La cobardía de los cubanos, nuestra primera desgracia nacional.
El caso es que hoy los cubanos, los seres cubanos, no somos la sombra de lo que una vez fuimos, no somos una nación que pueda jactarse de su virilidad, de su patriotismo y de su hombría nacionalista porque, salvando las distancias y respetando a cientos de valerosos hermanos, solo producimos a hombres que abusan de mujeres, a mujeres que no se dan a respetar, a falsos hombres que le envían sus partes intimas a féminas como si eso fuera un acto de “poder” y a traidores, de ambos sexos, que utilizan su propia cobardía para hacer fortunas, para capitalizar almas en pena, para inducir a que otros hagan lo que ellos nunca hicieron y así vivir sin tener que trabajar.
Esto de la cobardía cubana es un asunto muy serio, un tema que no puede tratarse a la ligera porque gracias a esa triste actitud nuestra muchos seres cubanos pierden la vida diariamente, sufren prisión extrema y la dictadura, esa criminal tiranía totalitaria que nos afecta a todos por igual, se afinca, cada vez más, en el tibor del socialismo en nuestra adolorida Patria.