Nicolás Maduro es tan, pero tan imbécil que es incapaz de intuir que los castristas, obedeciendo órdenes directas del General Bijol, del fantasmón de Ramiro Valdez y del G-2 cubano, son quienes lo van a matar.
En cualquier momento este dictadorzuelo, “demasiado” maduro por los tantos crímenes, asesinatos y violencia festinada cometidos contra el pueblo venezolano, aparece con la boca llena de hormigas, tres varas de lengua “deslenguadas” por el suelo, los ojos bien abiertos como quien quiere ver y no creer y la cara de comemierda que ponen todos los cobardes cuando, en el último momento de su desprestigiada existencia, no paran de suplicar, de rogar, por tu madrecita, yo no quería hacerlo, a mi me obligaron, ay diosito ayúdame, perdón cariño mío…
A este títere sin cabeza, sí, porque ya hiede a cadáver putrefacto por los cuatro costados, los castristas saben que primero tienen que “arrancarle” la sin hueso, silenciarlo con escopeta de dos cañones, “amortiguarle” para siempre esa vocación ridícula que tiene para decir disparates, borrarle de un “plumazo” la egolatría que tan mal heredó de su antecesor el pajarito cantor del Amazonas o darle vueltas y vueltas sobre las brazas hasta que, el muy idiota, quede como un tizón “olvidado”.
El “asesinato” de Nicolás Maduro los castristas lo harán parecer un suicidio, un ajusticiamiento de la oposición, un “aburrimiento” chavista, una “traición” de Generales “sublevados”, un linchamiento a manos del pueblo “hambriento” o, incluso, hasta un “golpe” del destino porque, según la lógica de la vida, a todos nos llega la hora y no se puede estar en este mundo, así como así, hablando tanta cáscara de piña.
Los verdugos de la dictadura de Raúl Castro tienen mucha, pero muchísima experiencia en “silenciar para siempre” a quienes les resultan incómodos, les representan un peligro para sus intereses o sencillamente ya no les sirven y los prefieren más muertos que vivos pa’ que sean “utilizados” como disfraces en las noches de Halloween.
Pero lo cierto es, aparte del bonche, que a este monigote “enmorocotado”, manchado con la sangre de muchos jóvenes venezolanos, lo van a matar antes de que intente huir como una rata y, para salvar el pellejo, ante las autoridades internacionales, “cante” boleros, salsa y reggaetón.
La realidad más “real” es que Nicolás Maduro sabe demasiado de todos los tejes y manejes, de los lleva y trae, de los recaditos son mala educación y del “secreto mejor guardado” de la pandilla Castro en Cuba, en Venezuela, en Colombia y en los otros países donde se ha intentado “fabricar” el socialismo del Siglo XXI.
Yo digo que hasta mucho más allá de este continente también, pues a este sentenciado personaje se le ha visto, muy comunicativo y muy santo de su devoción, con cierto personaje todo vestido de blanco que dice representar la virtud y la decencia.
Pues por todo eso es que lo van a matar, e incluso más por lo “otro”, esa parte que desconocemos nosotros los mortales, esas “confidencias” entre secuaces de cómo repartirse el botín, de cómo y cuándo encarcelar enemigos incómodos, de a cuántos asesinar diariamente para que no parezca una masacre de proporciones hitlerianas, de cómo mentir públicamente sobre la realidad del producto interno bruto, de a quién engañar para que apoye el desastre nacional y la barbarie que han cometido, es decir, por la “gracia” y la portentosa “sabiduría” que ostenta este fantoche con cara de energúmeno y apodo borriquero sobre la participación directa de la dictadura de Raúl Castro en el desastre venezolano, es que sus propios castristas, quienes anteriormente le cantaron y lo mecieron para que les sirviera de testaferro y los ayudara a saquear las riquezas de Venezuela, insisto, lo van a matar.
Ya Maduro no le sirve a nadie, ni siquiera se sirve a sí mismo. La forma tan estúpida en que se ha dejado mangonear por las meretrices castrista en contra de su propio pueblo lo han convertido en un ser totalmente despreciable, “condonesco”, mal parido, buche amargo, sarnoso, tracatán, desabrido, maloliente, garganta profunda, flojo e’ pierna, ladrón, asesino y criminal.
Pero terrible, tanto nadar pa’ morir en la orilla, ante el magnicidio que se le avecina Nicolás Maduro sólo tiene una salida, entregarse a los venezolanos y que sean estos quienes lo juzguen, de seguro le van a retorcer el pescuezo por el daño tan grande que ha causado pero es preferible este final al de ser devorado por las traicioneras hienas castristas, enviadas desde el infierno, y que, segurito estoy, no pararán de reírse de él por toda la eternidad.
