando por su “presidente”, yo digo que este pequeñajo, políticamente hablando, que cuando sale en “televisión” aprieta la boquita, frunce el ceño, cambia miles de veces la carita, asume poses de líderes populistas, hace comparaciones ridículas, subyuga a las diez o doce personas que asisten a sus mítines y hasta se atreve a corregir las opiniones ajenas, se quiso pasar de listo, empezó a llorar sobre lo “llorado” y desde el primer día en que se paró a hablar de la libertad de Cuba confundió los conceptos, negó la tradición de lucha del exilio cubano, se vendió como pan de Gloria acabadito de sacar del horno y comprometió a quienes creyeron en él sinceramente en una recaudación de fondos libertarios que, en la práctica de la vida…
Una última cosita, observen cómo el Delegado va adecuando su “discurso” y lo va haciendo más “asequible” en dependencia de las críticas que recibe.
Ricardo Santiago.



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