Diego Armando Maradona: De la mano de Dios a la lengua del Diablo.
Debo empezar diciendo y reconociendo que hubo un tiempo en mi vida en que este tipo fue mi ídolo, de verdad, lo admiraba tanto que hasta un hijo mío lleva su nombre. Yo en realidad nunca fui muy amigo de profesar fanatismos, entrecerrar los ojos, “cortarme las venas” o chillar de desesperación o placer por … Leer más