Quienes hayan seguido mis últimos escritos, si es que se les puede llamar de esa manera a los “espantos” mal redactados que me brotan del alma, habrán notado mi aversión confesa a ese “juego de las casitas”, con fase uno, fase dos, fase tres y por ahí pa’llá cualquier cantidad de disparates, en que se pretende convertir “la falta de unidad de los cubanos” y, a todas luces, dar nacimiento a un nuevo tipo de caudillo, o mejor dicho, la renovación de un viejo modelo de “líder”, con todas las intenciones del bla, bla, bla, pa’ comer sin tener que trabajar.
Dicho de esa manera puede parecer superficial aunque, en la vida real, en la concreta, en la práctica de la vida, constituye uno de los tema más serios para los cubanos hoy en día pues estamos asistiendo, sin que muchos quieran reconocerlo, a una nueva Sierra Maestra, pero en Miami, y a otro 1 de Enero de 1959, un día cualquiera, que ya todos saben qué significa.
Como es habitual en mi yo jamás menciono el nombre de nadie, es mi estilo, prefiero que quienes me leen asocien las imágenes que intento describir, los adjetivos, los sustantivos y los verbos, con la “figura” a la que me refiero pues de esa manera se establece, creo yo, un juego de complicidad en el que la mayoría, como es el caso de una de mis amigas preferidas de facebook, se arriesgan a ponerles nombres y apellidos.
En este caso que nos ocupa el Delegado no es otro que el Candidato y la circunscripción+ no es otra cosa que el movimiento, el partido o el sindicato de la vaquita que se ha inventado para, a partir de la gran desunión y la falta de un proyecto coherente de unidad de todos los cubanos, según él, crear un gobierno en el exilio, con un presidente electo en las urnas, que tenga la “función” de… y el “poder” de…
Hasta ahí el chiste puede gozarse su poquito porque no siempre podemos estar con la cara larga, pero, después de la carcajada, después del bonche y la jodedera, los cubanos tenemos que ponernos otra vez serios, tenemos que ser responsables, actuar con cordura y saber discernir entre una actitud oportunista y el dolor de toda una nación para que el mundo nos mire con respeto y a partir de ahí nos presten un poquito de atención.
Yo no voy a caer en cuestionamientos de que si el Delegado, y mi única deferencia para con él es escribir su nombre con mayúscula, es agente de la inteligencia cubana o un guarapito meaposte de fidel castro, ese no es el mayor peligro al que nos enfrentamos pues de guarapitos está repleto el exilio y con sus “maldades” convivimos diariamente. El mayor peligro que representa este Delegado y su circunscripción+ es cómo le están haciendo el juego a la dictadura castrista creando, con todas esas ideas viejas que plantea, la mayor división que ha vivido este glorioso exilio en toda su historia.
Yo entiendo que muchos de nosotros necesitamos pertenecer a algo y tener un líder que nos guie. Si usted lo analiza bien, en Cuba, desde los cinco años y sucesivamente, nos “integraron” a los pioneros, a la FEEM, a la FEU, a los sindicatos de la bobería, a las MTT, a los CDR y, algunos, a la UJC y al PCC.
Dice mi amiga la cínica que parece que con tantas siglas pa’quí y tantas reuniones pa’llá a los cubanos se nos formó un tremendo arroz con fritura en la conciencia y hoy no podemos estar sin unirnos a cualquier “avispado” que venga y nos hable “bonito”, nos prometa un futuro con helado, nos conduzca por la guardarraya de los campos de boniato y, de paso, nos tumbe los buenos cinco pesitos pa’ “las causas justas”: ¡Vaya, que nos convertimos en un pueblo “integrado”, pero integrado de verdad!
Yo digo que el Delegado y su circunscripción+ deben tener conciencia real de qué es lo que necesitan Cuba y los cubanos. El exilio, esa gran diáspora que creó la dictadura criminal de los castro, en su inmensa mayoría, ha asumido la ciudadanía de los países donde reside, ha visto nacer o crecer a sus hijos y nietos, ha logrado una estabilidad económica, política, social y cultural y en un alto porciento no le interesa, por razones obvias, regresar a Cuba.
Continuará…
Ricardo Santiago.
«Valiosos opositores» o habilidosos vivebien y caraduras que en muchas ocasiones estan infiltrados por los unicos valiosos entre ellos los miembros del DSE.jajajaja
Ricardo Santiago lo mejor que tienen tus escritos es que brotan del alma con una espontaneidad envidiable, y brotan de esas heridas, que como a muchos aún en LIBERTAD, permanecen intactas.
Precisamente los hechos que mencionas provocan que esas heridas emerjan con fuerza, porque de imposiciones estamos saturados.
Las intenciones pueden ser muy buenas y recursos deben tener, pero ello no le da el derecho a nadie en el Exilio de escoger un
» Gobierno » para la Isla. Allí hay millones de habitantes que deben decidir y también opositores muy valiosos que enfrentan al tirano.
Si somos capaces de exponer y reconocer la cruda realidad de una nación donde no se respetan el derecho de su gente a elegir y ser elegido, ¿ cómo desde el exterior vamos a violar ese derecho del pueblo cubano a elegir su Gobierno ?, derecho negado por 60 años.