Ahora que el castrismo prepara otra ciberofensiva, sí, digo otra porque en realidad nunca han dejado de hacerlo, los cubanos debemos estar listos y contrarrestar esta nueva ola represiva contando nuestras propias historias, la verdadera historia de Cuba, la que hemos vivido cada uno de nosotros en los últimos 58 años.
La dictadura de Raúl Castro reprime por los cuatro, cinco e infinitos costados, a la violencia física y verbal quiere sumar la violencia escrita como si fuera un todo revolucionario, un chiste progresista o un eructo de los infiernos sin querer entender que el pataleteo que está formando es una prueba más de que su revolución de gritería se les diluye entre las manos, o entre las n…, a una velocidad igualita a la del “fórmula uno” de mi edificio.
Es increíble cómo en un país donde falta todo, absolutamente todo, hasta el aire, la dictadura en y con el poder destine tantos recursos, tiempo y capital humano para únicamente intentar tapar una verdad que ya es demasiado grande y que no hay Dios, ni siquiera ayudado por los espías sacramentales de las redes sociales e Internet, que la pueda detener. Obviamente la difusión de los crimines, las injusticias, el abandono, la miseria y el hambre que sufren el pueblo cubano les está echando por tierra las mentiras que sistemáticamente le vienen contando a la comunidad internacional y que ya muchos los miran de reojo o cuando pasan les gritan: “fo, fo, fo, qué peste…”.
No por casualidad han escogido al sector de la salud, es decir, médicos, enfermeras y otros, para el “sabotaje” ideológico y la propagación de la “melcocha revolucionaria”. Pretenden utilizar las conexiones y cuentas en Internet de estos profesionales y los están obligando a convertirse en guerrilleros del ciber espacio como si fueran temerarios personajes de mangas o los archiconocidos “justicieros” de los comics y a cambio: taran, tan, tan…
Una nueva tarea de de la revolución, el partido y… que tendrán que interpretar estos cubanos so pena de… o… y… ya Ustedes saben…
Triste y horrible situación en la que se encontrarán muchos de estos compatriotas, otros no, a otros les fluye la doctrina comunista por las venas y les sale por el c… pero la gran mayoría de estos hermanos se verán en una nueva disyuntiva y en otra encrucijada en la que esa cruel tiranía ha acostumbrado a los cubanos desde hace casi 60 años: Enfrentar a cubanos contra cubanos.
Por esto necesitamos una nueva historia de Cuba, pero una de verdad, sincera y sencilla para que pueda ser entendida por todos, sin complicaciones ni aspavientos grandilocuentes donde cada uno de nosotros cuente las experiencias vividas y ayudemos a conformar el libro de los horrores vividos por un pueblo bajo la dictadura más larga de la historia.
Cada cubano debería contar sus “recuerdos”. Escribirlos, comentarlos, decirlos o sencillamente gritarlos. No podemos ni debemos esperar más. Es importante que el mundo conozca por cuánto hemos pasado y que no son caprichos ni exageraciones de uno, de dos o de cien, si no de miles y miles que tenemos cosas que decir y que no queremos ni podemos seguir atragantándonos con este mascón de porquerías.
Indudablemente la muerte del tirano mayor marcó un antes y un después que debemos plantearnos muy seriamente como el inicio del cambio que todos esperamos y necesitamos.
Los historiadores de verdad después harán lo suyo. Nosotros, los que no lo somos, nos limitaremos a contar la vida que vivimos para que no se olvide cuánto padecimos y cuánto sufrimos. ¡Claro que también hubo cosas buenas, graciosas y felices! Esas también las podemos contar, por supuesto que son importantes, pero de lo que aquí se trata es que nadie olvide, de que las nuevas generaciones entiendan por qué tanto dolor y tanta angustia.
A estas verdades el castrismo no podrá enfrentarse ni con todos los ejércitos, guerrillitas, pelotones y marineros del espacio sideral, una vez más serán derrotados y sin quererlo, porque contra la verdad de los pueblos nadie puede, ahondarán infinitamente el fétido hueco donde irán a parar de uno en uno, de dos en dos y de muchos en muchos…
¡Vivir pa’ ver cubanos!
Ricardo Santiago.
Para mi la Historia es algo muy delicado.
Precisamente por eso, me permito «corregirte», así con comillas.
Los cubanos necesitamos no una nueva Historia de Cuba, sino conocer de verdad LA Historia de Cuba, que se nos ha estado robando durante muchísimos años.
La Historia no se hace nueva, la Historia simplemente es, y solo cambia cuando se encuentran nuevos documentos, datos ignorados, etc.