Ricardo Santiago.
Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder, impusieron un perverso ajuste económico disfrazado de «guerra económica», con el cual llevaron a millones de compatriotas a la más espantosa pobreza y hurgar entre la basura descompuestos desechos para mitigar el hambre.
Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder han utilizado los medios públicos como instrumentos de guerra para cercenar, difamar, calumniar y ofender sobre críticos y disidentes, que sólo han pregonado las ideas y el pensar de un país diferente en el cual desaparezca la incompetencia, la burocracia, el nepotismo, el enriquecimiento ilícito, la corrupción, la venta de nuestros recursos naturales y el abuso de cualquier gobierno y sus «dirigentes» políticos.
Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder permitieron la creación de mafias paralelas de la economía, es decir, promovieron el bachaqueo como forma maligna de comercio «informal» para acceder a alimentos y bienes esenciales, entre ellos el cemento, de absoluta producción, distribución y venta de autoridades «oficiales», ante la mirada cómplice de zascandiles militares y «funcionarios».
Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder destruyeron la industria petrolera, de energía eléctrica, agua potable, telecomunicaciones y de producción siderúrgica, postrando al país en un continuo decrecimiento de actividad económica.
Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder acabaron con el valor del bolívar cuando con sus nefastas políticas generaron una indetenible inflación y devaluación de nuestro signo monetario.
Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder piden y piden sacrificios a un pueblo en nombre de una seudorrevolución que pregona un supuesto «socialismo», mientras ellos viajan e instalan a sus familiares en los países más capitalistas del planeta.
Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder se han valido de las más perversas tretas «jurídicas» para violar la Constitución y las leyes con el propósito de perpetuarse inmoralmente de la presidencia de la República, buscando generar con ello una «institucionalidad» que sólo aplica un aberrante apartheid político y ciudadano.
Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder destruyeron toda la infraestructura pública de salud y distribución de medicamentos, originando una barbarie social que no sólo permitió la aparición de enfermedades que habían sido eliminadas de nuestros registros sanitarios, sino que elevó dramáticamente las cifras de mortalidad en madres y niños, y agravó la salud de pacientes con problemas oncológicos, hipertensivos, neurológicos, y otros.
Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder colapsaron la red de institutos educativos integrales, es decir, no sólo permitieron la destrucción de las escuelas y liceos en sus plantas físicas, sino acabaron con el normal suministro de alimentación para la población escolar, y sumieron a los docentes en la más absoluta miseria.
Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder entregaron las ciudades a delincuentes y mal llamados «colectivos», que impusieron sus códigos del terror sobre los ciudadanos honestos a través del hurto, robo, secuestros y asesinatos.
Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder no les importó explanar sus armas de guerra sobre estudiantes y trabajadores cuyo único delito fue luchar por un país distinto apartado de la pobreza, la miseria, el hambre y la delincuencia.Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder han demostrado toda su soberbia, intolerancia y crueldad para reprimir, herir y hasta asesinar a aquellos cuyo pensamiento estaba centrado en la lucha por la libertad y los valores democráticos.
Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder encarcelaron a civiles a través de tribunales militares para amedrentar al pueblo y, someterlo bajo preceptos totalitarios cuya desembocadura política se convirtió en lo peor del fascismo, el nazismo y el estalinismo.
Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder se convirtieron en huestes putrefactas, cuando callaron ante la permanente violación de derechos humanos, que unos pocos desplegaron en contra de quienes soñaban construir un futuro distinto, apartado de mezquindades, retaliaciones y podredumbre humana.
Venezuela jamás perdonará a quienes aferrados al poder, ordenaron a policías y militares que ejercieran el máximo de sus prácticas inhumanas de «orden público», lo cual terminó por invadir la indignación ciudadana al ver correr por las calles sangre de víctimas inocentes, la sangre de nuestros hijos, la sangre de nuestros padres, la sangre de nuestros hermanos, la sangre de nuestros jóvenes, la sangre de nuestros hombres y mujeres, la sangre de nuestro pueblo.
Venezuela jamás te perdonará! Y jamás te perdonará porque te convertiste en un ser quien acabó con el sueño de millones de venezolanos, que ahora sólo esperan que abandones el palacio presidencial para intentar nuevamente reconstruir lo que una vez fue la Nacion
Este energúmeno no entiende que ya no le sirve a la dictadura cubana y que lo van a sustituir de alguna forma. Tal vez por Aissimi
No dudo eso ocurra tan pronto ellos vean sus intereses definitivamente perdidos o cuando exista un ofrecimiento mayor, en cualquiera de los casos, siempre encontraran una explicación
, maduro se formo en la ñico López y ahi, de los manejos traicioneros castristas, no se enseña nada