Pues sí y tiene que ser verdad, a esos hijos de puta les gustan los verde que te quiero verde, vivir bien, darse los lujos que nadie puede imaginarse, vivir en grandes mansiones, rodearse de las comodidades del “capitalismo feroz”, dar sus viajecitos al exterior pa’ comprar la buena “pacotilla”, tomar Coca-Cola porque la Tropicola no hay quien se la dispare, hablar con la boca llena y, además, como si no les bastara la mala educación y la hijeputada, burlarse del hambre, del sufrimiento y de la miseria de todos los cubanos.
¿Cómo demostrar que los castro son una familia muy, pero muy, pero muy rica?
Pues muy fácil, no hay que demostrar nada, no hay que sacar ningún tipo de cuentas, sólo creerlo y punto porque esos degenerados llevan más de 60 años viviendo del erario público nacional, disponiendo a manos llenas de todo cuanto hay en Cuba, gozando la papeleta y tomando chocolate a lo descara’o sin pagar jamás lo que deben.
¿Alguien cree que raúl, mariela o el crustáceo castro pagan sus facturas con un salario como lo tienen que hacer el resto de los cubanos?
“Déjame pensar…”.
Cuando fidel castro entró en La Habana, un 8 de Enero de 1959, no tenía casa, ni carro, ni posesiones materiales ni nada. Llegó pela’o, con una mano detrás y la otra delante, dicen que lo único que traía era un montón de papeles y una peste a grajo de Padre Nuestro y mi Dios bendito que la gente no sabía si el “comandante” estaba vivo o era un cadáver putrefacto.
Pues bien, el muy cochino, sin pensarlo mucho, se fue a vivir al hotel Habana-Hilton donde fijó su residencia y sus oficinas a modo “provisional” mientras organizaba el tremendo enredo que él mismo había formado con: “Presidente tú, no, mejor este comemierda que hace todo lo que le digo o yo que ahora soy el Primer Ministro y al final para eso inventé la revolución, ah, y de elecciones libres y democráticas na, na, ni, na Jabón Candado”.
La pandilla de “guerrilleros” que lo perseguía, perdón, que lo secundaba, y que de la noche a la mañana se transformó de cuatreros, analfabetos, delincuentes y marginales en comandantes y capitanes de un ejército no constitucional, criminal y terrorista, rápidamente se adueñó de las lujosas y modernas mansiones de la zona de Miramar, Nuevo Vedado, Reparto Kolly, Atabey, Cubanancán y de todo cuanto oliera a confort y comodidades, largando de un tirón sus barbas, sus piojosas cabelleras e implantando en Cuba un comunismo de partido único para garantizar: ¡Qué viva eternamente fidel que la cogioca está garantizada!
¿En qué país decente del mundo se ha visto esto? ¿Cuántos presidentes en el mundo llegan al poder sin propiedades y de la nada son dueños de lujosas mansiones? ¿En qué democracia del mundo se ha visto que un Presidente regale casas y carros?
Descaro, puro descaro y burla a todos los cubanos. Fíjense si ese tipejo fue calculador que una de sus primeras medidas fue renunciar a su salario como Primer Ministro porque, según él, de sus necesidades y las de su familia se ocuparía el Consejo de Estado. Imagínense, con esos truenos, la mujercita que se trajo de Trinidad, y a quien puso como la primera concubina de la revolución, se dedico a parir y aguantar “tarros” porque total, el socialismo extermina, con su ineficiencia, hasta a “las vaquitas Pijiriguas”…
Así fueron y van las cosas con la familia castro. Crearon un imperio que gira alrededor de ellos y que los provee de cuanto necesitan para gastar o malgastar sin tener que rendirle cuentas a nadie, sin tener que responder ante un parlamento o un tribunal supremo porque son los dueños absolutos de Cuba y de los cubanos.
¿Alguien enjuició a fidel castro por el despilfarro o el derroche de los “recursos del pueblo” con sus estúpidos disparates?
¿Alguna entidad jurídica, policial o decente en Cuba le ha exigido alguna vez a los castro justificar sus excesivos gastos?
Por ejemplo: Cómo han adquirido las mansiones donde viven, los carros que poseen, las obras de arte, los yates, las cuentas en paraísos fiscales, las joyas, el papel higiénico que esta perdi’o y la carne de res en sus congeladores.
Pues eso es ser una familia muy rica. Disponer de un país sin que nadie se atreva a cuestionarlos, sin que nadie se atreva siquiera a señalarlos y que además el pueblo salga a apoyarlos, a decir que son humildes, altruistas y sacrificados, vuelvo y repito, eso es ser una familia muy rica, la más rica del mundo…
Ricardo Santiago.
Gracias Virgilio, sabias palabras.
Por todo esto que has citado, siempre he deseado y pensaba desde que era joven y participaba de La Guerra por los Caminos del Mundo, que una vez derrotada la tiranía crear ARES (Agencia de Recuperación y Exterminio Socialista) para perseguir todas las cuentas en el exterior de los personeros del régimen, confiscarlas y regresar los bienes y sus personas a Cuba para enfrentar la justicia; y o eliminarlos donde quieran que se encontraran. Además de limpiar el país y devolver al erario nacional sus fincas, mansiones, apartamentos y todo cuanto poseyeran de valor. Y, curar el archivo nacional y al ministerio de educación de toda la literatura y propaganda socialista que puedan haber inyectado en esos medios, amen de otras cosas que sería demasiado largo para exponer en un comentaio.