El “candidato a alcalde” no es un dictador, no señor, ya él quisiera…
Yo digo que una persona que quiera ser creíble en sus postulados debe ser más tolerante, más respetuosa y menos “cederista”, lo otro es más de lo mismo, aceptar a un “pico-fino” para que, una vez aclamado, haga lo que le salga de las nalgas y nos convierta, otra vez, en “esclavos felices”, así de simple…