A propósito de un “cumpleaños”, fidel castro, la mentira perfecta o la gran estafa.

Hoy es el segundo día más negro en la historia de Cuba.
fidel castro nos cambió la vida a los cubanos con un invento de revolución que, a mi juicio, y es mi objetivo en esta vida desmitificar, nunca fue social, de los humildes y para los humildes, de obreros y campesinos y, mucho, pero muchísimo menos, cubana, martiana y humanista.
La década de los 60s del Siglo pasado fue una época bien convulsa en la historia de la humanidad. La guerra de Vietnam, los movimientos sociales en los principales países del mundo, el auge de la izquierda internacional, las protestas juveniles, el recrudecimiento de la Guerra Fría, la crisis de los misiles en Cuba y el surgimiento de “focos guerrilleros” en algunos países de África, Asia y América Latina, entre otros factores, fueron un buen caldo de cultivo para que fidel castro, tan oportunista como era el muy hijo de puta, saltara a la palestra pública internacional como uno de los personajes más “significativos” de las fuerzas “progresistas” de aquel entonces.
El tema es que, como buen oportunista, depredador, cínico, embaucador, caudillero y mentiroso, “nuestro” comandante de las penurias eternas, supo aprovecharse de esa coyuntura y no solo saltó a la “fama”, no, también la correteó, la zapateó, la fabricó, la empujó y la manipuló a su favor para ponerse, como siempre lo había soñado, en el foco de atención de los paparazis ideológicos y la farándula politiquera practicante del “amor libre”.
A Cuba y a los cubanos nos usó a su antojo y conveniencia. Nuestro país desde el mismísimo 1 de Enero de 1959 se convirtió en su finca personal y en un laboratorio donde puso en práctica los mas estúpidos, inconcebibles e irrealizables proyectos económicos, sociales, culturales, las más absurdas campañas nacionales e internacionales, un internacionalismo proletario que solo desgastó al pueblo cubano y sirvió para publicitar su falsa imagen de hombre “altruista”, nos enfrentó a muerte contra los Estados Unidos y nos obligó a convertirnos en enemigos irreconciliables de “los rubios” so pena de ser acusados de traición a la patria o eternos enemigos del “guarapo socialista”, en fin, que cada paso que dio ese criminal de guerra y de paz fue para hundir a la nación cubana, a sus hombres y a su historia, en una espiral de miseria física y espiritual, involución, subdesarrollo, escasez, hambre, necesidades y a la pérdida de todo cuanto se había logrado en materia de constitucionalidad, civismo, democracia y prosperidad antes de su ridícula entrada con el Manifiesto Comunista debajo del brazo.
Cada paso que daba iba precedido de una extensa perorata pública a la que llamaba discursos. En realidad eran diarreas de ideas absurdas donde la mayor parte de las palabras estaban dedicadas a atacar al “Imperio del Norte” y el resto a exaltar los “logros” de una revolución que únicamente se podían ver en el papel y para nada en la mesa o en la vida de los cubanos.
La vida nuestra se convirtió en un eterno sacrificio, en una constante metralleta de prohibiciones, leyes absurdas, coacción a las libertades civiles, represión a las ideas políticas, religiosas y de género que, sumadas a la escasez, al desabastecimiento y al descontrol terminaron por convertir a Cuba en uno de los países más corruptos y miserables del mundo.
fidel castro es el enemigo público número uno de Cuba y de los cubanos, como tal tenemos y debemos asumirlo, no trajo a Cuba nada de lo que tanto cacareó y alardeó aun cuando tuvo más de 50 años para cumplirlo y, en cambio, sí mucha miseria, abandono, desprotección y muerte.
Ese tipejo es el causante directo de la desfragmentación y enemistad de la familia cubana, de la pérdida de los valores más elementales de civismo y decencia, de la exacerbación del oportunismo, la delación, la traición y la cobardía entre los cubanos por tal de alcanzar estúpidas prebendas, superfluos reconocimientos políticos o “importantes” puestos de trabajo.
No creamos más en la mentira de las gratuidades de esa revolución, no ayudemos a convertir el veneno en azúcar pues ni la instrucción escolar, ni los servicios sanitarios, ni la canasta básica, ni la vida en Cuba son gratis, en realidad son las más caras del mundo porque el pueblo las paga al cuatrocientos porciento y a cambio recibe un miserable salario que es una verdadera burla al esfuerzo y al sacrificio.
fidel castro no fue ni estadista, ni revolucionario, ni comandante ni nada de lo que nos han hecho creer, fue sencillamente un delincuente que aprovechó el momento y el tiempo para convertirse en un dictador y en uno de los hombres más ricos del mundo.
A ese sujeto tenemos que pisotearlo constantemente para que las nuevas generaciones entiendan dónde empezó la desgracia que hoy viven Cuba y los cubanos.
Ricardo Santiago.