¡Buff! Me han tirado con todo. Esta vez se han lucido de verdad. No les ha quedado ni una sola mala palabra, mención a mi progenitora, calificativos referentes a mi sexualidad, análisis de mi carácter como ser humano, cuestionamientos de mis principios morales, deseos macabros augurando mi final y todo porque, sencilla e “ingenuamente”, los llamé cubanos croqueteros castristas y les expliqué por qué.
El croquetero castrista tiene eso, es su particularidad más exagerada, para defenderse ofende aunque no conozca a su interlocutor, no le importa si todo cuanto dice es falso, calumnioso, infame o inventado, su objetivo esencial es causar el mayor daño posible aun cuando todo el mundo sepa que dicen mentiras, que lloriquean, que tienen una espinita clava ahí, que eso que me hiciste mami me dolió, que las ronchitas cambian de color y que, por sobre todas las cosas, están haciendo el ridículo, es como si Raúl Castro se presentara al desfile del Primero de Mayo con su acostumbrada pamela y con una lycra.
La actitud de estos sujetos es la consecuencia de haber sido formados en un sistema, o mejor dicho, en una dictadura que sólo ha promovido, desde el mismísimo 1 de Enero de 1959, la chusmeria, la vulgaridad, la calumnia, la desfachatez, el oprobio, la jerigonza, el abracadabra, el noni, la masa cárnica, el eslabón perdido, la falta de respeto y la confiancita, sin querer entender que la mayor virtud de los hombres es el trato diáfano, respetuoso, transparente y decente aun cuando no estén de acuerdo en algo.
Pero es natural. Fidel Castro, el gran maestro croquetero de la revolución con minúsculas, desde que le agarró el gusto a hablar en público, maldita la hora, no hizo otra cosa que atacar y denigrar a todas las personas que no estaban con él o pensaran como él. Yo siempre he creído que era como una morbosa enfermedad que padecía el chamusquino pulverizado, el talco de las tinieblas, la cascarilla echada a perder, el tizne oriental o el carbón del inframundo, que sentía placer y se excitaba al ofender gratuitamente a sus semejantes.
Las diatribas de la Tropicola de Birán contra sus adversarios, disidentes, oponentes o simplemente no simpatizantes se hicieron famosas y retumbaron en todos los rincones de la patria, repetidas a su vez por sus fieles croqueteros y seguidores incondicionales, han quedado grabadas en los manuales para el estudio de la croquetividad socialista: gusanos, escorias, delincuentes, mercenarios, apátridas y un montón de estupideces más.
En la práctica de la vida Fidel Castro era un tipo que no tenía argumentos para defender su vandálica revolución y siempre terminaba, ante la mentira descubierta, agrediendo y blasfemando hasta contra la madre que lo parió.
Por eso sus seguidores son como son. Los programaron para repetir el mismo cuentecito y no han salido de las mismas letras y las mismas palabras desde hace casi 60 años. Son como los cantanticos de esos tugurios de cuarta o quinta que desafinan pero que se saben muy bien la letra de las canciones.
Para un croquetero castrista que se respete todo señalamiento, critica, comentario u opinión contra Fidel Castro, o su dictadura, es una agresión contra Cuba y los cubanos. Terrible pero cierto.
Esta crápula ideológica, defensora a ultranza de la croquetividad socialista, quiere hacer parecer ante el mundo que el discurso contestatario de quienes desenmascaramos abiertamente las falacias de esa cruel tiranía es un ataque a Cuba y al pueblo cubano, y nada más lejos de la verdad, es necesario que esta idea quede bien clara, pues los Castro, sus esbirros, sus represores, sus gendarmes y sus croqueteros no son Cuba y mucho, pero muchísimo menos, el pueblo cubano.
Quienes realmente siempre se han sentido dueños de Cuba y de los cubanos son el castrismo y sus altoparlantes, fíjense que cuando se refieren a nosotros dicen: Nuestro pueblo. Nuestro pueblo pa’quí y nuestro pueblo pa’llá.
Nada ni nadie hará entrar en razón a un cubano croquetero castrista que tiene toda su cuerda dada y que esgrime la mala palabra y la mentira como argumentos para defender lo indefendible. Yo sólo me limito a reírme porque al final del cuento ellos actúan así porque están imbuidos por el espíritu de su progenitor en jefe y por esa absurda ideología que es la croquetividad socialista.
