El castrismo ha condensado tanto su mentiroso, falso e hipócrita discurso para justificar el desastre moral y físico en que ha hundido a la nación cubana que han terminado por creerse, y me refiero específicamente a sus testaferros de opinión, que la vida en Cuba es más “sana”, menos complicada, más feliz y se hacen “muchas más veces el amor” que en cualquier otra parte del mundo.
Yo siempre digo que hay que ser extremada e irresponsablemente comemierda para emitir y aceptar una valoración tan ligera, mediocre e hija de puta sobre algo que está absolutamente demostrado pues no solo en Cuba, es decir, en ninguna parte del mundo la vida puede ser sana y feliz mientras exista un sistema totalitario que controle la sociedad mediante la represión, la fuerza, la prohibición de las libertades civiles, la existencia de un partido único, la fusión de los poderes del estado, la concentración de la economía nacional en un monopolio dictatorial, una prensa cómplice del poder y acusar de traición a la patria a todo aquel que difiera de la política del “gobierno”.
La superficialidad con la que estos testaferros del castrismo tratan este tema en las redes sociales, devenidas en un importante campo de enfrentamiento entre el oscurantismo idiotizado de los seguidores de fidel castro y los defensores de una Cuba libre de dictadura absolutista y totalitaria, no dejan dudas de que todo obedece a un plan de la propaganda castro-comunista para hacerle creer al mundo que en Cuba “la vida es bella” y que hasta los chinos de China quieren irse a vivir con díaz canel para “bailar” reguetón en la Casa de la Música y montar las “moticos eléctricas” que, según las marionetas de raúl, están en las calles que dan al pecho.
Insisto, hay que ser muy imbécil para medir la felicidad en un país por parámetros tan banales, engañosos y absurdos como que tres discotecas de la ciudad estén llenas, los ciudadanos no tienen que pagar sus casas, agarra tu pizza calientica aquí, la educación y la salud son “gratis” y las personas tienen “erecciones descomunales”, a todas horas, porque no sufren estrés por no vivir en el capitalismo salvaje.
No acostumbro a dar nombres en mis comentarios porque no me gusta que la gente piense que mis “ataques” son personales, pasa que esta vez sí me quiero referir, a modo de “condensar” la manada, a tres personajillos que se las traen y que dicen llamarse Bárbaro Silva, César Hernández Hernández y Fernando Pérez-Viart, existe otro de estos “eméritos” del castrismo que no he podido encontrar el nombre pero que recién hizo una “directa” con una “sudadera” Adidas, que es otro buen exponente de esa fauna de siniestros embelequeros y al que también me gustaría incluir en este pequeño, pero sincero, “juicio sumario” de la vergüenza ajena.
Al tal César Hernández y al no menos “tal” Fernando P. los conozco porque son habituales esbirros, perseguidores y agresores de Por Eso Me Fui De Cuba. En muchas ocasiones se han masturbado, mejor dicho y perdonen mi cochinada, se han pajeado mentalmente con la ilusión de iniciar un “debate” conmigo al cual no me he prestado pues es bien sabido que esa crápula responde a un guión del cual les está prohibido salirse, so pena de recibir un castigo para el cual sus cobardes “corazones” no están preparados, y que en nada beneficiaría a quienes queremos que Cuba vuelva a ser una República soberana, de derechos, deberes y libertades.
El “Dr.” Silva se le escapó al diablo de entre las piernas. Este castrista, confeso y orgulloso, ha hecho carrera y “fortuna” auto proclamándose la voz de la revolución del picadillo en el norte revuelto y brutal, un fulano al que las autoridades norteamericanas deberían investigar minuciosamente pues resulta un peligro potencial para esclarecer la verdad sobre la vida en Cuba y hasta para la propia seguridad nacional de los Estados Unidos.
Del de la “sudadera” es mejor ni hablar, estoy convencido que ese imbécil se cogió toda la estupidez humana para él solito y el que pa’ castrista nace del cielo le caen las botas rusas y las patadas por el c…
Por eso digo que desenmascarar a estos individuos, las campañas de tergiversación de la dictadura castrista, a los bobos con la “bobería” de que en Cuba se montan moticos por la libre y a todo aquel que se preste para amplificar la burda mentira de que los cubanos son felices con su revolución del picadillo, es menester denunciar, como dije, de todo hombre y mujer que crea en la verdad, en la justicia y en que los castristas son unos troncos de comemierdas.
Ricardo Santiago.
Acabo de encontrar este acertado artículo, yo a diferencia he tenido un solo debate con cada uno de ellos donde han quedado pulverizados como su idolo.
Santiago gracias por su amistad virtual, estamos en la misma frecuencia y sobre la misma línea.
Te falto Miguel Angel Cespedes…la cancunera…otra rata mas igual que la negra hijseputa del silva…que no sirve pa mierda…gonorrientos de cerebros y adictos a ser maltratados….estos son unos caraepalo singaos malnacidos y puercos
Que feas palabras, què absoluto…. feo feoooo
Por dinero Justo, por dinero.
son la verdadera verguenza de cuba en el extranjero,me pregunto porque no viviran alla