Y aun así los muy idiotas insisten en la “invencibilidad” de la revolución del picadillo.
Parece que los castristas, definitivamente, confunden imbecilidad con invencibilidad, hambruna con prosperidad, derrumbes con rascacielos o crisis económica con que los principios no se negocian. Un disparate detrás de otro con los que pretenden enmascarar la cruda vida, o la perra muerte, que tienen que dispararse los seres cubanos un día sí y el otro … Leer más