En Cuba hay que hacer colas para cualquier cosa. El cubano vive y muere pidiendo el último y preguntando: ¿Qué sacaron? ¿Qué van a vender? Por eso la dictadura castro-comunista es también sinónimo de tumulto, aglomeración, filas, gaznatones, malas palabras, sudores, desesperación, hastió, aburrimiento, empujones, obscenidades y: “Caballeros despejen, calabaza, calabaza que esto se acabó”.
Las colas cubanas son las más largas en la historia de la humanidad, largas en dimensión y en el tiempo, son la prueba más contundente de la ineficacia política, económica y social de esa absurda abominación que Fidel Castro llamó revolución socialista.
Resulta increíble cómo un pueblo ha podido sostenerse en pie por tantos años, más de 58, si para obtener lo imprescindible, lo elemental, lo necesario y hasta lo más pedestre para enfrentar la vida, tiene que perder horas y horas esperando a que le toque su turno.
Las colas en Cuba tienen vida propia, son el reflejo de la miseria y la necesidad que sufren los cubanos, de la ineficacia administrativa de una dictadura absurda, mezquina, egoísta y parásita, de las imposiciones políticas de un régimen que no tiene nada de humanista y de un sistema de mercado que no se rige por la oferta y la demanda y sí por la mediocridad de sus ministros, funcionarios y dirigentes del llamado socialismo, de los caprichos estúpidos de los Castro y de la inexistencia de un mercado real, competitivo, autónomo, “feroz”, libre y sin tanta “controladera” por los funcionarios del Estado comunista.
Yo nunca entendí cómo a Fidel Castro no le daba vergüenza pararse a hablar tanta mierda de los “logros” de su revolución si la prueba más contundente de su fracaso y de su estupidez son las colas que tenemos que hacer los cubanos hasta “pa’ mear o pa’ cagar”, y les suplico perdonen esta expresión, pero creo es la que mejor ilustra la desesperación que sentimos todos ante la idea de tener que salir en Cuba a resolver algún problema, comprar cualquier alimento o un simple artículo de primera necesidad.
Los comunistas son cínicos e hijos de puta, no me cabe la menor duda, para donde quiera que usted mire en nuestro país encontrará a un grupo de cubanos de uno, de dos en fondo o en molotera esperando para comprar cualquier cosa. ¿Qué mayor prueba necesita esa dictadura? ¿Qué esperan para reconocer públicamente que son unos mierdas y unos inoperantes? ¿Hasta cuándo tenemos que esperar los cubanos?
Y no me vengan con el cuento del embargo y que por culpa de esa política del gobierno de Estados Unidos los cubanos estamos como estamos, no me jodan, ¡ya está bueno de tanto abuso y de las mismas justificaciones!, no, no y no.
Con respecto a este tema del embargo económico (o como ellos le dicen bloqueo) voy a reafirmar una idea que planteé en un comentario anterior: Fidel Castro se autoerigió como salvador del pueblo cubano, prometió villas y castillas para que le creyéramos que era el portador de la verdad, la justicia, la abundancia y la buenaventura, que entregaría su vida para que los cubanos fuéramos felices y gozáramos de la mayor prosperidad con la que un pueblo podría soñar en toda la historia de la humanidad y bla, bla, bla, bla, bla…
Pero nada de eso fue cierto, todo pura mentira, una vulgar y asquerosa mentira de este tipejo ególatra y mitómano empedernido que lo único que trajo para Cuba fue una miseria tan profunda que nos desbarató, nos ulceró y nos descojonó los estómagos, los cuerpos, la mente y la conciencia a todos nosotros: ¿Quién es el último?
La realidad es que a ninguno de los Castro el pueblo los erigió como presidentes, quiero decir en consulta popular, en votaciones libres y democráticas. Fidel Castro armó una “camancola” mafiosa y se adueñó como un dictador feudal de Cuba y de todos los cubanos, amañó un sistema electoral que no entiende ni la madre que lo parió y no nos permitió ni la más mínima opción de voz y voto para removerlo o simplemente demostrarle que su dictadura es ineficiente, criminal, inhumana y la más cruel y sanguinaria que ha sufrido un pueblo en toda la historia de la humanidad.
En la vida real los Castro son la cola cubana en sí misma, son sus máximos gestores, organizadores y responsables, pero son los únicos a quienes nunca veremos estar dos o tres horas al resistero del sol, en una cola interminable, para comprar el mísero pan de la cuota que le venden a los cubanos.
Ricardo Santiago.
La dictadura castrista es todavía menos que todo ello, es la negación absoluta y plena de la vida.
Es la fila por lo que no hay… y la gente se aglomera esperando por lo que sabe nunca vendrá…
No sólo se trata de la cola más larga, sino la de 11 millones de cubanos que llevan más de 58 años aglomerados en una dinastía que no acaba.
Lo peor es que siguen en esa larguísima desilusión y no salen del letargo perpetuo… es el cuento de la buena pipa de no acabar… y el encargado de hacerlo es el castrismo.
Reconocer su fracaso, su inoperante sistema, es pedirles demasiado… su altanería es plena, y por eso justifican con lo que les parezca su total incapacidad.
Con esa misma cola que crearon irradiando mezquindad,con esa misma recibirán sus sepulturas.
Las colas más largas que yo hice fue por los años 70-74 más o menos para poder comprar los 3 juguetes que daban derecho a comprar por niño. Eran hasta 3 meses de cola.Se rectifican el número todos los días a las 8pm y alguien de la cola tenía que quedarse allí porque de lo contrario rompían la cola y perdíamos el número. Ahora después de 24 años de exilio recuerdo esto y lo siento absurdo.
Como siempre buenisimo !! Quisiera saber pk muchos de los cubanos de la isla no aceptan esto que tú escribe que es una verdad contundente. Que les hace defender ese sistema a estas alturas del partido? No leen estos artículos o qué?
La traición y del engaño mas brutal que ha tenido un pueblo en la historia de la humanidad.
Su egocentrismo y desprecio por un pueblo lo demuestra que esa familia mafiosa se ha erigido como dueña y señora del país llevándolos a ser un caso extraño en la vida de un estado SON ELLOS LOS QUE PARA ALEJARSE DE LAS MASAS MUGRIENTAS Y EXPLOTADAS SE HAN ATREVIDO A CONSTRUIRSE UN CEMENTERIO PARTICULAR PARA ESA FAMILIA DETESTABLE,ALLÍ LO TIENEN MUY EXCLUSIVO EN EL MALDITO BIRAN DONDE NO DEBIERON HABER NACIDO.
No se si en la historia de las grandes y sanguinarias dictaduras,se ha dado ese caso de aparte de increíble es aborrecible y lleno de premeditada alevosía
La cola más larga que recuerdo, dos meses de los cuales a una hora determinada tenía que marcar todos los días. Para ello me ausentaba del trabajo 15 minutos y después de una breve discusión, dejar sentado de que yo tenía derecho al número que poseía. Era una odisea cada vez que llegaba a la tienda y siempre había alguien que me negaba el derecho. Esto fue en Julio y Agosto de 1970, próximo al nacimiento de mi primera hija. Esto fue para adquirir un colchón de cuna. El día que vino, una negra grande y gorda se opuso a que yo me integrara, suerte que alguno «sacaron la cara» por mi. Para la cuna y demás enseres de canastilla, ya se podrán imaginar.