A mí la actitud de Pablo Milanés no me confunde ni me sorprende: me asusta. Según él mismo ha confesado en muchísimas ocasiones se siente revolucionario y apoya a la revolución aunque le señala “algunas” fisuras.
Yo digo que peor a un revolucionario de línea dura, recalcitrante, oportunista, esbirro y “ciego” es un revolucionario “blandito”.
Yo también me siento un “revolucionario”, con la diferencia de que jamás apoyaría a esa revolución ni de casualidad, ni borracho, ni loco, es más, ni siquiera he vuelto a referirme a ella con mayúsculas y mucho menos le dedicaría ni el más insignificante de los suspiros porque considero que de hacerlo, le estaría faltando el respeto a los miles y miles de hombres y mujeres que han muerto intentando escapar de esa asfixiante dictadura, a los que han sido asesinados en las cárceles, a los muchos que padecen las consecuencias de sus políticas autoritarias y totalitarias, a quienes sufren represión, hambre, sed, oscuridad y calor porque personas sin escrúpulos y oportunistas se autoerigen como horcones y sostenes de esa brutalidad enfermiza que es la tiranía de los Castro.
¡Señores: dejémonos de cuento y de blandenguerías ya, en Cuba no hay revolución, ni gobierno ni ocho cuartos, en Cuba hay una DICTADURA y muy asesina, criminal e ilegal que es…, basta ya de paños tibios con estos hijos de puta!
No, no, y no… a esa dictadura o se le apoya o se le combate, en este caso, y en este específico caso, no hay medias tintas posibles.
Pero bien…, y perdónenme el impulso…, hubo una época de mi vida donde sí idolatré la música de Pablo Milanés, sus canciones, su voz y la manera tan humana que tenía de hablar y apiadarse de los nuevos músicos con “inquietudes” que iban despuntando en nuestro país.
En mi época de “hombre nuevo” veía con mucha normalidad que estos grandes artistas dijeran sus loas a Cuba, a Fidel y a los logros de la revolución castro-comunista, les confieso que les creía y “apoyaba ciegamente”. Endulzado por canciones emblemáticas de una trova que se reinventaba constantemente no era capaz de leer entre líneas que detrás de cada acorde maravilloso, de cada “breve espacio en que no estás…”, de “la novia que nunca tuve…”, de “mírame bien, no creo ser el hombre…” o “el tiempo el implacable…”, había hombres que querían comer carne y dormir en aire acondicionado.
Y tal parece que la entereza revolucionaria dura hasta que te pican los mosquitos o se te echa a perder el picadillo en el congelador por el tremendo apagón de más de dieciséis horas que (“muchas veces te dije…”) sufríamos la mayor parte de los cubanos.
Y entonces a muchos cubanos se nos cayó la venda de los ojos, nos “desmerengamos” de y con ese socialismo de mierda y comprendimos que todo había sido una gran mentira, un gran desastre humano, social, económico y que fuimos atrapados por el ego de un hombre que convirtió a Cuba en su propiedad y a los cubanos en sus esclavos, así de simple y complicado a la vez…
Yo no voy a juzgar aspectos de la vida personal de Pablo Milanés, no es mi intención, ni me interesan, ni me toca, sólo intento señalar que la ambigüedad, el sí pero no, el “te amo y te odio” en cuanto a nuestra posición frente a esa dictadura son tan o más perjudiciales que la defensa a ultranza que hacen de esos sicarios varios de sus colegas de profesión.
Nos guste o no Pablo Milanés es un referente indiscutible de la música y la cultura cubanas, pero a mi juicio, lo sería mucho más, si pudiéramos sumarlo a la verticalidad de: Celia Cruz, Guillermo Cabrera Infante, Olga Guillot, Álvarez Guedes, Cundo Bermúdez, Bebo Valdés, Reynaldo Arenas, Willy Chirino, Gloria Estefan, Zoe Valdés, Paquito D’Rivera y Arturo Sandoval entre muchos, pero muchísimos más.
Es mi humilde opinión…
«Y entonces a muchos cubanos se nos cayó la venda de los ojos, nos “desmerengamos” de y con ese socialismo de mierda y comprendimos que todo había sido una gran mentira, un gran desastre humano, social, económico y que fuimos atrapados por el ego de un hombre que convirtió a Cuba en su propiedad y a los cubanos en sus esclavos, así de simple y complicado a la vez…»
Me parece escucharme…
CUANDO LLEGARON AL PODER EL DIA 1 DE ENERO DE 1959 LOS BANDOLEROS DIRIGIDOS POR LOS DELIONCUENTES HERMANOS FIDEL Y RAUL CASTRO YA ASIAN VARIOS AÑOS ANTES QUE YO ERA ENEMIGO DE TODA ESA BASURA BARBUDA Y COCHINA Y MAL OLINTE QUE PARESIAN UNOS CERDOS UNOS ASESINOS VESTIDOS DE VERDE Y TODOS LOS QUE LOS APLAUDIERON SON UNA BASURA IGUAL QUE ELLOS ,YO NI ME EQUIVOQUE NI ME TRAICIONARON A MI MALTRATARON Y NO ME PUDIERON COMBENSER Y ME FUI CON TODA MI FAMILIA Y LES DEJE AQUELLA DESTRUCCION A LOS QUE ME LLAMARON APATRIDA Y GUSANO