Sí, sí y sí, siento, muchas veces, muchísimas veces, vergüenza de ser cubano.
Es que basta con solo mirar las redes sociales, coincidir con varios seres cubanos en cualquier esquina de Cuba, en la cola del pan, jugando al pon, en un aeropuerto de Miami, en quítate tú pa’ ponerme yo y hasta pa’ “actualizar” ese pasaporte mediocre e inservible, para darnos cuenta, contatar, palpar y caernos pa’trás, … Leer más