Nunca pensé que los cubanos fuéramos así…

Yo digo que los seres cubanos somos los únicos responsables en hacer que nuestra Patria se sienta otra vez orgullosa y que nos toca a nosotros, solo a nosotros, recomponer el desastre material y espiritual, el daño tan grande que, con tanto fervor castrista, por más de seis décadas, le inferimos a Cuba y nos causamos a nosotros mismos…

El nido de la serpiente cubano con sus huevos incluidos.

No me explico cómo alguien puede prestarse para semejante anti-humanismo, cómo se puede caer tan bajo si como individuos, como seres cubanos, tenemos metas y objetivos más grandes pues somos los encargados, por vergüenza, por obligación ciudadana y por responsabilidad, de llevar algo de luz a un país, a un pueblo, que cada día se hunde más y más en la miseria, en las enfermedades, en el hambre y en la locura.

No existe nada mas importante que la vida y la libertad.

Yo siempre digo que todo, es decir, que nada en esta vida que nos ha tocado vivir se nos presenta de forma casual, al azar o de manera caprichosa, más bien todo lo contrario, pues la vida mía, la tuya, la de todos nosotros, hay que “lucharla” muy duro si uno no quiere morir de angustias, caer en el ostracismo, agonizar en el olvido o navegar eternamente por los mares de la comemierdería y del absurdo.

¿Libertad de expresión o aprender a escuchar, qué necesitamos los cubanos?

Solo que con el germen de solo decir lo políticamente correcto, también nos inocularon el no saber o querer escuchar como parte de una buena educación. La mayoría de nosotros los seres cubanos no escucha, no oye y no acepta una idea que sea diferente a la nuestra, enseguida saltamos agresivamente y hasta queremos matar cuando nos contradicen, nos aclaran, nos desmienten o, simplemente, nos dicen que no están de acuerdo con nosotros.

¿Por qué somos tan intolerantes, tan radicales, los cubanos?

En resumen creo que la falta de tolerancia nos tiene a los cubanos muy jodidos, es más, nos tiene al borde de la extinción, al paso que vamos, si seguimos denigrándonos los unos a los otros porque no pensemos de la misma manera, muy pronto estaremos todos, de uno en fondo, en marcha uniformada y partidista, marchando hacia otro ideal, digo, hacia otro oscuro abismo…

El querido y bendito “adiós” del General de la pamela.

Que se parta el General de la pamela es bueno para Cuba y para los cubanos, que nos dejemos encasquetar su “legado” y su memoria como algo bueno es lo peor que podríamos aceptar para nuestra libertad, para nuestra vida y para nuestra Patria…, Patria, si es que aun nos queda algo de ella.

Ni tan influencer y ni tan youtuber como quiere hacernos creer…

Todo muy bonito pero muy anti-constitucional, muy ilegítimo, muy divorciado de las leyes norteamericanas y de la idea que se tiene en los Estados Unidos de democracia, de tolerancia, de libertad de expresión y de lo mío es mío y lo tuyo es tuyo.

Los “opositores” cubanos y las batallas del General “GRANT”.

Yo también digo que estos sujetos hacen evidente, muy evidente, que pedir la tan necesaria unidad cubana para enfrentarnos al castro-comunismo es un sueño, algo irrealizable y hasta ridículo pues queda demostrado que, a esta aristocracia opositora y a su corte de entusiasmados, no les conviene liberar a Cuba del castro-comunismo pues no tendrían justificación para seguir pegados a la teta del contribuyente norteamericano.

A quienes les sirva el traje, o la sayita, que se los pongan…

Y es que nosotros los seres cubanos, insisto, la mayoría, tenemos que acabar de despertar, tenemos que acabar de abrir bien grandes los ojos y dejar de andar en Belén tras los pastores, de vivir esperando a que un pico fino nos caiga de Dios sabe donde y nos marque la vida con una equis, nos diga qué tenemos que pensar porque, según él, es lo que más nos conviene, lo que mejor nos sirve y lo que no nace no crece…

¿Cuánto nos perdimos los cubanos por ser revolucionarios, socialistas y comemierdas?

Por ese camino, es decir, por transitar los trillos y las guardarrayas del socialismo, los seres cubanos perdimos la oportunidad de alcanzar lo mejor de la cultura de nuestro tiempo.

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