A los cubanos, después de 60 larguísimos años de soportar esa cruel dictadura, de conocerle sus podridas entrañas, de ser los principales dolientes en ese macabro experimento de socialismo tropical, de ser quienes hemos padecido y sufrido toda esa porquería de “justicia social” y de, sobre todas las cosas, estar hastiados de tantas mentiras, descaro, ilegalidades, usurpaciones, represiones, adoctrinamientos y prohibiciones, ya nada, absolutamente nada, de esa dictadura fascista-socialista-fidelista, debe alarmarnos, asustarnos o sorprendernos.
Y es que la mierda del castrismo es cíclica. La dictadura “revolucionaria” de los hermanos «Pinzones», uno con la pata estira’ y el otro a punto de caramelo, es el único “ente” en toda la historia de la humanidad que se regodea en su propio estercolero y es capaz, cada muy cortos períodos de tiempo, volver sobre sus propios absurdos, enfatizar los disparates que practica, recrudecer sus estupideces, readaptar absurdos a su “cuenta y riesgo”, decir ocho donde dijo ochenta y ocho y menear la colita, como una señorita, porque confía en que todo el pueblo sabe que quien no apoye esos criminales proyectos está condenado a muerte.
A la manipulación desvergonzada y grosera, que acostumbran a practicar esos delincuentes del clan de vividores del castrismo, tenemos que sumar la intimidación, la coacción, el chantaje y la represión como los instrumentos fundamentales de “aprobación” popular en los que se sustenta la dictadura para mentir y decir que el pueblo los apoya, que cree en el socialismo, que ama a fidel y que se va por la guardarraya, por la guardarraya, diciendo adiós, diciendo adiós…
Mucho se ha hablado en estos últimos días, desde todos los puntos de vista, acerca de este nuevo invento del castrismo por “constituir”, en “sagrado” documento, “nuevas” ideas a su papelón constituyente para hacerlo más “flexible”, más revolucionario y más socialista.
Esta pandilla de inconsultos quiere someter al escrutinio popular, incluyendo al exilio dolido, sufrido e ignorado históricamente por ellos mismos, este proyecto de “carta magna” donde, independientemente de los retoques con colorete pasado de moda que le han hecho, reafirman el carácter socialista del sistema político-económico en Cuba y el papel del partido comunista como el órgano rector de la sociedad.
A mí que no me jodan, y confieso que ni he leído ni leeré ese mamotreto burlón, estúpido, falso, incongruente y “picadillezco” porque considero que no existe nada más falta de respeto, agresivo, humillante y destructivo para un pueblo, su historia, sus aspiraciones y anhelos que esa maniobra desesperada del anti-cubanismo castrista para perpetuarse, por los siglos de los siglos, en el alma, las aspiraciones y los sueños de los cubanos.
Sé que a muchos amigos no les gusta que utilice palabras soeces en mis escritos, y les ruego me perdonen, pero es que en este caso no cabe otra pues en lo referente a esta nueva triquiñuela castrista no tengo otra que decir que la mierda es mierda aunque intenten adornarla con cintas de colores, palabras que no dicen nada, trampas del destino, suspiros del mismo sexo, propiedades privadas inexistentes y “suavizantes” industriales de última hora para enmascarar un hedor que lleva 60 años maltratando y lastimando el olfato de los cubanos.
La práctica del castrismo nos ha enseñado a todos que esa gente nunca aprobará nada que beneficie al pueblo y perjudique sus intenciones de control, dominio y poder en Cuba. Esa dictadura jamás cederá un milímetro para favorecer el reclamo popular porque sabe que es tanto lo que tendrían que cambiar que, de hacerlo, perderían su esencia de junta militar esclavista, opresora y abusadora.
Toda esa parafernalia de consulta popular es puro cuento. El escrutinio a consulta de la “nueva”, pero muy vieja, constitución socialista es un paripé fantasioso para hacernos creer a los cubanos que la tiranía “democratiza” sus ganas de matar y las hace menos dañina cuando en realidad sucede todo lo contrario. Los castro se saben perdidos, el general partido se muere, están cayendo como moscas los viejos esbirros del régimen y la nueva clase de tiranuelos de a dedo quiere garantizar que el futuro pertenezca por entero al “socialismo”.
Los cubanos con sentido común no podemos aceptar esta nueva “putada” del general partido y del paramecio canel que tiene la única intención de cambiar las viejas cadenas por un nuevo y sofisticado cable de titanio alrededor del cuello de los cubanos. Nuestra inteligencia, experiencia y sabiduría, aprendida y aprehendida por 60 años de sufrimientos, debe ir más allá y decirles NO, ni Cuba ni los cubanos tenemos que discutir nada con ustedes salvo su rendición incondicional para que sean juzgados, como se merecen, por tantos años de crímenes, robos e ignominias cometidos contra un país y su pueblo.
Ricardo Santiago.
Ricardo me encantan tus comentarios es la verdad y nada mas que la verdad
Gracias por tu comentario Justo, amigo, un abrazo.
medite mucho y llegue a una conclusion,la libertad de cuba llegaria rapido si raul fuera como fidel,que no queria a nadie y solo penso en disfrutar el solito su adorado poder,,,,,raul,por desgracia,quiere a sus hijos y nietos y aspira a seguir el castrismo manteniendolos anclados en la cupular,,,,,,tuvimos esa suerte con el invicto,con este no