La dictadura castrista no inventó ni el pan ni el circo, eso todo el mundo lo sabe, pero darle al pueblo “diversión”, brebaje mata-neuronas a granel y música para exaltar la grosería, la chabacanería y la enajenación estomacal como una forma de controlar la “soberanía nacional”, en eso sí son unos especialistas de primera categoría y los alumnos más aventajados de la Roma antigua, esclavista e imperial.
fidel castro fue un “maestro” para determinar el momento exacto en que tenía que sacar la pipa de cerveza pa’ la calle y controlarle los “nervios” a los cubanos.
Yo me imagino que, por toda la mierda que hablaba, el tipo sabía que la gente andaba como una olla de presión a punto de explotar pues no se puede ser tan imbécil para creer, cien por ciento, que las idioteces, las boberías, las anormalidades, las chapucerías y las “fideladas” del socialismo llenan la barriga, tapan los agujeros de los techos, visten y calzan a los niños o satisfacen las necesidades más elementales de los seres cubanos.
La manipulación de la dictadura castrista contra el pueblo humilde y trabajador de Cuba es asquerosa pero muy efectiva. No por gusto llevan 60 años “hijeputeando” como les da la gana y haciendo cuanto quieren en un país donde son la única voz que puede escucharse, el único letrero que puede leerse y la mayor porquería que nos obligan a oler.
El castrismo aprendió que cuando las personas no tienen nada, es decir, cuando carecen hasta de las aspiraciones más elementales, desconocen la grandeza de una verdadera democracia e ignoran que las bondades de este mundo en que vivimos son más grandes y más hermosas que esa rácana “revolución”, pues entonces es muy fácil, pero muy fácil, “engañarlos” con cualquier “tontería”.
La política de la dictadura es que al pueblo, de vez en cuando, hay que ofrecerle alguna válvula de escape, mientras más enajenante mejor, no importa la calidad de cuanto se le ofrezca, mientras más vulgares sean los productos, en calidad y precio, mayor será la asistencia, la masividad y: “Al final eso es lo que queremos, compañeros, que el proletariado no piense y se entregue al desorden, al desenfreno, al desgaste y al relajo nacional”.
Pasa que esta nueva patraña del castro-comunismo, de votar una “nueva” constitución, no es un circo tan sencillo, tonto o “mansito”, no, esta nueva jugarreta, en un momento en que el país se despetronca a pedazos, y el pueblo cubano ya no cree en que “vienen los americanos”, es, a mi juicio, la acción más cruel, chantajista y cobarde de ese régimen dictatorial pues nos ha puesto a elegir entre que nos mantengan colgados por el cuello hasta que se nos salga el aire, con la constitución de 1976, o que nos cuelguen por los pies, hasta que la sangre se nos “suba” pa’ la cabeza, con esta constitución del 2019.
¡Dios mío ayúdanos a los cubanos a pensar con claridad!
La dictadura castrista, una vez más, “masajea” con pan y circo la inteligencia de los seres cubanos.
Esos especialistas en idiotizar a los pueblos se exceden en perpetuar la “ofuscación de las ideas” y aplican cínicamente el concepto de “fiesta popular” con el único objetivo de que el güevón cubano “agradezca” la bebida, el baile, los discos de pasta rancia y confíe, en que después del 24 de Febrero, cuando se anuncie ante el mundo que los cubanos aprobaron por unanimidad la constitución de la pamela, el régimen castrista se ocupará de arreglar los derrumbes de ahora y los de siempre, surtirá las farmacias con los medicamentos necesarios, llenará los mercados de alimentos, respetará los derechos humanos y…
El pan y circo castrista es a granel, en pipas o “al descuido”, no está sujeto a la calidad, mucho menos al orden y a la cordura, se aplica en grotescas y vulgares “fiestas populares” que casi siempre terminan en espectáculos de horror y muerte, útiles para desviar la atención de los verdaderos males nacionales y abofar la mente de los seres cubanos con líquidos y sólidos de dudosa procedencia.
Estamos ante una nueva oleada de esa monstruosidad que es el adoctrinamiento y el acondicionamiento de los intereses de la sanguinaria maquinaria castrista. Cualquier acción que practiquemos este 24 de Febrero, es decir, cambolo o pamela, será aprobar la extensión de la agonía de nosotros los cubanos por los siglos venideros, un desastre irreparable que solo tendrá atención si declaramos, con total valentía, las urnas del castrismo totalmente vacías.
¡Yo no quiero votar!
Ricardo Santiago.
A nadie le quepan dudas de que Cuba hoy, fuera La Malasia,Hon Kong,Corea del Sur,de América,esos países partieron del subdesarrollo y la miseria,y en Cuba ya en 1959,tenia una solida base de desarrollo,con una infraestructura de transporte ferroviario,de puertos y carreteras envidiable para cualquier país de esos años,con radio y televisión con las ultimas tecnologías, que en su conjunto componen la base de desarrollo de un país.