Para nadie es un secreto, porque, entre otros muchos compatriotas, yo tampoco me canso de repetirlo, que el castrismo de fidel castro, y valga la necesaria redundancia, es un conjunto muy represivo de malas ideas y prosaicas, doctrineras, totalitarias y tóxicas palabras que se esparcen con brutal facilidad y corrompen, destruyen, pudren y trastocan a países, poblaciones enteras y a cualquier individuo medio entretenido que haga interminables colas “pa’ comprar el pan”.
Desgraciadamente esta es una realidad que hoy por hoy afecta a una buena parte del mundo. El castrismo ha invadido el planeta y ha creado sucursales de la mediocridad, el crimen, la insensatez, el aburrimiento, el desodorante de pastica, el Cold Cream y la leche magnesia con bicarbonato hasta en los rincones menos pensados donde, antes de la llegada de sus despreciables “agentes de opinión”, y de lo otro, funcionaban tranquilamente la democracia, la república y la carne de res por la libre.
Por eso digo que los cubanos tenemos que ser inteligentes y entender que la primera batalla que debemos librar contra la dictadura-apeameuno-castrista, y contra la memoria y el “legado” de fidelito-mambrú, es precisamente aquí en el exilio, en Miami, en el corazón del anticastrismo cubano contra toda esa pléyade de informantes, adoradores, charlatanes, esbirros, espías, testaferros, embelequeros, oportunistas e infiltrados que tiene el castrismo haciendo mucho, pero muchísimo daño, al exilio histórico, al exilio presente, al exilio de toda la vida y a la memoria de tantos cubanos que han muerto sin ver a Cuba liberada de la miseria física y espiritual más larga y terrible que se ha visto en toda la historia de la humanidad.
Yo soy del criterio que si logramos desenmascarar y desacreditar ante las autoridades norteamericanas pertinentes a estos enemigos declarados de la democracia y por consiguiente son devueltos a Cuba, al lugar donde deben estar, o son silenciados de raíz y para siempre, el castrismo recibiría un golpe mortal directo a sus intestinos pues perdería sus “aliados” de “corre, ve y dile” tan necesarios para mantener la mentira “viva” de que la revolución es muy buena y el imperialismo es muy malo.
Por otra parte para nadie es un secreto que los castro han logrado, durante estos últimos 60 años, establecer empresas y negocios en los Estados Unidos y otras partes del mundo, que les aportan muy buenos dividendos económicos a las arcas personales de esos facinerosos mientras nuestro país se cae a pedazos, la miseria lo consume, el manantial se contamina de pancartas, panfletos y constituciones y esos hijos de puta no hacen absolutamente nada para beneficiar, sanear o revertir las condiciones miserables en que viven los cubanos.
La dictadura castro-bembaeperros ha tenido mucho tiempo para armar solapadamente un exilio-castrista fuera de Cuba. Las enormes subvenciones que ha recibido el castrismo desde el mismísimo 1 de Enero de 1959, más la poca mierda que ha producido la economía socialista, los castro y su sofisticado aparato de propaganda e inteligencia militar, lo han utilizado en la creación de un castrismo post-frontera que hoy les está rindiendo sustanciosos frutos traducidos en chorros de dinero hacia la Isla, “movimientos de solidaridad” apoyando la “justa” lucha del pueblo cubano, alianzas “martianas” defendiendo porquerías, útiles tontos “con la adarga al brazo”, plañideras ideológicas suspirando eternamente por el líder calcinado, protestones, “invictos”, charlatanes, Delegados, circunscripción+, marionetas, “artistas” pervertidos con la guardia en alto y un sin número de comunistas “arrepentidos” que dijeron eran perseguidos políticos para poder atragantarse de “sanguisis de jamón y queso” en Miami y después ir a cagarlos, al año y un día, como si nada, en las letrinas del socialismo de La Habana.
Si combatimos con todo a estos sujetos aquí en el exilio y les demostramos a los servicios de inmigración y al Departamento de Estado de los Estados Unidos que estos individuos, estas piltrafas humanas, mintieron descaradamente para acceder al país, e incluso para hacerse ciudadanos norteamericanos, y que actúan desde suelo americano apoyando, sosteniendo y defendiendo al régimen genocida de Cuba, enemigo traicionero y descarado de las democracias en el mundo, estos chupameaos serian devueltos a Cuba y le cortaríamos a la gusanera castrista la cabeza, las patas y otras cositas más.
El castrismo invadió silenciosamente el mundo y lo apestó con un macabro cardumen de sanguijuelas revolucionarias que han logrado, desgraciadamente, infiltrarse en lo más hondo de las democracias internacionales y colgarles el cartelito despreciable de yo soy fidel. Si desarticulamos a estas ratas debilitaríamos profundamente a la dictadura y le daríamos al pueblo cubano, al que está allí, en la concreta, un impulso importante para…
Ricardo Santiago.
A ese grupúsculo de esbirros y testaferros hay que enfrentarlos no sólo con el corazón, sino con la cabeza, el tronco y las extremidades donde quiera que se manifiesten.
Incluso denunciarlos por las labores de espías e infiltrados que realizan en Estados Unidos con total impunidad y recibiendo órdenes directas del tirano de turno en la Isla.
Frente a esa fracción de infames debemos unirnos y no permitir lo sucedido el pasado domingo que se reunieron para analizar el reglamento castrista. Éso amigos se llama provocación, complicidad con el régimen.
En el escenario indicado hay que obligarlos a cambiar el nombre de esa cuadrilla, porque es una ofensa, una traición a José Martí. Algo que copiaron del infame que utilizó al Maestro como » autor intelectual » de su robolución.
Es hora de frenar a esos impostores, farsantes y simuladores y acusarlos en las instancias correspondientes. Deben ser sentenciados a cárceles o deportados. Estamos en el momento propicio para eliminar el virus castrista en Miami.