El Delegado Alarcón, la “excursión” a Washington y una “oposición” ligerita de ropa.



A la dictadura castro-comunista solo hay que exigirle que se entregue a la justicia soberana del pueblo, que abandone el poder, que huyan como ratas y que nos dejen a los cubanos reconstruir ese país que han sumido en la ruina, en el abandono, en la miseria, en la tristeza y en la agonía.
Siempre he sido firme en estos principios porque no creo que se pueda querer una República, aspirar a una democracia y a ser un país libre de dictaduras mientras exista el más mínimo atisbo de estructuras represivas que ahoguen la posibilidad de que un pueblo pueda crecer y desarrollarse partiendo de la capacidad emprendedora de sus individuos, así de simple.
Yo soy partidario de apoyar cualquier idea que represente la horadación, que le cause la más mínima fisura al régimen castrista porque creo que cada golpe que reciba esa porquería de revolución construida sobre el sufrimiento de los cubanos, debilita consistentemente los cimientos sobre los que la edificaron y en cualquier momento se vendrá abajo abajo como la montaña de estiércol que es.
Pero una cosa son los golpes a la dictadura de los hermanos castro y la otra son las “excursiones” políticas para pedirle a esa banda de represores determinadas “reformas” para ayudar a algunos cubanos afectados por las “políticas” vigentes de ese socialismo de alcantarilla.
Para nadie es un secreto que nunca he estado de acuerdo con el “programa político” del Delegado Alarcón. Para mí, en el orden personal y no quiero que nadie me secunde, este sujeto es mucho más dañino para la libertad de Cuba que cualquiera de las castro-clarias que deambulan por las fosas del socialismo defendiendo la guachipupa revolucionaria.
Confieso públicamente que cada vez que me sale una foto de este Delegado en las redes sociales me asusto y me sobrecojo porque sé, sobremanera, que detrás de cada palabra que dice, de cada video-live, de cada “genialidad”, le acompaña en comparsa populachera, alguna paja-politiquera en la que nunca estará clara, bien clara, la posición de este “personaje” en relación con la triste realidad que viven Cuba y el pueblo cubano.
Yo siempre he dicho que uno de los grandes problemas de los seres cubanos es que nos acostumbramos a que otros piensen por nosotros, a que nos pongan “cositas” masticaditas en la boca y a que guíen nuestras acciones sin que muchas veces, o la mayoría de las veces, entendamos las verdaderas intenciones de los líderes en laticas de conservas que nos venden por la libreta de racionamiento.
El Delegado Alarcón está convocando, con bombo y platillos, a una marcha a la Embajada castrista en Washington, a la que se han sumado un montón de gentes que yo consideraba inteligentes, para pedirle a la dictadura un paquete de boberías que, de ser aceptadas, aliviarían solo a un pequeño grupo de cubanos y nunca, absolutamente nunca, a la mayoría de un pueblo que no tiene pasaporte, nunca va y viene, como Pedro por su casa por la aduana y lleva 60 años excluido de la vida política y económica de su propio país.
Yo digo que los cubanos que queremos una Cuba libre de dictaduras y dictadores, inclusiva, participativa y republicana tenemos que ser muy cuidadosos a quién y a qué apoyamos pues podemos caer en la trampa de los paños tibios y con ese régimen, con esa maldita familia, con ese flagelo de la humanidad, no hay negociaciones, “pedidera”, conversaciones ni “estrechones de mano” de ningún tipo siempre y cuando no sea, como ya he dicho, que se vayan pa’ casa del carajo y nos dejen a los cubanos vivir en paz.
La práctica es que esta excursión de boys and girls, perdón, marcha a la Embajada castrista de “opositores”, con los postulados que lleva, con las “banderas” que enarbola, no hace otra cosa que legitimar a los castro pues siempre y cuando no se le exija el abandono total de poderes y entregarse a tribunales de justicia componentes, es ir a bailar con el trompo, en su propia casa, y que de tantas vueltas seamos nosotros quienes salgamos mareados.
No dudo hasta que el castrismo apruebe “ablandar” alguno de los pedidos de este líder de botellita, la cosa en derredor a este “sargento” está turbia, incluso esto le daría mayor credibilidad entre un exilio que necesita “desesperadamente” un “sí, mi jefecito” y opacar así a otras organizaciones opositoras con mucha más fuerza y vergüenza que la circunscripción + y su scout el Delegado Alarcón.
Ricardo Santiago.



6 comentarios en «El Delegado Alarcón, la “excursión” a Washington y una “oposición” ligerita de ropa.»

  1. Toda esa gente que en esa fetida marcha participara son las mismas que desde USA apoyan el abuso que ese sistema castro comunista mantiene contra el pueblo.no cabe duda que el canal televisivo 41 es una trinchera de comunistas

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  2. Si la excursión fuese para tomar por asalto la embajada fuera para participar, pero jamas para pedirle algo a la tiranía “los derechos se arrancan, no se mendigan”.

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