En Cuba hay que hacer colas para cualquier cosa. El cubano vive y muere pidiendo el último y preguntando: ¿Qué sacaron? Por eso la Revolución castro-comunista es sinónimo también de tumulto, aglomeración, filas, sudores, desesperación, hastió, aburrimiento, obscenidad y “caballeros despejen que esto se acabó”.
Las colas cubanas son las más largas en la historia de la humanidad, largas en dimensión y en el tiempo, es increíble cómo un pueblo ha podido sostenerse por tantos años, más de 57, si para obtener lo imprescindible, lo elemental, lo necesario, lo pedestre, tiene que perder horas y horas esperando a que le toque su turno.
Las colas en Cuba tienen vida propia, son el reflejo de la miseria y la necesidad que sufren los cubanos, de la ineficacia administrativa de un gobierno absurdo, de las imposiciones políticas que nada tienen que ver con la oferta y la demanda, la mediocridad de ministros, funcionarios y dirigentes del socialismo, de los caprichos estúpidos de Fidel Castro y de la inexistencia de un mercado competitivo, autónomo, “feroz”, libre y sin tanta “controladera” por funcionarios del Estado comunista.
Yo nunca he entendido como a Fidel Castro no le daba vergüenza pararse a hablar tanta mierda de los “logros” de su Revolución si la prueba más irrefutable de su fracaso y de su mediocridad son las colas que tenemos que hacer los cubanos hasta “pa’ mear o pa’ cagar”, y les suplico perdonen esta expresión, pero creo es la que mejor ilustra la desesperación que sentimos todos ante la idea de tener que salir a resolver algún problema o comprar cualquier alimento o un artículo de primera necesidad.
Los comunistas son cínicos e hijos de puta, no me cabe la menor duda, para donde quiera que usted mire en Cuba encontrara a un grupo de cubanos de uno en fondo o en molotera esperando a que llegue o vendan algo. ¿Qué mayor prueba necesitan? ¿Qué esperan para reconocer públicamente que son unos mierdas y unos inoperantes? ¿Hasta cuando hemos de esperar los cubanos?
Y no me vengan con el cuento del embargo y que por culpa de esta política del gobierno de Estados Unidos los cubanos estamos como estamos, no me jodan, ya esta bueno de tanto abuso y de las mismas justificaciones, no, no y no.
Con respecto a este tema del embargo económico (o como ellos le dicen bloqueo) voy a reafirmar una idea que plantee en un artículo anterior: Fidel Castro se autoerigió como salvador del pueblo cubano, prometió villas y castillas para que le creyéramos que era el portador de la verdad, la justicia, la abundancia y la buenaventura, que entregaría su vida para que los cubanos fuéramos felices y gozáramos de la mayor prosperidad con la que un pueblo podría soñar en toda la historia de la humanidad y bla, bla, bla, bla, bla…
Nada cierto, todo pura mentira, vulgar y asquerosa mentira de este tipejo ególatra y mitómano empedernido que lo único que trajo para Cuba fue una profunda miseria que nos ha calado los estómagos, los cuerpos, la mente y la conciencia a los cubanos: ¿Quién es el último?
La realidad es que a Fidel Castro nadie lo erigió como presidente, nadie quiero decir en consulta popular, en votaciones libres y democráticas, Fidel Castro armó toda una “camancola” mafiosa y se adueñó de Cuba y de todos sus cubanos, sin darnos ni la mas mínima opción de voz y voto para removerlo o simplemente demostrarle que es un ineficiente, un criminal, un dictador y un hijo de puta.
Fidel Castro es la cola cubana, es su responsabilidad.
¿A que Usted nunca ha llegado a una cola en Cuba, ha pedido el último y le ha respondido “yo” el loco de la moringa o su mujer?