¿Por qué los cubanos no nos “unimos” para luchar contra la dictadura castro-comunista?



Porque, para empezar, la unidad, vista como un todo, es etérea, inmaterial y flácida. Porque somos muchos pensando de forma diferente. Porque, está demostrado, que no todos queremos la misma “libertad” para Cuba. Porque existen miles de intereses creados a lo largo de estos 60 larguísimos años de “querer” tumbar al castrismo. Porque hay mucho oportunista y mucho sinvergüenza lucrando con el dolor y el sufrimiento de un pueblo. Porque hemos convertido el “enfrentamiento” a la dictadura castrista en un medio de vida y no en una razón de vida. Porque algunos “combatientes” ni fu, ni fa, solo money, money, más money y porque es más fácil vivir del habla que te habla que trabajar en la construcción o haciendo trabajos “fuertes”.
También porque esa idea de la unidad de todos los cubanos es falsa, es mentira y es un concepto muy manipulado. Porque no se puede unir a personas que, aun enfrentándose al mismo objetivo, tienen ideas diferentes de cómo hacerlo, cuando hacerlo y con qué hacerlo. Porque aun estando unidos podemos ser vencidos. Porque la forzada “unidad” es divisoria en sí misma. Porque nunca, a lo largo de nuestra historia nacional, hemos estado unidos para algo. Porque ni siquiera en nuestro seno familiar, en muchas ocasiones, nos ponemos de acuerdo y porque existe mucha rencilla, mucha envidia y demasiados desacuerdos entre quienes decimos querer el fin del castro-comunismo en nuestra Patria.
Porque algunos quieren dialogar con la dictadura, otros que les permitan un espacio “democrático” dentro de una férrea tiranía y, los menos, por lo que he visto a la hora de expresarse, arrasar con todo cuanto huela a castro-comunismo, demoler cada una de sus estructuras de poder, proscribir al partido comunista, llevar ante la justicia a todos los que han cometido crímenes contra los seres cubanos y erradicar para siempre, pero para siempre, de la faz de la tierra cubana, cualquier vestigio de esa denigrante, malsana y destructiva ideología que ha sumido al pueblo cubano en la más grosera de las miserias.
Y porque hay mucha babosería, mucho contubernio y mucha perdedera de tiempo para vivir, a costa de la “causa cubana”, sin tener que trabajar. Porque nos han dividido hasta matarnos entre nosotros mismos. Porque nos come, nos devora y nos traga el caudillismo. Porque la mayoría quiere salir en televisión. Porque el que reparte y reparte le toca la mayor parte. Porque no somos capaces de aceptar que otra idea es mucho más beneficiosa, para nuestra libertad, que la mía. Porque perdimos la capacidad de respetar cuando entramos en contradicción con otros. Porque dejamos de ser educados, cívicos y martianos y porque, la mayoría de nosotros, fuimos formados “intelectualmente” bajo un régimen que promueve las bravuconerías, las chusmerías, la traición, el arribismo, el oportunismo, la doble moral, la división y el patria o muerte.
Pero, lo más importante, a mi juicio, es porque, aun cuando combatimos todo lo que representa ese castrismo de porquería, actuamos como uno de ellos, es decir, no lograrnos desprendernos del “fidel” que llevamos dentro y queremos imponernos siempre, por encima de los demás, aunque estemos hablando y comiendo mucha mierda.
Los seres cubanos no podemos unirnos en esta larga lucha contra la bestia castrista porque no tenemos tradición de “unidad”. Porque nunca fuimos un pueblo unido, jamás será vencido. Porque nos siembran, desde que nacemos bajo ese criminal régimen socialista, el gen de la división, de la intolerancia, del desprecio, de la subvaloración y del quítate tú pa’ ponerme yo. Porque la unidad para alcanzar un objetivo, cualquiera que sea, no se logra por decreto, por deseos, por imposiciones y porque, además, a veces es mejor estar solos que estar mal acompañados.
Yo digo que los seres cubanos debemos sentarnos, recostarnos o acostarnos a reflexionar sobre este cacareado tema de la “unidad”. Son muchos los esfuerzos, los pedidos y la casi generalizada idea de que si nos unimos vamos a derrotar a la dictadura castrista. El problema es que, sin que me acusen de “revolucionario”, esa “unidad” es imposible cuando confluyen tantos y tantos “pensamientos” encontrados, por lo que solo perdemos un tiempo que no tenemos, le damos margen al castrismo para que “reajuste” sus criminales intenciones y nos desgastamos entre nosotros acusándonos, los unos a los otros, de unir o desunir algo que, por su propia naturaleza, siempre estará disperso.
Porque, cubanos, nuestra mayor riqueza, el arma más poderosa que hoy tenemos para “ensartar por un ojo” al tiburón sangriento, es precisamente la enorme cantidad de propuestas, de proyectos y de manifiestos donde la idea fundamental, de cada uno de ellos, es devolverle a Cuba la racional idea de pollo por pollo y pescado por pescado.
Es este el único concepto que tenemos que defender: la diversidad.
Ricardo Santiago.



5 comentarios en «¿Por qué los cubanos no nos “unimos” para luchar contra la dictadura castro-comunista?»

  1. Y que hacemos entonces, rendirnos? Creo que es nuestro deber seguir luchando. Es maravilloso esa diversidad que nos caracteriza, sería muy fructífera en la nueva república que construiríamos, pero antes hay que derrocar a una dictadura que nos desgobierna hace más de seis decenios y para lograr eso primero tenemos que aunarnos en un mismo puño y pegar fuerte. Si no somos capaces de entender que debemos unirnos como pueblo, nunca seremos dignos para obtener la libertad ni para tener una patria emancipada.

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  2. «Divide y venceras» así dijo e hizo el maldito dinosaurio en polvo, sembró el odio y la desconfianza aún en el seno de la cúpula de su régimen, a tal extremo que estamos divididos los opositores de la isla y los del exilio cuándo realmente tenemos un enemigo común, el castrismo.

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