El comunismo en Cuba es culpable de la muerte de millones de cubanos, no se puede “borrar” así como así.

Yo digo que el castrismo, desde el mismísimo 1 de Enero de 1959, agarró la Carta Magna de la República de Cuba, la Constitución y los derechos constitucionales de todos los cubanos pa’l bonche, la jodedera y pa’ limpiarse las nalgas, así de simple.
La súper-mentira de fidel castro de que restauraría la Constitución de 1940, y en la que casi todo el pueblo cubano creyó, pues era lo lógico para echar a andar el país decentemente, nunca se produjo y en cambio, en 1976, la “revolución” de las leyes y las recontra-leyes nos soltó un panfleto, al que llamaron constitución socialista, cargado de manipulaciones, prohibiciones y trampas comunistas con la que nos pusieron los grilletes porque, sencillamente, vivíamos en Cuba socialista, tierra de fidel y al que le guste bien y al que no también.
Pero bien, porque de los castristas nunca se puede decir la última palabra porque hoy dicen ocho, te pongo el mocho, y mañana se bajan con que ochenta y ocho, mientras más me lo dices menos te lo creo, los cubanos nos metimos casi 60 años diciendo, repitiendo y baboseando como condenados anormales que éramos comunistas, más comunistas que, incluso, Marx, Engels y Lenin, que el comunismo de Cuba si era sala’o de verdad, que donde nace un comunista…, que la unión de jóvenes comunistas, que los comunistas son quienes siempre dan el paso al frente, que a un comunista nunca hay que decirle sorullo suelta lo que no es tuyo porque son tipos honestos cantidad, que tengo un comunismo que me sube y que me baja y que las ideas del comunismo permanecerán irrevocables en la patria de fidel, el más comunista de todos los comunistas, y ahora, así como así, tengo una ruleta en el güiro y un ex-comunista en el centro, bien en el centro, los cubanos nos quedamos sin la vanguardia de la sociedad, sin los hombres y mujeres que nos construirían un futuro luminoso y sin quienes nos iban a poner sendas lascas de jamón y queso dentro del único pan miserable que nos vende la revolución por culpa del “bloqueo imperialista”.
Ok, todo muy bonito, aplausos y todo el mundo con la manito levantada, aprobando por unanimidad que también defenestramos el comunismo porque nosotros los fidelistas no creemos ni en la madre que nos parió, me surge una duda, una sencilla interrogante: ¿Y ahora qué van a hacer con esa mano de carteles regados por toda la isla que anuncian la invencibilidad del comunismo en Cuba?
Aun así a mi me cuesta mucho trabajo tragarme esa guayaba porque ya lo dijo quien lo dijo al salir del hospital, cuando el mal es de…
Al menos antes sabíamos que el castrismo y los castristas eran unos ineficientes, unos improductivos, unos incapaces y unos imbéciles porque eran comunistas y estaban “bloqueados”, pero, ahora, qué son, en qué se van a transformar, con qué partido se van a bajar y, sobre todo, qué van a tener que hacer ahora los cubanos para “alcanzar el eslabón más alto de la sociedad”.
Según los “sesudos” que reescribieron, otra vez, again, la “nueva” constitución de la revolución del picadillo, constitución que nada tiene que ver con el pueblo cubano pues está aprobada, como todo en la Cuba castrista, de a dedo, a traición, Cuba ya no es comunista, el comunismo se fue a bolina, se fue pa’l carajo y queda terminantemente prohibido compañeros ponerse un pulovito, una camisita y hasta un blúmer rojo porque hemos extirpado ese cáncer de la sociedad cubana y ahora ustedes verán que si vamos a construir el…
De todas maneras estos traidores, criminales, delincuentes, bandidos, corruptos, ladrones, extorsionadores y explotadores de Cuba y los cubanos podrán decir lo que quieran, escribir lo que les dé la gana, hacer el paripé por la televisión de que los “demócratas” llegaron ya y se van a bailar el ricachá, que en Cuba se está produciendo un cambio sustancial del hueso pa’ sustancia a los filetones, que los “nuevos” que estamos ahora somos los buenos y que el malo era ese hijoeputa que se murió, que tengan confianza en nosotros que verán cómo no van a tener que comer más esa moringa de mierda y todo cuanto quieran decir que a mí, por lo menos lo que es a mí, me seguirá pareciendo que la mona, aunque la vistan de seda, seguirá cantando desafinada: “soy comunista, toda la vida, oh bella ciao, bella ciao, bella, ciao, ciao, ciao”.
Ricardo Santiago.