Los “nuevos ricos” en Cuba: ¿Atrevidos, cómplices o tontos útiles?

Este es un tema que hace rato le viene dando vueltas a mis neuronas de pensar porque, desde hace un buen tiempo, vengo observando, en las redes sociales, a algunos “youtubers” cubanos que, con el cuento de crear “contenido” para jalar “vistas” y hacer su dinerito “bobo”, basan sus trabajos en “mi vida en Cuba”, cómo vivo en Cuba, la vida en Cuba, qué hago para vivir en Cuba y así, sucesivamente, temas que más que darnos una perspectiva real del constante día a día en esa isla poseída por las penurias, los martirios y las desesperaciones, recrean una falsa realidad del “mundo en que vivimos” y dan a entender que bajo una dictadura tan brutal, tan retrograda y tan represiva como aquella, se puede prosperar, se puede crecer y se puede avanzar, un pasito pa’lante María, miles de pasitos pa’trás José…

Voy a tomar como ejemplo, y no es nada personal, lo puedo jurar, no conozco a esta “feliz” criatura, un canal de Youtube que lleva el nombre de “Mi vida en Cuba”, para ilustrar este humilde y, al menos para mi, necesario comentario.

Pues resulta que su “dueña” recrea su espacio, en las redes sociales, exponiendo cada paso que da en su vida cubana haciendo constantes referencias a las renovaciones capitales de una “casita” que adquirió, a qué viandas, vegetales y carnes compra para comer en su diario acontecer en un país donde hay tanta hambre, a los restaurantes que visita cuando es requerida por sus jugos gástricos, a los muebles, utensilios, ropa y muchísima pacotilla que consigue o que algunos de sus amigos o seguidores le envían desde el “exterior”, a la vida, obra y milagros de una perrita que adoptó y a una piscinita que se tiró y que la llenó con agua cristalina en un país con tanta escasez de “potabilidad”, con tanta sed de muchas cosas y con tanto, con tantísimo calor sin que la mayoría de la gente tenga una opción, una mínima opción, donde refrescarse o donde saciar esta sed infinita que tenemos casi todos los cubanos y que, en Cuba, nos morimos con ella.

Una de las experiencias más terribles que viví en Cuba fue que por mucho que tú intentaras desarrollarte, crecer o prosperar, no lo lograbas al menos que actuaras al margen de la ley o que estuvieras en estrecho, en un muy estrecho “concubinato”, con algún miembro de esa perversa dictadura o trabajaras para su aparato represivo.

No quiero asegurar que la muchachita de marras cumpla alguno de esos requisitos en esta planilla de cuéntame tu vida compañera, pero sí me resulta muy sospechoso, extremadamente sospechoso, que en el país de los ciegos, donde los tuertos bailan constantemente sobre una cuerda floja, si no pertenecen a la cogioca dictatorial, sean desmembrados, sean decapitados o sean defenestrados, por un poder que, desde el 1 de Enero de 1959, no admite que un cubano de pueblo, un cubano normal, se salga del rebaño pues sabe que cuando los individuos tienen casa, carro y una buena mujer, su próxima aspiración es llegar a presidente de la República y eso sí que no, compañeros.

A mi esa “prosperidad” exhibida a los cuatro vientos y restregada en las narices de un pueblo que vive en la miseria, rayando en la indigencia, que las casas se les están cayendo, que no tienen qué darle de comer a sus hijos, que no tienen ropa que ponerse y que están desesperados porque en Cuba se produzca un cambio radical, es lo que me molesta, es lo que me deprime pues lejos de mostrar logros personales, en un país donde nadie es dueño, representan un lavado de cara a esa maldita tiranía castro-comunista pues afirman la absurda teoría de que se es pobre porque se quiere, se pasa hambre porque se quiere y se vive en condiciones infrahumanas porque se quiere.

No, mi «amiguita», bajo esa criminal dictadura no se avanza a menos que se pacte con el diablo. En estos más de sesenta y cinco larguísimos años, de aquí to’l mundo tiene que ser pobre, hemos visto a cientos de miles de cubanos ser “decapitados” por hacerse los “graciosos” y por querer limpiarse las uñas sucias de la miseria, así de simple, pero, además, y lo más horrible de todo esto, es la falacia que se exhibe en estos canales de youtube al querer mostrar la falsa idea de que en Cuba, Cuba socialista y de fidel, calabaza, calabaza, todo el mundo tiene casa, y el que no tenga casa…

Ricardo Santiago.

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