Increíble pero aunque muchos no lo crean, pero la mayoría sí lo saben, este es el lema principal, para decir el lema, uno, dos y tres compañeros, de los ex-pioneros, ex-cederistas, ex-milicianos y ex-comunistas que, con la guardia en alto, quieren, pretenden, aspiran, contrarrestar tus ideas, tus opiniones y tus apreciaciones cuando, con la autonomía que piensas tener porque vives en una verdadera democracia, te atacan en las redes sociales, en espacios públicos, se te tiran al gaznate pa’ asfixiarte e intentan silenciarte pues, según ellos, no tienes derecho a expresarte aquí, en el exilio, porque en Cuba nunca hiciste ni dijiste nada.
Hay que ser muy estúpido, muy irracional, muy idiota y muy básico, es decir, muy hijo del castro-comunismo, tener el corazón débil y la mente obtusa, para que cuando no se tienen argumentos al rebatir una opinión ajena, se utilice tan mediocre sentencia intentando silenciar a un “contrincante” que, por mucho, demuestra ser más inteligente que nosotros.
En esas andamos los cubanos, los seres cubanos de ahora, los que en su inmensa mayoría se te cuelan sin ser invitados en tus predios, sean los que sean, para embestirte cual vaquitas en celo, para querer enmudecer tus expresiones con una tesis tan fascista, bien socialista, como la meritocracia, como lucir méritos y deméritos al estilo de las asambleas comunistas que, para no ser muy extensos, es la distinción que solo alcanzas, para defender a tu país, si cuando vivías “allá”, aunque sea, le tiraste una escupida a un esbirro, le metiste un gaznatón a un policía o te cagaste en la madre de fidel castro.
Y en ese sentido yo me pregunto: ¿Qué hicieron en Cuba personajes como Rosa María Payá o Alexander Otaola? ¿Qué hizo en Cuba, en la concreta libertaria, un individuo como Eliécer Ávila?
Quiero respuestas precisas e inteligentes. Aun así, me adelanto con mi opinión: Yo soy incapaz, me niego a juzgar a alguien por si hizo o no hizo viviendo en Cuba. Son muchas las razones por las que los seres cubanos cuando estamos en la “Patria” nos mantenemos callados. Existen tantas verdades y mentiras como cada uno de nosotros respire, como cada cubano que mantuvo silencio o miró hacia otra parte exista y nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a cuestionar la “inactividad” ajena porque, según ellos, sí se enfrentaron al régimen.
Yo quisiera conocer el “pedigree” contestatario de esos fulanos de la libertad que nunca llega, de qué tanto alardean o se jactan porque, en la concreta de la vida, en el vida real del cubano abusado en Cuba por los esbirros de la revolución de los apagones más largos del mundo, la dictadura castrista sigue ahí, haciendo y deshaciendo a su criminal antojo y manteniendo a un pueblo entero en el cepo y la tortura, pisoteado por las botas rusas del verdugo, cada vez más hambriento, más enfermo y más al borde de la locura.
Para mi tales personajes, esos que nos atacan con el estúpido argumento de “qué tú hiciste en Cuba” a quienes aprendimos a expresarnos fuera de ella, a quienes logramos arrancarnos tanto miedo del alma o a los que, sencilla y llanamente, abrimos los ojos cuando chocamos con la verdad, cuando conocimos la existencia de un exilio dolido y sufrido, cuando nos documentamos sobre los millones de muertos causados por el castro-comunismo, nos quitamos la venda, nos desparasitamos de tanto adoctrinamiento y decidimos asumir una actitud frontal contra la peor tiranía que ha sufrido un país en toda la historia de la humanidad, esos individuos, los criticones de “pedigree” pasado por pan y huevo, son unos perfectos idiotas o unos vulgares oportunistas.
La libertad de tu Patria no es propiedad de nadie, de absolutamente nadie, es decir, ni de valientes, ni de corajudos luchadores por la independencia, ni de elegidos o de hipócritas. En ese sentido, en el de los fariseos, se han visto horrores, fulanos que por delante parecen que sí pero por detrás son vividores, arrimados, ladrones y traidores, la historia de Cuba, la verdadera, está repleta de fantoches de tal despreciable calaña.
Dice mi amiga la cínica que esa es una de las razones por la que nunca vamos a ser libres, por la que nunca vamos a lograr eliminar al castro-comunismo de nuestra esquelética isla pues mientras persistan tantos pensamientos dictatoriales y tanta mierda en el “alma” de los cubanos, la tiranía estará aquí, allí y dentro de cada uno de nosotros más fuerte y más asesina que nunca.
Ricardo Santiago.