Debo empezar diciendo que yo no soy un contrarrevolucionario, bueno, en la mejor y más decente acepción de la palabra…, por cierto, se han fijado qué vocablo más largo ese, a veces siento como que le sobran letras…
Pero bien, dice mi amiga la cínica que las huestes rabiosas del “progreso socialista” la usan de forma peyorativa para agredirnos y confundirnos, pero yo pienso que no, que en realidad lo hacen porque cuando tienen esta palabra tan rimbombante y descomunal metida dentro de sus bocas, sienten un placer enorme porque se les forma un mascón ideológico tan grande que a la hora de tragárselo ven las estrellas, los soles, los planetas danzarines y al tirano catarriento mandándoles señales desde el más allá: “sufre pajarito que se te acabó el alpiste…”.
El problema es que Fidel Castro se adueñó, acaparó, se robó y se ñampió el vocablo revolución como si fuera de su propiedad, bueno, si se tragó a un país entero, incluyendo a sus habitantes, qué carajo le podía importar una palabrita que además la habían usado con anterioridad los “industrialistas”, los franceses, los rusos, los americanos, los mexicanos, y unos cuantos “revoltosos” más.
Según los expertos: “Revolución es un cambio o transformación radical respecto al pasado inmediato, que se puede producir simultáneamente en distintos ámbitos (social, económico, cultural, religioso, etc.). Los cambios revolucionarios tienen consecuencias trascendentales y suelen percibirse como súbitos y violentos, ya que se trata de una ruptura del orden establecido. Las revoluciones nacen como consecuencia de procesos históricos y de construcciones colectivas.”
Indiscutiblemente la dictadura castrista es el hecho, la realidad, el suceso, la consecuencia y la causa de más violencia sufrida por el pueblo cubano. Y digo violencia no sólo por el acto en sí mismo, si no por ser el castigo más largo perpetrado contra un pueblo en toda la historia de la humanidad (empezó el 26 de Julio de 1953 y no ha terminado aun, es decir, llevan casi 64 años recontrajeringando truculentamente la vida de todos nosotros).
A mí que nadie me joda pero en las acciones de Fidel Castro lo único que puede apreciarse con claridad es alevosía y ensañamiento contra el pueblo cubano. No cabe otra, por más vueltas que le doy de aquí para allá y de allá para acá siempre me salen los mismos resultados: racionamientos elevados al rango de crueldad y oprobio, destrucción física del país como si el enemigo nos hubiera bombardeado mañana, tarde y noche, improductividad de los campos y las industrias, multiplicación de los mequetrefes y las consignas, exagerada fuga de cubanos hacia donde los lleve el viento, represión del alma, la cantimplora tiene picazón, pérdida de la esperanza, tristezas reflejadas en los rostros, hambres de todo tipo, multiplicación de la mezquindad y la guataconería, desahucio, suicidios y el mar que entra pero que nunca sale…
Fidel Castro jamás hizo una revolución en Cuba, ni siquiera en su mente de troglodita embustero estuvo esa opción. Fidel Castro dio un golpe de estado en Cuba mediante la vía más violenta que existe y, con risitas de hiena traicionera, convirtió a Cuba en un harén ideológico para dar rienda suelta a sus más cochinas aspiraciones de convertirse en el caudillo de las Américas, qué digo de Las Américas…
Definitivamente el castrismo es una maquinaria perfecta de destrucción, de reguero y de muerte. Yo a veces pienso que estos tipos son una plaga, unos bichos, unos hongos producidos en algún laboratorio de las frías estepas de allá de casa del carajo pero que con el intenso sol del Caribe se echaron a perder y multiplicaron su sentido de maldad, de descaro y de arrasar con todo.
¡Coño! ¿Qué hizo realmente Fidel Castro en Cuba? O con Cuba…
Muy bueno y verdadero tu artículo. Que mala suerte hemos tenido.
es pura realidad este escrito.
que pena tan grande hemos tenido q pagar durante 57 años .todo esta dicho .nada más que añadir solo nuestra pena y lágrimas en ver a cuba así. Y que todavía tengan apoyo de gobiernos crueles defendiendo esto. No hay palabras.
dios nos escogió para pasar este martirio.
MUY ACERTADO ESE ARTÍCULO, DEJA SON PALABRAS A CUALQUIERA, NO HAY MODO DE REFUTAR, PARA LOS QUE PRETENDEN DEFENDER OTRA IDEA, TODO ESTA DICHO