Cuba: Terrorismo desde el Estado.

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En Cuba yo tenía miedo protestar. Lo reconozco. En cierto sentido me avergüenzo, pero también fui consciente de que mi silencio me protegía de la más feroz represión ejercida desde el poder estatal contra un pueblo en toda la historia de la humanidad.
La represión castro-comunista tiene su origen en la mismísima Sierra Maestra cuando Fidel Castro y sus secuaces se alzaron en armas contra la dictadura de Fulgencio Batista. Son muchos los testimonios sobre fusilamientos, golpizas y torturas a quienes se oponían a las ideas del “comandante en jefe” o simplemente manifestaban algún rasgo de “indisciplina revolucionaria”.
El cubano empezó, desde el mismo 1 de Enero de 1959, a temerle a Fidel Castro, ese temor caló bien hondo en la sociedad cubana al punto de generar una doble, triple y hasta cuarta moral en nosotros como forma de subsistencia en un país donde hasta las sombras vigilan, reprimen y “muerden”.
La mal sanidad de las ideas castristas se impuso a golpes de coacción, chantaje, encarcelamientos, golpes, perversión, adulterio y terrorismo de estado. Nunca en ningún país, ni en ningún momento de la historia, se ha visto tamaña manipulación de las libertades individuales ni de la censura y auto-censura como forma de acallar las inconformidades, los sueños y el hambre de un pueblo.
Los comunistas son y actúan como las tribus bárbaras, odian a muerte. Los comunistas cubanos exceden cualquier lógica del comportamiento cuando “defienden” con métodos violentos protestas pacificas, reclamos soberanos, principios de justicia democráticos exigidos por quienes no están de acuerdo con ellos.
Fidel Castro en una de sus tantas aberraciones jurídicas suprimió del código penal cubano las causas por delitos políticos, el sabia, porque en su tiempo fue un preso político, que las personas encarceladas bajo esta figura legal merecen y tienen un trato diferenciado del resto de la población penal por delitos comunes, pero: ¿Quién le cuestiona algo en Cuba a este sujeto? Hacer creer a los cubanos y al mundo de que en Cuba no hay presos políticos es la mayor burla a la inteligencia humana y la más asquerosa violación del más elemental de los derechos alcanzados por el hombre: OPINAR.
Si Usted lo analiza bien la mayoría de los presos en Cuba son presos políticos porque ese gobierno ha convertido la vida misma en un hecho político.
No existe nada más escandaloso que el silencio. Ahora lo entiendo y me duele.
Fidel Castro es un terrorista. Es el creador de un Estado que ejerce el terror y que se define:
“El terrorismo de Estado consiste en la utilización de métodos ilegítimos por parte de un gobierno orientados a inducir miedo o terror en la población civil para alcanzar sus objetivos o fomentar comportamientos que no se producirían por sí mismos. Dichas actuaciones se justificarían por razón de Estado.»
Ejemplos muchos: los ilegales mítines de repudio contra opositores pacíficos incluso frente a sus hijos pequeños, el encarcelamiento por causas absurdas para acallar a quienes protestan contra el régimen, golpizas, uso de la fuerza contra personas indefensas, separación de puestos de trabajo por pensar diferente a “la línea del partido” y muchas, muchísimas más.
Ante una maquinaria tan perfecta para matar, no solo se asesina quitando la vida, los cubanos permitimos a estas hienas devorarnos hasta el alma, nos “protegimos” de los horrores del tirano y nos convertimos en victimas eternas de una “familia” que no va soltar el poder como no suelta el perro peleón a su presa.
Aun así muchos cubanos se les enfrentan, valientes y admirables hombres y mujeres que perdieron el miedo y gritan sus verdades aunque les cueste la vida: Pedro Luis Boitel, Oswaldo Payá, Orlando Zapata, Laura Pollán, Las Damas de Blanco, UNPACU y cientos de miles más.




2 comentarios en «Cuba: Terrorismo desde el Estado.»

  1. César no confunda la magnesia con la gimnasia y no trate de desviar el tema….No sé dónde es ese video, pero en Cuba entrenan a los replegados para que vayan «en nombre del pueblo» a pegarle al que disiente. Que en otros países, todavía no lo he visto en estos casi 30 años de vivir en Europa del oeste, la policía le dé una paliza a alguien por lo que sea, no justifica que los esbirros castristas también lo puedan hacer.

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