Es que a nosotros los cubanos el castrismo nos robó lo más sagrado, la libertad.
La libertad de pensar, de soñar, de querer, de reír, de llorar, de gritar, de caerse y levantarse, de amar a quien nos da la gana, de comer, de hacer dietas, de abrazar, de crear, de disentir, de jugar, de dormir, de trabajar, de mudarse, de burlarse y hasta de joder es tan necesaria que … Leer más