Muchas personas en Cuba se han hecho y se hacen esta pregunta, excelente pregunta por cierto, y con mucha razón. El problema es que la mayoría de los cubanos asocian el alto grado militar con una buena casa, un carro, una mesa bien servida y: “Siento un bombo Mamita me está llamando, Siento un bombo Mamita me está llamando, Sí, sí, son los Dandy… La realidad es que la vida y los ojos, que se hicieron pa’ ver, nos lo han demostrado con creces.
¿Quién, hoy por hoy, vive en Cuba mejor que un General?
¿Cuántos de estos militarotes Usted conoce que vivan igual que los cubanos de a pie, en las mismas condiciones?
La revolución con minúsculas de los Castros ha promovido históricamente el nepotismo, el “sociolismo” y a los hijos de puta como una clase privilegiada y con poderes de caciques tropicales, con “dientes afilados”, en sus respectivos territorios de dominación.
Un General en Cuba es un potentado y un vacilador de la carne con papa, el agua caliente para bañarse y la camita bien tendida y fresca para un “buen dormir con la conciencia limpia y tranquila”.
Los Generales en Cuba son la nueva y pudiente burguesía cubana del siglo XXI, sus hijos o descendientes directos ni hablar.
Los Generales en Cuba no son ni patriotas, ni estrategas, ni militares al servicio del pueblo o la defensa de la patria, son los nuevos ricos y testaferros de los sacrosantos dineros de la familia Castro, los que tienen la responsabilidad y el “deber sagrado” de controlar al país para que la gran corrupción imperante, en toda la sociedad, no continúe desfalcando las arcas de un grupúsculo que usurpa, confisca y limita las libertades del pueblo cubano.
El pueblo lo ve, lo sabe, lo siente: ¿Quién ya no está presente?
Raúl Castro es General de Ejército desde hace un montón de años. Muchas personas con sentido común nunca han entendido cómo este “hombrecito” barbilampiño, y con poca o ninguna historia militar o patriótica, puede ostentar tan alto grado militar y supuestamente dirigir tropas de hombres valientes y aguerridos.
Raúl Castro, para lograr algún reconocimiento, sobre todo frente a su cruel hermano, que lo pisoteaba y despreciaba constantemente, desarrolló una impresionante “fiereza”, montó un personaje de “hombre fuerte” e intransigente, de “justicia rápida” y “gatillo fusilón” a la hora de eliminar a los “enemigos de la revolución” y limpiar así el camino para que el hermano sátrapa se consolidara como el Conde en Jefe del meteorito.
En la vida real, en la práctica, en la concreta y en la historia, este hombre no tiene ni prestigio militar, ni un pensamiento estratégico coherente, ni una “teoría para el soldado comunista” que valga dos centavos o, sencillamente, pueda exhibir un pecho repleto de heridas como nuestro insigne Titán de Bronce que lo haga merecedor del verdadero respeto de los hombres.
La maldad precede al diablo y el diablo repartió grados militares y puestos de gobierno en Cuba como y cuando le salió del c…, sin importarle los valores personales, los méritos, la calidad humana y la inteligencia de los “ascendidos”. Yo siempre asocié los nombramientos y las promociones en Cuba como una gran orgia de lamebotas asintiendo con sus cabecitas bicéfalas y sus caritas de yo no fui, unos detrás de otros, aceptando y riendo todas las impertinencias y payasadas del tirano en jefe: “Si mi Comandante, usted es un genio Comandante, se le subió la mostaza Comandante, no me grite Comandante, si usted fuera hombre no me obligaría hacer estas cosas Comandante… Así de simple.
Entonces cabría hacernos otra pregunta: ¿Por qué Raúl Castro es Presidente de la Republica de Cuba y yo no?
“Muchas personas en Cuba se han hecho y se hacen esta pregunta, excelente pregunta por cierto, y con mucha razón…”.
Particularmente, y dejando a un lado lo poco que me agrada este «señor», opino que tendremos, algún día, que replantear su papel en la revolución (con minúsculas).
Al margen de que sea un déspota y persona sin escrúpulos, mi opinión es que ha sido lo suficientemente inteligente como para controlar a su hermano (a pesar de las historias que existen sobre sus discrepancias) y dirigir esta desgracia que padece Cuba desde la «retaguardia», pues es perfectamente consciente de su falta de carisma y de liderazgo.
Creo que los cerebros que han maquinado lo que existe en Cuba han sido Raúl y su esposa Vilma, le pongo dos ejemplos, ya de antes de la «revolución»:
1) Cuando los años de universidad, mientras Fidel intentaba hacer carrera política integrándose, o intentando integrarse, en pandillas de pistoleros, habiendo sido denunciado (como delincuente común, no como político) en varias ocasiones por el asesinato de diversas personas, Raúl, por el contrario, a pesar de ser más joven, y en esas edades se notan los años de diferencia, ya era delegado de las Juventudes del PSP (comunistas) en congresos internacionales en Praga, incluso hay fotos con conocidos agentes de la KGB de ese entonces.
2) Cuando el Asalto al Moncada. La historia oficial dice que Raúl no sabía nada de los planes de su hermano, pero, si se mira la historia real, encontramos a Raúl seleccionando hombres y participando en su entrenamiento (por cierto hizo que su hermano expulsase a todo aquel que recordase que era comunista). Raúl se presenta en la Granja Siboney sin que su hermano le hubiese avisado y dio noticia al PSP (comunistas) y todo el Comite Central estaba en Santiago ese 26 de Julio. No obstante, no pudo evitar el desastre, pero dio instrucciones a cuantos pudo de lo que tenían que hacer para salvarse (por ejemplo, mantener la ropa de civil debajo de los uniformes). Aquí además, una pregunta, si Raúl se presentó sin ser avisado por Fidel, fue porque le informó José Luis Tassende de lo que se estaba haciendo ¿a quién eran fieles algunos de los hombres de Fidel, a él o su hermano? Ahora no recuerdo el nombre pero un periódico de Santiago, presentó a Raúl, cuando fue detenido, como hermano de Fidel y jefe del Asalto. Este periódico está en las vitrinas del llamado Museo de la Revolución, en el antiguo Palacio Presidencial de La Habana.
ASí hay muchas más cosas, pero ocuparían mucho espacio.