Ricardo Santiago.
Muy buen articulo! Ellos lo unico que saben hacer es ofender, es la chusmeria barriotera que les instruyo su difunto en jefe, el populacherismo del que dicen era el Dr Fidel Castro, una bestia que fue a la universidad pero la misma no paso por el nadir de esa familia tiene class, exceptuando a Juanita Castro y su otra hermana Agustina porque que me dicen de su flamante sobrinita, la hija del dictador de turbo, diciendo en Espana de in periodista «quitenme al moco este» toda una familia zarrapastosa que se apodero de un paid, bueno miren la misma vulgaridad en Venezuela
Mira amigo también hay q ver lo se publica en primera no tenia q haberle dicho croquetero castrista les gusta mucho ofender,eso es un viejo y ya no tiene tiempo de vivir otra vida,así no se hace política ni cambios,ofensa llama ofensa,si te ofendes tu contestas,lo q se aprovechan de cualquier cosa para hacer un artículo,esos con críticas destructivas no van a cambiar nunca el país,por lo demás tiene toda la razón,pero hay cosas mejores para hablar q de eso,aunq vivan en otro país y quieran fingir otra cosa son cubanos donde estoy segura q ustedes o sus familias han comido croquetas,saludos
Me parece señora que ud es una croquetera castrista tambien, defendiendo lo indefendible, que no se le llame croquetero al asesino de Fidel Castro, como desea ud mi amiga que se le digan a las cenizas del aesesino en jefe?
Muy bueno su artículo, espero que los croqueteros lo lean, a ver si les da un charapun.
MI DIOS ,QUIEN ESCRIBIÓ ESTO?CUANTA RIQUEZA EN ADJETIVOS!!!!CUANTA REALIDAD MERGULIADA EN UN SOLO TEXTO!!
No se de q percance están hablando: Sólo noto q el escritor es todo un genio hilarando palabras y frases, de estas nacen ideas, ideas q no necesariamente son convincentes, pero le confieren un sello personal a su ideología. Me gustaría aprender a escribir así. Ahora bien.¿ Q tienen q ver las croquetas en todo esto?….Sin q nadie se entere; ¡soy fan a las croquetas!. ¿Que tienen de malo las croquetas o los croqueteros?. En el país dónde estoy no las conocen, un día las brindé como saladito en una fiesta y alguien me dijo q no comia embutidos, cuando le expliqué por poco se las come todas. Articulista; agarre una lata de sardinas, viertala en un plato junto con la salsa de tomate, las vísceras q trae la sardina, con sus espinas y todo, añada pan rayado hasta q la masa absorba todo el líquido, para una buena correa añada una cucharada de harina de trigo, evite q la masa quede demasiado seca para conseguir un producto final suave, rectifique el punto de sal, no puede faltar la pimienta, el Ají y la cebolla muy finamente picaditos, la consistencia deseada de la masa se logra en un caldero al fuego, se le añade un poquito de grasa para q no se pegue y se voltea hasta q cuaje lo suficiente q permitir moldearlas sin q se peguen a las manos, pero sin q queden muy secas. Una vez moldeadas frialas en aceite bien caliente, al dorarse ya están, sirvalas encima de una servilleta para eliminar el exceso de grasa, agregue salsa picante o bb. Aseguro q le pasará como mi amigo q casi se las come todas, o al menos buscará otro oficio para parodiar despectivamente con el. Jjjj
Tienes toda la razón no se q tiene q ver las croquetas ni el señor con lo q él habla solo esta ganándose la vida,felicidades el q se fue o q vive un poco mejor,no tenemos q ridiculizarnos entre nosotros,además me parece q si las personas son felices donde están no tienen q abochornar a nadie,no tenía q decir eso sí no quería q le respondieran en fin nosotros mismos hacemos q el mundo opine de nuestro país no del gobierno q es aparte,vamos a respetar para q nos respeten.
Son guarapitos,es como en realidad se le llaman a estos inocentes,el mal que hacen es por el adoctrina minero a que fueron sometidos,son los últimos dinosaurios