Estimados Señores fundadores Zuckerberg, Saverin, Hughes y MosKovitz:
Mi nombre es Ricardo Santiago y soy cubano, un cubano nacido después del 1 de Enero de 1959 que no es lo mismo ni se escribe igual.
Ustedes se preguntarán: ¿Bueno, y a nosotros qué carajo nos importa eso?
Y yo les respondo: Tranquilos, no se desesperen que ya verán.
En el 2011 acepté vuestra “invitación” y me uní a Facebook. En un principio, les confieso, no me entusiasmó mucho la idea del “bate, bate, mi chocolate”, hasta que en el 2016 publiqué mi Blog, Por Eso Me Fui De Cuba, y me di cuenta cuán importante es esta herramienta social para difundir una idea.
Mi Blog Por Eso Me Fui De Cuba fue la manera que encontré para contar, desde mis experiencias, la vida que viví en mi país, las cosas que vi, que sentí, que escuché y que me marcaron y llevo conmigo para no olvidar a los míos y no perder el camino porque algún día, si Dios quiere, quiero regresar a casa.
Pero bien, mi intención aquí hoy no es quejarme por los repetidos “bloqueos”, a la función “compartir” en los grupos, de que soy objeto desde hace más de un mes. Si bien son molestas e injustas las acepto con disciplina porque en la vida real Facebook es su casa y no la mía, yo no paso de ser un simple “invitado” más que, por urbanidad y decencia, debe respetar las “reglas” del anfitrión y no empujar la comida con el de’o, hacerle muecas a papá Mark o decir que el bistec tiene un pellejito.
El caso es que estoy “bloquea’o”, no puedo compartir en los grupos y les juro que no entiendo la causa, o las causas, de tan repetida prohibición, se me parecen mucho, pero mucho, al caquita no se toca, saca la mano de ahí, eso no se dice, cállate la boca, ahora no se puede, déjame consultarlo, esa orden viene de arriba, el catarro se pega o habla cuando yo te lo ordeno, de otra “administración” de cuyo nombre no quiero acordarme.
Pero como les dije anteriormente soy cubano, y como cubano sé mucho de “bloqueos”. A nosotros no hay quien nos haga un cuento de prohibiciones, de limitaciones, de se puede y no se puede, de si me pides el pesca’o te lo doy y, sobre todo, de tener que atragantarnos con nuestras verdades porque en Cuba, número uno el que no salte es yanquee y número dos a quien hable “con la boca llena” y diga lo que no está permitido le “bloquean” las manos, los pies, el corazón y la vida.
Si no me creen los invito a que vivan tres meses en Cuba, qué digo tres meses, un mes, pero como los cubanos del pueblo, con libreta de abastecimiento y en algún solar de Centro Habana, El Cerro o Buenavista. Entonces van a ver y sentir lo que es bloquear de verdad.
Por Eso Me Fui De Cuba mis queridos fundadores, salí buscando la palabra libre y democrática, la que sirve para denunciar los horrores que vive un pueblo avasallado por la más feroz dictadura de la historia de la humanidad, para gritar a favor de millones de niños a quienes les está prohibido beber leche después de los siete años, de millones de ancianos a quienes los mata un retiro que no les alcanza ni pa’ preparar su funeral, de hospitales deshechos y sin medicinas ni recursos, del hambre a todas horas, de un régimen que vende las donaciones a quienes lo han perdido todo, de millones y millones de personas sin esperanza, sin futuro y que viven muertos en vida.
Eso es vivir de verdad “bloqueado”, mis queridos inventores de la red social más popular del planeta, que yo no pueda compartir mis comentarios en los grupos eso es mierda, una idiotez, una molestia tonta, pasajera, ridícula y malcriada, aquí de lo que se trata es de entender que quienes nos expresamos en Facebook, y otros espacios similares, con nuestras verdades sobre la dictadura castrista de La Habana, lo hacemos en defensa de un pueblo y un país que no merecen seguir “bloqueados” ni un segundo más.
Les propongo un simple trueque: Les ofrezco mi cuenta de Facebook a cambio de que ustedes revisan y eliminan los “bloqueos” a quienes como yo nos enfrentamos con la palabra a la dictadura de los Castro.
Muchas gracias.
Ricardo Santiago.
Apoyo total Ricardo Santiago…..hasta la victoria siempre !!
Por el derecho de todo hombre a ser libre, a buscar su verdad y enarbolarla, en medio de otros hombres que se la respetan.
Jose Marti.
Es tu denuncia, Ricardo Santiago, la de todos, es la alternativa para difundir sentimientos, vivencias, deseos que ocultar, omitir por más tiempo es tan imposible como enmudecer.
No sólo lo viviste tú, a muchísimos nos tocó transitar por ese laberinto de desilusiones. Son huellas que siguen dañando a otros cubanos en cautiverio, con grilletes pegados al suelo.
No eres ni remotamente un invitado de Facebook, ni tan simple. Le das vida, entrega, experiencia y escritos con colores y lenguaje especificos.
Gente como tú y otros tantos honran estas páginas, porque las colman de verdades genuinas que rompen el aislamiento y el asedio de la realidad cubana.
Las medidas de Facebook son muy parecidas a las censuras de los comunistas, al actuar de los jefes de redacción o de política editorial, que sentencian, clasifican según criterios partidistas y es repugnante que Facebook las copie o las utilice.
Mucho tiempo navegamos en los mares de los engaños, de las prohibiciones, incluso del apañar a aquellos que por ser amigos del régimen tenían el letrero de NO TOCAR.
Dejar a un lado este camino en el cual me place acompañarte, es como sentir que el verdugo nos cubre el rostro, el pensar, hasta el hablar o escribir. Renunciamos a vivir en el terror hace tiempo, y rendirse NO es alternativa ni disyuntiva.
Directivos de Facebook acepten esa invitación y les auguro que un solo día en Cuba será suficiente para discernir y conocer los significados de boicot, cerco a la vida misma.
Ricardo Santiago, NO ofrezcas tu cuenta de Facebook. Olvídate.
NI PIENSES, NI LO MENCIONES UNA VEZ MÁS.