La negra comedia de Fidel Castro.

Nota introductoria: Esta es la penúltima vez que pienso y escribo sobre el demonio del meteorito, la piedra sideral estrambótica o la “cagada” maloliente del diablo. Tengo que ser fuerte. No puedo dejar que la tentación continúe dominando mis actos.
Pues bien, si no fuera por todas las personas que de una u otra forma este tipo asesinó, que son muchas, muchísimas, Fidel Castro fuera el comediante cubano más grande de toda la historia. Ya a esta altura del partido debemos verlo como eso, un payaso, con perdón de los mimos, los arlequines y los clowns, que convirtió la vida de los cubanos en una absurda y maldita tragicomedia.
Fidel Castro fue, gracias a Dios que podemos hablar en pasado, el padre de los disparates, el absurdo enloquecido, la bobería asesina y los “caprichos y desastres” de sus propias masturbaciones mentales a la luz de la Luna. Su hermano, el General sin historias ni batallas, es hoy continuador del mismo pensamiento ridículo y torcido que hundió a Cuba en el desastre y a los cubanos en la más vergonzosa humillación.
Cuando la pandilla castrista se apoderó del poder en Cuba, mediante su golpe de estado revolucionario, el uno de Enero de 1959, nuestro país era la quinta economía de Las Américas y estaba entre las primeras diez del mundo, así de sencillo.
Cada pensamiento, idea, proyecto, plan o estrategia de Fidel Castro, para el supuesto desarrollo económico de nuestro país, fueron una reverendísima mierda y un fracaso. Una involución aplaudida y apoyada por cientos de miles y un desacuerdo lúcido para unos pocos que fueron ejecutados, de alguna manera, por contradecir al tirano y señalarle su evidente error y su malevolencia.
Reitero mi idea de la comicidad de Fidel Castro porque todo cuanto hizo en su vida fue meter el delicado, hacer papelazos, abochornar a una nación, atentar contra la inteligencia humana, desobedecer la lógica práctica y cagarse todo el tiempo fuera de la taza, por favor, perdónenme la expresión pero es que aquí no cabe otra.
Este “cómico” discursante no oía a nadie, era como si todos los que le rodearan fueran imbéciles, inútiles, tontos o comemierdas. Las “ideas salvadoras del subdesarrollo” sólo podían salir de su tremebundo cerebro, de sus agitadas melancolías y de su patético conocimiento de todo, absolutamente toda la sabiduría del mundo mundial que él creía poseer.
Voy a tratar de enumerar los caprichos y disparates “fidelianos”, para que constatemos los fracasos del sujeto que la maquinaria comunista siempre quiso, y hoy más que nunca, quiere vendernos como el inmortal, el eterno, el salvador, el fecundo, el genio, el padre amantísimo, el prestidigitador y mamita dame chupa-chupa…
1- El hombre nuevo.
2- La crisis de Octubre de 1962.
3- El plan Cordón de La Habana.
4- La zafra de los 10 millones.
5- Tengo una vaca lechera…
6- Los plátanos microjet.
7- La guerra de Angola.
8- Los planes de becas en el campo.
9- La batalla de ideas.
10- La revolución energética.
11- Las ollas eléctricas sin “electricidad” y sin alimentos.
12- El ppg.
13- Salud para todos.
14- Su guerra contra Estados Unidos.
15- La pasta de oca, la masa cárnica, el fricandel, el cerelac, el pollo por pescado, etc.
16- El internacionalismo proletario.
17- No pagar la deuda externa.
18- El amateurismo en el deporte.
19- La Revolución castro-comunista, el socialismo y patria o muerte, venceremos.
20- El cultivo de peces.
21- Comer moringa en vez de un buen bistec.
22- Cuba libre.
Faltan más, muchas, les pido ayuda para terminar la lista y que quede constancia ante el mundo de que este hombre no fue más que un fracasado, un perdedor y una payasada sanguinaria que sumió al pueblo de Cuba en la más profunda miseria.