No hay dudas. Los comunistas han desmembrado a la nación cubana por todas partes. No existe nada en Cuba que no haya retrocedido o involucionado con proporciones gigantescas: la producción agrícola, la producción industrial, la construcción de viviendas, la educación y la cultura cívicas, el orden y el progreso, las libertades ciudadanas y el “olor de la vida”.
Antes de 1959 Cuba era un país receptor de migrantes. Aun con Batista y “todos sus desmanes” miles de personas, de cualquier parte de este planeta, solicitaban permisos para radicarse en la isla. Venían, sobre todo, atraídos por la prosperidad y las opciones de futuro que ofrecía “la dictadura batistiana”, la bondad de los nacionales y el privilegio de su posición geográfica.
En la actualidad a muy pocos en el mundo se les ocurre tamaño disparate. Lo único que hemos logrado conservar en estos tiempos es la bondad de algunos nacionales y la posición geográfica, pero definitivamente esto no basta. No es suficiente.
Hoy Cuba “exporta a sus habitantes” por cientos de miles y por las vías más absurdas, crueles o disparatadas que uno se pueda imaginar. El cubano no quiere vivir en su propio país, está cansado, se ha hastiado de esperar por el techo seguro y el “vaso de leche”, por la vida digna y responsable y por un mañana que cada vez es más ayer y ayer y nunca. Por generaciones hemos visto que todo ha sido una burda mentira, que la patria hiede y que costará, sabe Dios cuánto tiempo, volverle a dar algún sentido de decencia.
Entonces no queda otra, muchos decidimos partir con media alma rota y los dolores y la angustia por tener que separarnos de la familia, nuestra madre, los amigos y lo material, que también muchas veces cuenta.
Los cubanos nos vamos para donde sea: “pa’ donde sea Fidel, pa’ donde sea…”, no importa, a veces mientras más enredado se hable mejor porque así es bueno para olvidar las penas, no importa si nos congelamos o los sudores nos deshidratan, si la comida es muy picante o si los sabores nos retuercen de nostalgia, la meta es salir adelante y perseverar porque en verdad de eso estamos hecho nosotros, de madera dura que no se raja y que no se deja amedrentar, ¡ah! y “pa’ tra’ ni pa’ coger impulso”.
Mis “opositores” me atacarán con el cuentecito de que este es un fenómeno que sucede a nivel mundial, el sur invadiendo al norte, que Cuba no es el único caso y: “ahí están las cifras de centroamericanos, suramericanos, del medio oriente, norafricanos y chinos y no tan chinos que se deslumbran con el sueño del capitalismo, no son únicamente los cubanos”. Pasa que sólo el gobierno cubano, en todo el mundo, ha venido prometiendo por más de 57 años prosperidad y una mejor vida para sus ciudadanos y estos ya no pueden más, se cansaron. Fíjese que solo los cubanos somos los únicos que no tenemos destinos prioritarios para emigrar, nadie vera nunca a un mexicano querer emigrar para Guatemala, por solo citar un ejemplo.
Pero las migraciones tienen sus causas, generalmente son económicas, políticas o humanitarias. En el caso de Cuba yo digo que son de todos los tipos, el cubano se va por hastió, desilusión, miedo, hambre, amor, nostalgia, vergüenza, ilusión, rencor, soberbia, teques, prosperidad, libertad, aventura, sueños, desesperación, cansancio y “cualquier cosa que sirva para no estar más aquí”.
¿Quién es el culpable?
Se le sobra razón. «…este es un fenomeno que sucede a nivel mundial,…» Sólo que, a nivel mundial NO HUBO UNA REVOLUCIÓN EN 1959 para mejorar lo que estaba ya bien…, ni tuvieron que prometer una vida mejor, como ya la teniamos los «liberados»… Asi que sus «opositores» «cayaditos se verán más bonitos».
Referente a la pregunta final, (brillante cierre) yo opino que la respuesta es:
TODOS LOS CUBANOS.
dificil pero tengo que darle la razon, creo que de alguna manera todos somos culpables…
Hizo la pregunta del siglo al final,quien es el culpable.?TODOS LOS CONOCEMOS MUY BIEN,QUIEN Y QUIENES.?