Este es el último artículo que voy a publicar en el 2016, seré breve, creo que nos merecemos un descanso, yo de publicar y ustedes de mí, de soportar mis impertinencias, mis persistencias y mi reiteración del tema Cuba que, como algunos amigos me señalan, se ha convertido en una obsesión en mi vida. No lo voy a discutir y mucho menos negar, asumo con gusto la responsabilidad y los castigos merecidos por cada una de mis palabras.
Mucha reflexión, pero mucha, para este 2017 y no colgar los guantes. No abandonar los sueños. No cansarnos aunque tengamos que alzar constantemente las rodillas, los brazos y el pensamiento. Debemos romper los esquemas y cargar la esperanza en todos los “bolsillos” de nuestro cuerpo para que siempre nos acompañe, no importa cuánto pese, lo importante es que el mundo sepa que los cubanos no colgamos los guantes.
El exilio es duro pero salva. La tristeza a veces es útil porque no nos deja olvidar, también nos mantiene vivos, consecuentes, respetuosos y humildes.
Los cubanos somos buenos y no colgamos los guantes, perseveramos y luchamos porque aprendimos como nadie los horrores de la vida que nos impuso la dictadura más cruel y rastrera que ha sufrido un pueblo en toda la historia de la humanidad.
La tiranía castrista ha intentado convertirnos en un pueblo nómada. Ahoga la vida de los cubanos con sus políticas esclavistas y prohibitivas, divide al pueblo en muchos bandos: los dirigentes, los militares, los tontos-útiles, los oportunistas, los degenerados, los obedientes, los ciegos de conciencia, los come-moringas, los exiliados, los opositores y los humildes, los cubanos humildes que son los que realmente sufren y padecen la injusticia vertical de un gobierno obsoleto, detenido en el tiempo, y que sólo necesita un empujón para caerse y no levantarse.
Los cubanos no podemos colgar los guantes.
Hagamos que este 2017 le quede grande a la dictadura de La Habana. Este, al menos y para continuar, será mi propósito.
Abrazarlos a todos es mi deseo.
Estoy seguro que cada uno de nosotros cumplirá sus sueños si no colgamos los guantes.
Mi amiga la cínica les envía un beso.
Ricardo Santiago.
No colgar los guantes, no dejarnos enfermar por el síndrome de Estocolmo y dar gracias a Dios porque pudimos salir para cada uno de nuestro días a la dictadura causante de casi todos los males de los cubanos. Feliz Año Nuevo! Abajo la dictadura castrista! Viva Cuba Libre!
…para cada uno de nuestros días denunciar a la dictadura causante…
…NO HA SONADO la campana del final del round …
No cuelgues los guantes y lo más importante siga de esa forma lo necesitamos mucho para no olvidar gracias