¿Dónde fue a parar el dinero del contribuyente norteamericano?

Yo me imagino que esa es la preguntica, la pregunta de los miles de millones de dólares, que se hacen Donald Trump, Elon Musk y el contribuyente norteamericano honrado, fundamentalmente el ciudadano de los Estados Unidos que, al final de tamaña cogioca descarada, sostenida y mantenida por varias décadas, nunca vio ni el más mínimo resultado de dicha gestión y sí cómo se dilapidaron los «taxes» que con tanto esfuerzo y sacrificio, aportaron al erario público de la gran nación americana.

Porque vamos a dejarnos de paños tibios señores, los taxes son un verdadero «encabronamiento» para quienes tenemos que pagarlos años tras años y más cuando sabemos que son mal utilizados o mal empleados, destinados también a fomentar absurdos, estériles y contraproducentes programas sociales, educativos, económicos, políticos y culturales, con los cuales muchos de nosotros no estamos para nada de acuerdo.

El tema es que, como yo lo veo, aquí sí cabe la frase de llegó el comandante y mandó a parar. El relajo, el despilfarro y la corrupción tan grande que había detrás de esos programas USAID era superlativo, el dinero se escapaba por tuberías con salideros y era utilizado hasta en confrontar al propio ciudadano norteamericano que, sin saberlo, financiaba con ellos su propia desgracia.

Nosotros los cubanos, como siempre pasa, también estamos en el epicentro de esa burda traición a la confianza de nuestros principales protectores. Nos aprovechamos de las bondades de una democracia que confió en nosotros y nos hizo beneficiarios de financiamientos importantes con el compromiso de que íbamos a devolverle a Cuba la libertad, la democracia y los derechos humanos, todos pisoteados, mancillados y cancelados, por la peor tiranía que se ha apoderado de un país en toda la historia de la humanidad.

Siguiendo esa pauta muchas organizaciones, instituciones, proyectos e individuos, recibieron, para esos fines, y solo para esos fines, cuantiosos recursos con el objetivo de que funcionaran, se hicieran visibles y derrotaran a tan criminal dictadura que es, al final, el objetivo fundamental de cada ser cubano que quiere la libertad de su maltratada isla.

Pero, como ya todo el mundo ha podido comprobar, ni libertad, ni democracia, ni derechos humanos, ni dinero y la revolución de los apagones más largos del mundo ahí, con más sombras que nunca y exprimiendo con mayor ferocidad a un pueblo que lo único que le falta es colgarse de un hilito si es que lo encuentra o adivina dónde colgarlo.

Ahora se escuchan por doquier los gritos y las rabietas lastimeras y quejumbrosas de los “mutilados” por la limpieza a fondo de esta nueva administración en la Casa Blanca: Que si yo no me merezco esto, que si eso es una deslealtad, que si tenían que avisarnos con tiempo, que los huevos están muy caros, que ahora cómo pago las casas que me compré, que ahora de qué voy a vivir y así sucesivamente innumerables cantaletas al mejor estilo del mejor ejemplo de la canción protesta castro-comunista.

Yo no dudo que dentro de ese fenómeno de maniguiti sostenido por muchos años, podamos encontrar a cubanos honestos que emplearon con conciencia el dinero que les fue entregado. Pasa que es muy difícil determinar a no ser que los sometamos a todos, absolutamente a todos, a una auditoria a fondo donde tengan que aclarar y justificar el gasto de cada dólar recibido y, sobre todo, y para mi es lo más importante, qué resultados positivos o reales tuvieron durante el tiempo que recibieron los fondos económicos de los Estados Unidos.

Quien no pueda demostrar transparencia, legalidad o resultados que devuelva el dinero o que vaya a la cárcel que, como todos sabemos, es el verdadero rincón donde deben ir a parar los estafadores, los ladrones y los sinvergüenzas.

Una institución como Radio y Televisión Martí acaba de ser puesta en pare por el gobierno de Donald Trump. Transmisiones canceladas y empleados enviados a sus casas por razones que, a mi juicio, son absolutamente obvias, es decir, más de cuarenta años “al aire” y, entre col y col, ni este resultado dentro de Cuba, ni un levantamiento orgánico con un líder real al frente y, lo que es peor, los seres cubanos, de ninguna parte del mundo, han visto, siquiera alguna vez, un programa televisivo de esta famosa emisora anti-castrista a no ser por Youtube.

Yo digo que en Radio Televisión Martí colaboraban importantes profesionales que hicieron un buen trabajo, no lo dudo, pero, amigos míos, como ya he dicho, buscando una relación entre el dinero suministrado contra los resultados reales, creo yo que, por mucho, ganan los intereses del Presidente Trump para con el contribuyente norteamericano, así de simple…

Ricardo Santiago.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Translate »