Ni con otra vida salvamos a Cuba de tanta destrucción y de tanta maldita agonía.
Sí, Señor, a todos los cubanos, a todos sin distinción de credos, de ideologías, de filiaciones políticas, de si son de aquí o de allá, de sus gustos o disgustos, de si somos más de fresa, de chocolate o de vainilla, de la actitud que tengan ante la vida, es decir, lento, rápido o furioso … Leer más