El castrismo: Un huracán de 60 años que ha convertido a Cuba en el país más miserable del mundo.



Los cubanos debimos ser un pueblo feliz, muy feliz, de no existir en nuestra historia ese fatídico 1 de Enero de 1959. Dice mi amiga la cínica que esa fantasmagórica “efemérides” es como el “piso 13” para Cuba y los cubanos.
La Cuba dictatorial de Fulgencio Batista, con todo cuanto pueda decirse, permitía libertades cívicas, políticas y económicas que hoy, en casi 60 años de revolución del picadillo, nosotros ni siquiera conocemos pues son reprimidas con saña por la maldita dictadura castrista, sus principales herederos y el ejército de energúmenos que han adoctrinado para esparcir esos vientos de la desgracia por Cuba y el mundo.
La prueba de la benevolencia del “dictador” Batista fue cómo les perdonó la vida, por cierto, un lamentable error histórico, a castro y su pandilla por el acto terrorista más abominable efectuado en la historia de Cuba donde hubo numerosos muertos: El asalto al Cuartel Moncada el 26 de Julio de 1953.
Por eso siempre digo que no hay comparación entre Batista y fidel castro, el primero le trajo a Cuba prosperidad y desarrollo y el degenerado de Birán solo destrucción, miseria y cientos de miles de muertos al pueblo cubano.
Recuerden, por sólo citar un ejemplo, que los castro hundieron un remolcador, con muchas personas y niños a bordo, que pretendían escapar del infierno comunista, de la cárcel del socialismo, hacia los Estados Unidos, un crimen que lleva impune más de 20 años y por el que tendrán que pagar aunque se escondan dentro de un cambolo en el Cementerio Santa Ifigenia.
Antes de 1959 Cuba estaba a la vanguardia de casi todos los países americanos salvo algunas excepciones como los Estados Unidos, México, Argentina y algún otro, los cubanos podíamos exhibir con orgullo un lugar privilegiado en el grupo de naciones donde se daba fácil el buen vivir y el ser feliz pues el desarrollo individual dependía directamente de la capacidad de cada cual y no de actitudes “políticamente correctas”.
Pero la maquinaria demoledora castro-comunista no creyó en progreso, civismo y mucho menos en el desarrollo, para ellos todo eso significan malas palabras o diversionismo ideológico. La involución de la sociedad cubana nos ha ubicado entre los últimos países, no sólo de América, sino del mundo entero, una verdadera vergüenza nacional y un retroceso incomprensible en la vida contemporánea. El mundo marcha hacia adelante a pasos de gigantes y Cuba pa’ tra’ como cangrejito saliendo del mar “aburrido” de los peces de colores.
fidel castro entró en La Habana el 8 de Enero de 1959 como un huracán con nombre satánico, causando mucha bulla, profiriendo amenazas, prometiendo esperanzas y anunciando triunfalismos que a la larga se convertirían en apagones eléctricos interminables y una gran oscuridad como la verdadera obra de una revolución que nunca fue tal y que nos sumió a los cubanos en la más vergonzosa de las miserias.
La revolución castro-comunista es sinónimo de hambre, destrucción, éxodo y muerte.
Para algunos cubanos con mucha ceguera histórica y total sumisión al régimen de las mentiras, la extorción y el oprobio nacionales, “luchadores” desesperados de las prebendas “materiales” y/o políticas que les otorga esa maldita dictadura, defender ese engendro malévolo es pura conveniencia estomacal, su filiación real no va más allá del status de vida que han logrado obtener soportando a esa falsa revolución y atropellando al resto de nuestros compatriotas, incluso muchos de ellos “coronan” sus vidas emigrando como ratas desesperadas en busca de “una lasquita de queso” que saben que el castrismo jamás les ofrecerá pues “Roma”, como todos sabemos, utiliza y cobra a los traidores. Aun así arrastran con ellos su excrecencia servil a donde quiera que huyan y continúan comportándose como los “horcones” morales y económicos de sus criminales amos.
Cuando permites que el castrismo se apodere de tu alma, la “manichee”, la domine y la controle, es muy difícil quitártelo de encima pues es una aberración tan perversa que aun viviendo en el mundo libre sigues creyendo que fidel castro era “palitroque” y raúl castro “pan de gloria”.
El castrismo es un siniestro huracán, o mejor dicho, un pedo maloliente en la historia de nuestra patria que sonó por allá por 1959 y que no quiere abandonar nuestros olfatos por mucho que usemos “ambientador” o soplemos a nuestro alrededor pa’: “llévatelo viento de agua”…
Ricardo Santiago.



2 comentarios en «El castrismo: Un huracán de 60 años que ha convertido a Cuba en el país más miserable del mundo.»

  1. Un amigo comentaba y con muchísima razón que el hundimiento del Remolcador 13 de Marzo era motivo suficiente para una repulsa mundial y si sumamos lo sucedido en el Rio Canimar, sobran hechos para llevar al castrismo a la Corte Internacional de la Haya.
    Ambos acontecimientos junto a los fusilamientos en toda época constituyen momentos que los cubanos NO podemos OLVIDAR. Quienes pretendan justificar esos sucesos recibirán la Justicia adecuada así como los autores directos.
    La maquinaria que mencionas Ricardo Santiago significa la desgracia peor que ha podido vivir un pueblo. Un retorcido revés y también la injusticia más despiadada y extensa de la Historia.
    Un huracán-tsunami entró en La Habana en 1959 y aún prosigue su diabólico accionar. Sólo derrotando al castrismo, se podrán minimizar, cercenar, arrancar las secuelas del régimen y su descendencia.

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