A diferencia del habanero cantor-poeta castrista, incitador a la desgracia, al dolor, al oprobio y a la muerte con sus peroratas a favor del chavismo, yo no, yo creo en la lucha del valeroso pueblo venezolano enfrentándose, en desigual combate, a las hordas castro-chavistas en plena calle, a pecho descubierto, y a la vista del mundo entero.
Pero qué podemos esperar de este personaje tan “olvidadizo”, cada vez que abre la boca o escribe algo es para darle la espalda a los jóvenes casi niños que están siendo asesinados por hombres, mejor dicho, casi hombres que representan el odio, la represión, la desgracia y el infortunio en la patria del Libertador Simón Bolívar.
Dejemos a este inservible a un lado, es una lástima que con el poder de convocatoria que tiene tome siempre el partido equivocado y no vea lo que es demasiado evidente a los ojos de todos: EL PUEBLO VENEZOLANO NO QUIERE A NICOLAS MADURO, AL CHAVISMO Y A LOS CUBANOS INJERENCISTAS EN SU TERRITORIO.
No los quieren más.
Por eso los están matando estos cobardes hijos de puta, los están masacrando con total impunidad frente a las Instituciones internacionales, la democracia mundial, los hombres de “respeto” y la Iglesia Católica.
He visto en las redes sociales a una muy hermosa joven venezolana lesionada por los perdigones de matar que usan los militares contra ellos, es un contraste horrible pero es la realidad que, hoy por hoy, está viviendo ese valiente pueblo.
Triste pero cierto. Aun cuando las imágenes del terror, el sacrilegio y los crímenes recorren las redes sociales, los medios de comunicación, la prensa escrita y cuanta mierda se ha inventado para que sea útil en algo, el mundo sigue sin actuar en Venezuela y condenar, sancionar, juzgar y ajusticiar a los culpables del asesinato y las violaciones en un país que está viviendo una de las guerras civiles más disparejas en la historia de la humanidad.
La dictadura anclada al poder y representada por el tipo más impresentable, burlesco, subnormal, fronterizo, absurdo y manipulable que ha parido madre sobre esta bendita tierra se aferra a la represión y a la muerte como fórmula para garantizar el chupa-chupa que tienen armado con los recursos naturales de un país que, cuando estos filibusteros con trajes y guayaberas de hilo se vayan, después de casi 20 años de robo continuado, habrá que ver si sigue siendo uno de los más ricos del mundo.
Pero no importa, el noble pueblo venezolano sabrá recomponerse del saqueo, la depredación, el latrocinio y la devastación causada por estas huestes de la revolución del proletariado y resurgirán como lo que siempre fueron: una de las democracias más prósperas de este hemisferio y quedarán más fortalecidos después de sentir en carne propia, y con mucho dolor, las “mordidas” del castrismo, del chavismo, de la izquierda y del socialismo del siglo XXI.
No existe ni existirá una ideología más falsa, depredadora, oportunista y malévola que ese invento de “repartir” las riquezas a todos por igual.
En Venezuela estamos apreciando qué son realmente estas dictaduras de izquierda, somos testigos presenciales de que, ante la negativa del pueblo a seguir reconociéndolos, estos criminales sacan su verdadero rostro fascista y tiran los tanques, el ejército, la policía y hasta la madre que los parió contra indefensos estudiantes, hombres, ancianos, mujeres y niños sin importarles el dolor, el sufrimiento y la traición que cometen.
Pero el Diablo los cría y el mismo Diablo los junta. El gran batido de hijoeputas y malnacidos castro-chavistas que han armado ya se están culpando entre ellos y se están devorando como Satán devoraba a sus hijos, se están traicionando los unos a los otros para garantizarse un agujerito por donde sacar sus asquerosas cabezas del infierno pa’ poder respirar sin querer entender que ya no hay marcha atrás, o se van de una vez por todas o mueren como ratas a manos de un pueblo que no les teme porque, desde hace mucho, pero muchísimo tiempo, los aborrece y los detesta.
Ricardo Santiago.
Buenisimo escrito!!!De acuerdo con tu descripción de los cubanos somos unos esperpentos fantasmagóricos que no hemos sido capaz de luchar por nuestra libertad como lo hace el pueblo venezolano con valentía. Y si me da pena saber que lo han abandonado todos los paises ebinstituciones internacionales . Nadie, absolutamente nadie a levantado la voz en nombre de ese pobre pueblo que cada pierde sus mejores hijos. Vergüenza y condena para esa comunidad internacional. Si Trump hubiera mandado tropas o algo para ayudar, ya hubieran saltado, pero no les importa lo que pasa el pueblo venezolano. Latinoamérica a dejado sola a Venezuela, malditos hipócritas van a podrirse en el infierno con todos y el papa comunista ese también. Sacrilegio de gente que no habla en nombre de esos jóvenes que se tiran a la calle día a día. Yo también pongo mi cabeza por Venezuela, y cuando triunfe que analicen quienes serán sus aliados pk creo que no deben perdonar a quienes los dejaron desangrar inmunemente
Gracias Tania.