Cuba, los cubanos, el “nivel de vida” y el nivel de miseria y de muerte.



Bueno, ya lo de los castro-comunistas es puro relajo con el dolor de los seres cubanos, una burla descarada con el sufrimiento de todo un pueblo, una desvergüenza que no tiene parangón en la historia y una hijeputa’ que va mas allá de toda lógica porque hay que ser más necio que el trovador castrista, o más comemierda que el “canciller” de ese régimen dictatorial, para pararse ante el mundo y decir que en Cuba, en Cubita la esclavizada por una brutal tiranía desde hace más de 60 años, existe algo que se llama “nivel de vida”.
Yo digo que el “compañero” bruno rodríguez parrilla, quien tuvo la cara dura, durísima, de decir que “el imperialismo pretende dañar con sus sanciones económicas el alto nivel de vida alcanzado por los cubanos” con la revolución del picadillo, tiene que ser un tipo más feo que como lo pintan, mucho más porque, o el muy sanaco estuvo metido todos estos años en uno de esos “closet” inventados por el socialismo o el muy degenerado, por tal de conservar su puesto, y sí su altísimo “nivel de vida”, se presta, como vulgar rata de fosa séptica, para decir las estupideces más repugnantes, las ofensas más dantescas contra el pueblo y las mentiras, las falsedades, las dobleces y los disimulos, bruno te parto el c…, que solo un desvergonzado castrista, y valga la redundancia, puede decir así, al descuido, como quien no quiere las cosas, mira pa’rriba saliva…, “inocentemente” o cumpliendo con obediencia el guión que le metieron por la cabeza.
Dice mi amiga la cínica que esos sujetos no son tan comemierdas como nos quieren hacer creer, que todo en ellos está bien calculado y sopesado, que a este triste personajillo no le importa hacer el ridículo, ni que las personas con dos dedos de frente se burlen de él, porque el muy caretabla está luchando su lugarcito en el puesto de viandas, es decir, dice disparates con total conciencia porque su mensaje va dirigido a los imbéciles que aun apoyan ese esperpento de revolución social, creen que la mierda es carne, que fidel castro dejaba de comerse el pan de la cuota pa’ dárselo a sus hijos, que si pones la gelatina al sol no se derrite y que los cubanos son muy felices con el vasito de leche del General de la pamela, con el bistecito de avestruz del General jutía frías y el pesca’ito frito del “presi” díaz canel.
Pero, bien, divagaciones castristas aparte, definitivamente nos toca a nosotros, los contrarrevolucionarios convencidos, llamarle la atención al mundo sobre cada una de las groseras maquinaciones que, cada día, se inventan esos hijos de fidel para intentar ganar un poquito de tiempo y permanecer sentados, a pepe, en el tibor de una revolución que nos ha convertido, a la mayoría de los cubanos, en el pueblo más miserable, de cuerpo y de alma, que ojos humanos han visto.
Yo insisto, hay que ser muy descarado para atreverse a hablar de “nivel de vida” en Cuba después de 1959. Para nadie es un secreto, y las pruebas documentales están ahí por miles, por millones, que la revolución castrista significó un retroceso acelerado e indetenible en el desarrollo económico, político, social y cultural de Cuba y de los seres cubanos.
La involución a la que fuimos sometidos, por seguir las huellas del marxismo-leninismo y, sobre todo, por aceptar, asimilar y apoyar las barbaridades existenciales de un fidel que vibra en la montaña, Cuba dejó de ser país de grandes potencialidades, y un altísimo nivel de vida, para convertirse en una enorme, ideológica, política y pestilente trinchera de racionamientos, si me pides el pesca’o a veinte pesos la libra, edificios destruidos, campos de cultivos infestados, adoctrinamientos forzosos, hambrunas generalizadas, desabastecimientos constantes, calles desbaratadas, una profunda agonía social, pérdida de la fe en el futuro, “sequía” del agua, oscuridad de la “luz”, un pancito por persona, la moral más “alta” que el Turquino y una emigración que, si usted la pone toda juntica, es mucho mayor que las poblaciones de varios países de este planeta.
No, no y no, en Cuba se puede hablar de cualquier cosa, y en realidad de no muchas, menos de que los cubanos disfrutan de, aunque sea, un pequeñito nivel de vida. Es que visto así es una estentórea contradicción porque quienes vivimos lo que nos trajo el socialismo castrista sabemos que el nivel de esos criminales tiene la burbujita echa’ pa’ un solo lado y que la vida que se vive en Cuba más que vida es morirse en vida, así de triste.
Ricardo Santiago.



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