Y, a los cubanos, al final, de qué carajo nos sirvió esa mierda de patria o muerte, venceremos.



Si usted se pone a pensar, y a calcular, sobre todo a calcular, cuántos gritos de patria o muerte, venceremos, hemos soltado los cubanos en estos 60 años de revolución del picadillo, ni todas las cazuelas, los cubos, las cantimploras y los tubitos de desodorante vacíos bastarían para contener el tamaño bochinche patriotero de un pueblo apoyando una consigna reaccionaria que no significa otra cosa que negar la Patria, negar la vida y hacerle creer al universo que los cubanos nos tomamos la sopa con tenedor.
Y yo pregunto: ¿A qué y a quiénes hemos vencido en estos 60 años?
Así mismo, la pura verdad y la “real” realidad. Porque al capitalismo ni por asomo, hoy alrededor de 4 millones de cubanos nos sumamos a esa “salvajada” de sistema económico y vivimos muy felices y contentos, al ejército americano tampoco porque nunca nos enfrentamos a ellos a no ser en Granada que…, a que el socialismo nos colocaría en el pináculo del mundo desarrollado, un chiste de muy mal gusto, al hambre embutida, ni esta salchichita, a la guerra de los cambolos, hum, en el beisbol, ni hablar, y así sucesivamente en todas las campañas en que nos metió el castrismo con la falsa ilusión de que nacimos para vencer y no para ser vencidos porque tenemos un fidel, una revolución y tremendo perro hueco en el techo de mi casa.
Yo siempre digo que un país, cuando es libre y verdaderamente democrático, cuando incluye, y no excluye, a todos sus ciudadanos por igual, cuando es una nación de respeto, entonces solo así es Patria libre que quiere vida, nada de muerte, quiere a sus hijos respirando a pulmones repletos y con un espacio propio para que encuentren su felicidad sin trabas, sin represiones y sin decretos.
Porque no existe nada más alejado del significado Patria que la muerte, esa muerte que nos ha querido imponer la dictadura de los castro porque se creen los dueños de Cuba y disponen, nos regulan y nos racionan hasta el agua, la luz, los tormentos y las ilusiones.
Todo cuanto esos hijos de puta nos han inculcado a los cubanos es que la “revolución”, esa maldita revolución de porquería, está por encima de la vida de todos nosotros y que debemos, sin pensarlo, sacrificarnos y morir por ella a cambio de un mísero jabón y un poco de picadillo de soya.
Pero, falso, un patriotismo muy repugnante, porque Patria nunca será revolución castrista, nada tiene que ver una cosa con la otra, nada tiene que ver el ideario más puro de una nación con las ambiciones y las mezquindades de una dictadura.
Dice mi amiga la cínica que el mejor ejemplo de antipatriotismo es el mismísimo fidel castro, ese sujeto jamás se inmoló por ninguna causa, nunca recibió ni una heridita “en combate” y se fue del parque sin siquiera reconocer la miseria que causó en Cuba y a la que arrastró sin remedio a todos los cubanos.
Propongo que nos detengamos un minuto, con un solo minuto basta, y nos daremos cuenta que en estos 60 años de revolución con minúsculas nunca hemos vencido a nadie ni a nada, que hemos puesto, eso sí, muchísimos muertos en las llamadas guerras internacionalistas, en las falsas ayudas “desinteresadas” a “países hermanos”, en las disparatadas “cooperaciones” y en los reales planes expansionistas para exportar un socialismo de alcantarilla que destruye todo cuanto toca.
Preguntémosle a las madres, a los padres y a los familiares de los miles de cubanos que han perdido la vida en otros países cumpliendo las llamadas “misiones” qué piensan sobre esos venceremos.
El castrismo supo manejar, mejor que cualquier otra dictadura del mismo corte sanguinario, la consigna patriotera como motor “impulsor” del ánimo de un pueblo que, “marchando constantemente hacia adelante”, siempre retrocede y retrocede a un fondo donde se revuelcan la mediocridad, la chusmeria, el desinterés, la inflación, el abre que voy, los miedos y la nostalgia.
Por favor cubanos, dejemos de creer que vencimos o venceremos, en realidad el exilio sabe a derrota porque es salvación y no elección, porque la dictadura castrista, mientras exista, es la mayor prueba de que no hemos ganado nada y porque en esta vida, por lo menos en esta que todos queremos, no se trata de muerte, ni de consignas y ni de calenturas ideológicas, se trata de: “Patria es humanidad”, así de grande.
Ricardo Santiago.



4 comentarios en «Y, a los cubanos, al final, de qué carajo nos sirvió esa mierda de patria o muerte, venceremos.»

  1. El 85% de los seres humanos no son inteligentes, esa es la razon por la que se entuciasman con polticas que les prometen El Paraiso y no son capaces de entender que el univo sistema de vida social es el Liberalismo. Que es el Liberalismo?: todo lo contrario del comunismo y el populismo. Ser Liberal es el potencial de todo ser humano que desarrolla sus iniciativas, trabajo, respeto a la propiedad privada, educacion, etc. con la minima intervencion de Estado que tiene otros temas a de su responsabilidad:Justicia, infraestructura, seguridad, salud, etc. y no un Estado Empresario coimero lleno de gente inutil y que para mantener ese lastre ahoga con impuestos las actividades productivas generadas del esfuerzo de la creatividad de sus habitantes. Es lamentable que cuando el comunismo le comio su vida, se arrepientan por ser especuladores por todo se lo iba a dar el Estado y nada inteligentes.

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