Una preguntica: ¿Los cubanos somos iguales o diferentes ante Dios?

Y mientras tanto nosotros cavando trincheras y las iglesias vacías, los cubanos en maniobras militares para defender al socialismo y Dios esperando por nosotros, muchos aspirando a ingresar en las filas del partido comunista y la nación renunciando a su espiritualidad, la mayoría blasfemando a diestra y siniestra mientras el país se nos caía a pedazos y por último, y mas terrible aun, muchos cubanos, por miedo, por resignación o por descaro, renegando de Dios mientras adorábamos con locura y paroxismo al diablo de fidel castro con las rodillas clavadas en la tierra, encueros de cuerpo, de espíritu y con una banderita del 26 de Julio metida en el…

Cuba, también, es una isla indecente, un país muy indecente.

Ningún país avanza con semejante nivel de indecencia en su “corazón”. La indecencia de nosotros los cubanos está, estrechamente ligada, muy ligada, a la disparatada decisión que un día tomamos al aceptar, para nuestra Patria, el sistema socialista como modelo económico y convertirnos, por falta de patriotismo, por falta de civismo, de honor y de hombría, en los máximos responsables de la destrucción de una Cuba que, al decir muchos en este mundo, era una tacita de oro, fue un paraíso en medio del mar Caribe y fue un orgullo para quienes ofrendaron hasta sus vida para que esto fuera posible.

Lo terrible del socialismo son los muertos, los presos y los ignorantes.

Yo digo que después del socialismo hay un futuro y una vida mejor, solo se necesita que los seres humanos, y cubanos, nos sacudamos de nuestros cerebros tamaño oscurantismo y decidamos avanzar en esta vida que, casi siempre, nos queda chiquita, muy chiquita.

Socialismo: Los cubanos que van a morir te saludan…

Yo digo que se verá, en la misma proporción en que la degradación moral, espiritual y física, continúe escalando en esa mísera y destartalada isla, un aumento de la violencia ciudadana y de las ganas de matarnos entre tú y yo. El peligro es que esta tenebrosa actividad crece entre los jóvenes cubanos quienes, sin una perspectiva real de futuro, encuentran en asesinar el sentido lúdico de la existencia.

La verdadera “historia me absolverá” de nosotros los cubanos.

Por eso creo que la «historia absolverá», a muy pocos cubanos, a poquísimos, es decir, la historia, la real, la de carne y hueso, nos conducirá, a muchos de nosotros, a muchísimos, a la letrina pestilente que ayudamos a construir junto a fidel castro y a todos sus secuaces.

¡Qué daño, pero qué daño, nos causó fidel castro a los cubanos!

Mucho daño nos ha hecho y mucha destrucción ha logrado el castro-comunismo metido en nuestros cerebros, en nuestros cuerpos y en nuestras almas. Los cubanos tenemos que reconocer, para empezar a liberarnos de esta maldad existencial, que fidel castro, de alguna manera, o de muchas maneras, nos ganó la batalla, logró modelarnos a su imagen y semejanza e hizo de nosotros, como pueblo, una masa compacta de damnificados eternos marchando cabizbajos, obedientes y perezosos, hacia su ideal de esclavos felices y de adoradores del verde olivo y del verde dólar, portadores de su letal influencia más allá de allende los mares, más allá del último rincón del mundo y un poquito más pa’llá de la Luna en cuarto menguante también.

Hay muchas formas de hacerle daño a esa maldita dictadura.

Pero eso sí, honor real a quienes honor merecen, no quiero mencionar nombres porque son muchos, pero sí quiero patentizar que la Patria es de quienes se sacrifican de verdad y no de quienes la contemplan a través de un televisor o de una pecera “orgullosa”…

¿Qué hacer para acabar con el castro-comunismo en Cuba?

Aquí en esto, y lo digo con total responsabilidad, a quien le sirva el baja y chupa que se lo ponga, hay mucho oportunismo, muchos intereses personales, mucha ambición de izquierda, de derecha y de ultra derecha y muchos motivos para no querer que ese régimen estercolero, asesino en serie de cubanos, homicida de pasiones patrióticas, se caiga, se hunda y desaparezca.

¿Y cómo vamos a tumbar la dictadura si somos unos…?

Y también tengo fe que eso, es decir, esa iluminación poderosa, a nosotros nos sobra y mucho, a nosotros como pueblo nos desborda pues si una vez tuvimos el valor de apoyar nuestra propia destrucción mañana tendremos los cojones de alzar nuestros brazos y defender…

Las muchas, las muchísimas maldiciones del pueblo cubano.

Pero de esto tiene que darse cuenta el cubano por su propia cabeza, esta realidad la debemos aceptar y entender por nuestros propios miedos, por nuestras propias miserias y por nuestras propias muertes, este proceso de conciencia libertaria tiene que ser una consecuencia de los horrores que se viven y no de las insinuaciones de quienes tenemos una mesa repleta y, cierta vez, nos tatuamos en una pata la imagen macabra del che guevara, por solo citar un ejemplo.

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