Castrismo en Cuba: Lo que una ventolera pedorraica se llevó un 24 de Febrero.



Es cierto que no puedo esconder, disimular, barajar u ocultar mi desprecio, mi asco y mi repugnancia, total y absoluta, por el castro-comunismo, sus seguidores y sus “amantes amantísimos” que son, en definitiva, quienes conforman ese régimen oprobioso, ilegal, corrupto, manipulador, criminal, mentiroso, contagioso, esclavista, desleal, desfachatado y sarnoso porque, entre miles y miles de razones, nos han recontrajodido la vida a los seres cubanos y a muchísimos seres humanos de varias partes del mundo también.
Yo digo que el castrismo en estos últimos tiempos ha revuelto tanto su propia mierda que se ha embarrado, hasta más no poder, “desde la punta del pie, la rodilla, la pantorrilla y el peroné” hasta…, y hoy hiede, como mofeta con la colita levantada, esparciendo su repugnante “aroma” de revolución moribunda por los platanales de su mefistofélica existencia.
Es por eso que están desesperados tratando de “limpiarse un poquito” el montón de estiércol que los sepulta y que no los deja respirar, intentando con “nuevas” constituciones de apaga y vámonos, “aperturas” de puertas desvencijadas y chillonas, cultivo un tulipán negro para mi comandante “cenicero”, reguetón y cerveza de pipa a la bartola, “Internet” en cada esquina, una marchita pa’quí y una marchita pa’llá, cajitas de arroz con “perritos calientes” y excesivos mea culpas, digo, meapostes persiguiendo el hastío popular, de perpetuarse en la mentalidad y el “entusiasmo” de los cubanos para llegar al cielo, empatando una escalera grande y otra chiquita, y “revolucionar”, con el cuento y el disimulo, a los ángeles del firmamento sideral.
También digo que en su intención por transformarse de junta totalitaria militar a junta totalitaria de “gerentes” militares, cometió varios errores, por un exceso de confianza acumulado durante 60 años de la más brutal represión sobre los seres cubanos, que le han demostrado que ni son tan amados, ni son tan seguidos, ni son tan defendidos, ni tan aclamados, como ellos aseguran, por un pueblo que dejó de creer en la raspadura miliciana, en el guarapo rebelde y en los “carteles” que promulgan la eternidad pues el presente, este de ahora, este que no hay Dios que lo soporte, nos está matando de hambre, de desilusión, de tristezas, de calor y de pasado, un pasado que cada vez es más presente y que nos confirma que el tan cacareado futuro prometido, desde el 1 de Enero de 1959, na, na, ni, na, jabón Candado…
El retorno de la democracia en Venezuela es solo cuestión de un pequeñísimo tiempo. Con la vuelta de la decencia, la seriedad y la inteligencia a la administración de ese hermano país el castrismo perderá el desvergonzado apoyo energético y monetario que, por más de 20 años, logró agenciarse, por sus vínculos con el pajarito y el burro chavistas, y que le permitió sobrevivir en medio del desastre económico que su ineficiente, incompetente y mediocre líder supremo impuso como modelo de vida, a un país y a su pueblo, durante más de 60 larguísimos años.
La dictadura castrista sabe que se jodíó, que le llegó la hora de saldar cuentas, de responder por tantos y tantos crímenes cometidos, de pagar el chocolate que se han tomado gratis como amos, dueños, señores y potentados en una nación a la que han convertido en esclava de carne, de ideas, de vida y de muerte.
Tan es así que están quemando desesperados sus últimos cartuchos. Asusta ver cómo se deschavan, desenmascaran y desprestigian públicamente, al duro, sin guante y sin careta, sus principales agentes de opinión para, en ridículos y vergonzosos pataleos de última generación, intentar esconder la peste y el mal olor que exhalan con podridos comentarios triunfalistas de comunistas de Lafayette, de periodistas del papel paráculo granma, de “motivadores” de televisoras castristas, de ratoncitos de alianzas subversivas, de babosos tracatanes de Andorra, de desagradables directivos de “directas” en Facebook live y de marionetas hilvanadas con hilos podridos a una revolución cada vez más cercana a un picadillo de dudosa reputa-ción.
Al margen del resultado “oficial” que anuncie el castrismo ante el mundo como resultado del disparatado referéndum constitucional del 24 de Febrero, una realidad y una demostración de cubanía les van a quedar bien claras, EL NO Y LA ABSTENCION a la farsa falsa de la melcocha por el socialismo, seremos como el che, serán abrumadores, significativos, superlativos y demostrativos de que una enorme y potente ventolera pedorraica, es decir, una cubanísima trompetilla popular, los está empujando pa’ fuera, pa’ la calle, llévatelos viento de agua.
Ricardo Santiago.



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