Cuba: La chusmería, las mentiras y las groserías de una maldita revolución.



El problema del General de la pamela, si es que aun está vivo, el de su perrito faldero díaz canel, el de los castro-comunistas en general, el de las calandracas serviles de la tiranía y el de todos los funcionarios de la revolución del picadillo, es que hablan mucha mierda, la tiran en banda ancha, se la comen por carretones, sin libreta de racionamiento, sin hacer colas, sin marcar plan jaba y a una velocidad vertiginosa.
Dice mi amiga la cínica que ese “gobierno” desprestigió la “guayabera cubana” de tal manera que hoy se asocia con la vulgaridad, las groserías, los cuadros del partido, los diplomáticos castristas y los represores con chofer al servicio del mayor “estancamiento” social, económico, político y cultural que hemos sufrido los cubanos, o país alguno, en toda la historia de la humanidad.
Y es que la nomenclatura, los “gobernantes” elegidos por “unanimidad”, los ponme la mano aquí Macorina, tan fresca y atrevida como eres, y hasta los “mayimbes” de bajo nivel de Cuba socialista, si se tiran quedan, no se cansan de amenazar, de agredir, de pedir limones con escopeta, de cacarear, de mendigar con disimulo o a lo descara’o, de hacerse los bárbaros, los cabrones y los chenche buchenche como si ellos fueran el ombligo del mundo, la masa cárnica que se pone verde, los bellos púbicos de la ministra de comercio interior o la manopla, la yuca, el “sexo individual” del desagradable de edmundo garcía.
Definitivamente esa fauna agresiva, chusma y belicosa no aprende, no son capaces de quedarse callados para evitar que la bazofia que emana de sus bocas la oigan oídos inteligentes y les den unos buenos tapabocas o un “parón” de todo el año que los ponga a bailar la Chambelona o la rumba de Papá Montero….
Ahora la última moda de la neo-guerrilla sin barbas de la revolución del picadillo, después de tanto bla, bla, bla, del cansino teque de la dignidad, de la soberanía, de la igualdad, del respeto, de las conquistas del socialismo, de tengo una bolita que me sube y que me baja y de los yo soy fidel…, es salir por el mundo a decir que en Cuba no hay miseria, no hay extrema pobreza, no hay hambre, no hay desabastecimiento, no hay calambres, no hay sed y los cubanos no padecen una incontrolada agonía.
Hay que ser un tronco de sinvergüenza, un tremendo perro cara de guante, un lamebotas con record mundial para mentir con tanta soberbia y tanta impunidad, para hacer tanto papelazo y caer en el ridículo sin que nadie se te acerque y te suene unos buenos gaznatones, y no tanto por la mierda que hablas sino porque te la crees.
Porque la única verdad de nuestra “historia revolucionaria” es que ese engendro de los demonios solo benefició a unos poquísimos sinvergüenzas que, escudados tras la fachada de comandantes, “doctores”, deportistas, artistas “vanguardias” al servicio del régimen, tracatanes inmorales o chivatones profesionales, acumularon cuantiosas fortunas personales con las que se dan una vida que nada tiene que ver, es decir, muy, pero muy distante, a la realidad que sufre el pueblo cubano.
Pero es que los comunistas son golosos y muy gandíos. Los comunistas son los tipos en este, y en todos los mundos, a los que más les gusta el dinero, son enfermos al money, fíjense que todos llegan arrastrándose al poder y salen en Jet privados, regordetes como cerdos cebados para manteca, como pan subido de levadura o como la rueda de “Anacleta que cuando dobló la esquina se le ponchó una…”.
La experiencia nuestra, de más de seis décadas de dictadura, demuestra que al final todos esos asesinos y timadores de la nación cubana son unos cobardes. Se saben improductivos, ineficientes y dependientes de algo o alguien y se arrastran como culebras venenosas en busca de presas medio tontas para clavar sus colmillos traicioneros. No les importa quién sea, van por el mundo haciéndose las víctimas y “pactando en secreto”, incluso hasta con el enemigo que ellos mismos se inventaron, para justificar el oprobio y la desgracia que nos trajeron a los seres cubanos.
Cada justificación a la miseria, al terror, a los derrumbes, al hambre, a la represión descontrolada, a las prohibiciones, a la falta de libertades, al “pollo” con faltantes, a la elevadísima pestilencia nacional, a la inmoralidad y a la dictadura castro-comunista en sí misma, irán saturando el aire, el cargado y tenso aire que se respira hoy en esa Cuba hastiada, cansada y acomplejada…
¡Vivir pa’ ver cubanos…!
Ricardo Santiago.



4 comentarios en «Cuba: La chusmería, las mentiras y las groserías de una maldita revolución.»

  1. Ricardo Santiago: tranquilo hermano, que saldran como la lechuzas funestas a tratar de desmentir y si no pueden con la grosería verborreica de los casseticos ideologicos de dos patas del régimen se apearán con alguna brujería de la vieja coja, porque shora para seguir de guatacas con beneficios se visten de rojo y chillan como cotorras en celo! “La revolución de picadillo” jajajajajaja nunca vi mejor mote para este monton de descarados vividores que quieren pintarse con dirigentes! Todos regordetes jajajaja Ha sido un placer leer esta cubanasa paliza verbal al monton de cagastros descarados que cacarean y cacarean pero no ponen ni un solo huevo! jajajajajaja Las gallinas cluecas y las momias boqueantes de partido castrofosil jajajajajaja Que buen artículo! Jajajajajaja La revolución de palo cagao jajajajajaja jajajaja

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  2. Porque no se digna a salir todos en Masas un mismo día a una misma hora en toda la isla por sus carencias y atropeyos a su conciencia Morales exijiendo nuevas reglas para definir el frente contra el pcc … que no saben edificar el país no tienen ninguna solución al verdadero trabajo económico para el pueblo dentro de un Marco de progreso colectivo para todos por iguales que no sea la migaja y la carencias colectivas que cada día son más desde 1959 ..No hay quien trabaje para un verdadero y astuto progreso nacional o que no sea los castro y sus lacayos más allegados . Cazuela y cuchara en mano al sonido todos juntos desde sus casa , solares cuartos, balcones , azoteas y pasillos juntos todos de una buena vez rebelión.

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